El actual presidente obtuvo el respaldo enfático del ex presidente Bill Clinton.

Silvia Ayuso - DPA

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Con sus argumentos a favor de cuatro años más de presidencia demócrata, el ex mandatario Bill Clinton puso hoy en pie a los miles de asistentes a la convención de la formación política en Charlotte, Carolina del Norte, que nominaron oficialmente a Barack Obama como su candidato para renovar mandato en la Casa Blanca.

Una semana después de que su rival republicano, Mitt Romney, se asegurara la candidatura del partido conservador en su reunión en Tampa, Florida, Obama fue elegido como la apuesta demócrata para cita a las urnas el próximo noviembre con los votos unánimes de los casi 6.000 delegados congregados en Charlotte.

Tanto ellos como los miles de presentes más en la sede de la Convención Demócrata en la sureña ciudad acababan de recibir de Clinton el último impulso a favor de Obama, tras una larga jornada de discursos que tocaron desde las políticas para mujeres, la sanidad a la migración.

Pero la prensa estadounidense coincidió nada más concluir el evento en horas de la madrugada local en que la estrella de la segunda y penúltima jornada demócrata fue el entusiasta discurso de Clinton, quien tras su alocución recibió un emocionado abrazo de un Obama que hizo una aparición no agendada en el escenario para posar junto al popular ex mandatario.

El discurso de Clinton fue en esencia una mezcla de apasionados argumentos centrados en pedir más tiempo para lo que consideró una tarea aún por completar de Obama de arreglar el “desastre” dejado por la anterior administración republicana de George W. Bush y defender decisiones como la de impulsar la reforma migratoria.

Todo ello acompañado por una retórica que trató de desmontar las acusaciones de la actual apuesta republicana a la Casa Blanca, que tachó de “narrativa alternativa” a la realidad.

“En Tampa, el argumento republicano contra la reelección del presidente (Obama) fue muy sencilla: le dejamos un desastre total y todavía no ha acabado de limpiarlo, así que echémoslo y volvamos a ocupar el puesto”, dijo Clinton.

“A mí me gusta mucho más el argumento a favor de la reelección de Obama: él heredó una economía profundamente dañada y le puso freno al descalabro, comenzó el largo camino de la recuperación y colocó los pilares para una economía más moderna, más equilibrada que producirá millones de buenos nuevos empleos, vibrantes nuevos negocios y riqueza para los innovadores”, contrapuso.

“Quiero (en la presidencia) a un hombre que cree sin duda alguna que podemos construir una nueva economía del sueño americano, impulsada por la innovación y la creatividad, por la educación y sí, por la cooperación”, reclamó.

Hablando con la tranquilidad de saberse el último presidente en la Casa Blanca que dejó unas cuentas estatales no sólo saneadas, sino con superávit, Clinton intentó desbaratar también los argumentos republicanos sobre gasto público de Obama y les acusó de ser un partido que “desafió la aritmética”.

“Nunca olviden cuando les oigan hablar, que las políticas republicanas cuadruplicaron la deuda nacional antes de que yo asumiera (...) y que la doblaron en los ocho años después de que me marché, porque desafiaron la aritmética”, dijo entre ovaciones.

“Sencillamente no podemos permitirnos entregarle las riendas del gobierno a alguien que doblará (la deuda) o traerá el filtrado”, agregó en referencia al término como los demócratas describen las propuestas de Romney, que afirman se basan en la teoría de que las políticas que favorecen a las empresas acaban por filtrar esos beneficios a la sociedad.

“¿Está el presidente (Obama) satisfecho? Por supuesto que no”, afirmó Clinton. “Pero estamos mucho mejor que cuando asumió la presidencia”, aseveró y se manifestó seguro de que cuatro años más de mandato demócrata lograrán acabar una tarea que también mira a la estabilidad del futuro.

“Ningún presidente, ni yo ni ninguno de mis predecesores, nadie, podría haber reparado todo el daño que se encontró (Obama) en sólo cuatro años”, subrayó.

Pero Obama “ha plantado los cimientos para una economía nueva, moderna y exitosa de prosperidad compartida, y si renuevan el contrato del presidente lo notarán”, prometió entre ovaciones.

Su discurso coronó una jornada de emocionales palabras a favor de Obama, entre las que destacaron entre otros la alocución de la primera joven indocumentada que comparece ante una convención partidaria, Benita Veliz, que se unió a los fuertes llamamientos de líderes de la comunidad hispana para lograr atraer el voto latino una vez más hacia Obama.

La jornada sin embargo se vio brevemente ensombrecida en su inicio, cuando la presidencia de la convención forzó una votación para cambiar la “plataforma” política del partido e incluir en ésta una frase especificando el estatus de Jerusalén como “capital” de Israel, así como una mención a Dios que no estaba en el docuemto original.

La propuesta fue aprobada por votación oral, no sin que quedara antes en evidencia el fuerte descontento de buena parte de los delegados indignados por lo que según trascendió más tarde fue una decisión personal de Obama, tomada tras las críticas recibidas a la exclusión de estas cuestiones tanto por los republicanos como por poderosos -y electoralmente influyentes- lobbies proisraelíes.

Putin pide cambios en Siria

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió hoy “cambios” al régimen sirio y llamó a todas las partes implicadas en el conflicto a entablar negociaciones, dijo en una entrevista difundida por el canal televisivo en lengua inglesa Russia Today.

Lo más importante es el fin de la violencia, señaló Putin. En las negociaciones deben participar el gobierno y los “llamados rebeldes” para debatir el futuro del país. Y sólo después podrán seguir pasos prácticos sobre las estructuras internas. Ninguna solución puede ser dictada por una de las partes, añadió el presidente ruso.

“Nosotros entendemos muy bien que debe haber cambios, pero eso no significa que esos cambios tengan que ser sangrientos”, afirmó el jefe del Kremlin. Los suministros de armamento a Siria deben cesar inmediatamente.

Rusia es un estrecho aliado del presidente sirio, Bashar al Assad, y siempre ha defendido que el es el pueblo sirio el que debe decidir sobre el futuro del controvertido mandatario.

Putin abogó también por la búsqueda de una solución a la crisis en el Consejo de Seguridad de la ONU. “Es un proceso complicado, pero sólo como resultado de un duro trabajo podremos tener éxito”, añadió el presidente de Rusia, que ha vetado en dos ocasiones endurecer las sanciones contra Siria en el gremio más poderoso de la ONU.

Además, Putin advirtió que combatientes de la red terrorista Al Qaeda intervienen en la lucha para imponer sus objetivos en Siria. “Es una política muy peligrosa y corta de miras”, dijo Putin en referencia al apoyo a los rebeldes. Rusia señaló en varias ocasiones que de parte de la oposición siria combaten también islamistas radicales.

Siria tiene sus armas químicas bajo control y no las empleará, dijo por su parte el viceministro del Exterior ruso, Serguei Riabkov, a la agencia de noticias Interfax. Es algo que ha garantizado el gobierno de Damasco, añadió.