En la Sala Marechal
Estrenan “Los puros (una noche de amor)”
La obra pertenece a Alberto A. Serruya y está protagonizada por dos excelentes actores, como Adriana Rodríguez y Marcos Martínez, acompañados en vivo por la soprano María Victoria Dávila.
En la Sala Marechal
Estrenan “Los puros (una noche de amor)”
La obra pertenece a Alberto A. Serruya y está protagonizada por dos excelentes actores, como Adriana Rodríguez y Marcos Martínez, acompañados en vivo por la soprano María Victoria Dávila.

De la redacción de El Litoral
Para este viernes, a las 21, en la Sala Marechal del Teatro Municipal, y con funciones previstas también para los viernes 24 y 31 del corriente y el 1º de septiembre, está previsto el estreno de “Los puros (una noche de amor)” -escrita por Alberto A. Serruya, quien también la dirige-, espectáculo que se integra a la intensa actividad de espectáculos teatrales santafesinos en la rica cartelera.
El mismo Serruya cuenta a El Litoral que fue una mañana de finales del mes de septiembre de 2007, cuando leyó una noticia que lo conmovió profundamente. El hecho había ocurrido en Francia y tenía como protagonista al delicado amor que se había prodigado, durante más de cincuenta años, un matrimonio.
“Sé que decir que ‘Los Puros (una noche de amor)’ -destaca- nació de ese temblor, del vértigo y la fascinación que me despertó ese suceso, puede sonar banal, exagerado o pretencioso. Pero fue así. Poco tiempo antes, el enamorado -una figura destacada del pensamiento y la cultura europea- había publicado su célebre ‘Carta ...’ en la que declaraba:
“Acabás de cumplir años... y todavía guardás la gracia deseable de la hermosura... estamos juntos y te amo más que nunca. Hace poco me he vuelto a enamorar de vos y llevo en mi seno, de nuevo, un vacío devorador que sólo colma tu cuerpo apretado contra el mío”.
Itinerario de una pasión
Sobre el sentido que construye esa carta, destaca Serruya que “me propuse reconstruir una noche en la vida de esa pareja, lo que en este caso equivalía a recorrer el itinerario de una pasión e intentar responder a una pregunta que ellos habían encarnado: ¿cuáles son los límites del amor? Lo sabía: nada más difícil que hablar de la pasión amorosa, de su prolongación más allá del tiempo. Escribir sobre el amor en tanto tópico que se desarrolla en una secuencia temporal es, irremediablemente, interpelar al tiempo en términos de su materialidad”.
“Si es verdad que el arte, como los sueños, opera por condensación, reduciendo el inventario de sus significantes a unidades mínimas de significación, era necesario elegir, seleccionar una instancia temporal por la que discurriera la acción. Nada mejor, me pareció, que recrear una noche en esas vidas: imaginar una rutina previsible que tensara el desenvolvimiento de las situaciones en fuga hacia el núcleo que quería abordar”.
En su relato, el dramaturgo y director del nuevo montaje escénico no oculta, precisamente, su pasión. “Describir las formas que asume el amor en la vejez, la manera en que la biología decanta la pasión y la transmuta en otra cosa. Poner en crisis la entidad y el valor que nuestra civilización ha asignado a categorías tales como el coraje, el dolor y el valor de la vida.
“Había partido de una premisa que la lectura de aquella noticia me disparó: ‘Cuando alguien a quien se ama, enferma, uno también se enferma. Quizá eso sea el amor: una prolongación de otro cuerpo en uno’ ”.
Grandes actores
Teniendo en cuenta la intensidad que los hacedores de “Los puros...” pretenden imprimirle al espectáculo, “convocamos a dos actores que admiramos por la variedad de registros expresivos que ofrecen y la experiencia que acumulan: Adriana Rodríguez y Marcos Martínez -dos de los mejores actores de la escena local-”.
“Podremos contar, nuevamente, con la música original que Carlos Serruya escribió especialmente para esta puesta, lo que representa un privilegio del que ya disfrutamos en otros montajes. La ejecución de la misma, precisamente, incluye la presencia en vivo de la soprano local María Victoria Dávila que, de esta manera, suma otro personaje dentro del funcionamiento de la pieza”.
El diseño del vestuario y parte de su ejecución es de Facundo Ternavasio y Federico Cuenca y ha significado “un aporte valiosísimo a la hora de poder configurar un universo plástico en consonancia con lo que el proyecto requería. El elemento escenográfico más destacado que habrá que descubrir yendo a verla- fue obra de Leonardo Rusillo y Gustavo Efchi sobre un boceto original de Adrián Airala”.
Los demás rubros, en lo que ya constituyen un verdadero equipo de trabajo, lo componen: Agustín Serruya en el diseño y ejecución de la planta de luces y Marina Serruya en maquillaje. Cecilia Whiljelm ha asumido, una vez más, la producción ejecutiva y la dramaturgia, dirección general y puesta en escena pertenecen a Alberto A. Serruya.
“Describir las formas que asume el amor en la vejez, la manera en que la biología decanta la pasión y la transmuta en otra cosa. Poner en crisis la entidad y el valor que nuestra civilización ha asignado a categorías tales como el coraje, el dolor y el valor de la vida”, premisas del autor al escribir la obra.
Foto: Gentileza producción