Conflicto por las elecciones

Confirmaron el procesamiento para miembros de la Caja de Ingenieros

Juliano Salierno

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Sala II de la Cámara de Apelación Penal de Santa Fe confirmó el procesamiento dictado por la jueza Correccional Nº 2, Jaquelina Balangione, contra tres directivos de la Caja de Previsión Social de los Profesionales de la Ingeniería -1ra. Circunscripción-. La resolución del 16 de agosto lleva la firma de los vocales Pedro Sobrero, Sebastián Creus y Roberto Reyes, quienes avalaron con su voto el decreto del 9 de marzo por el cual fueron procesados por el delito de “desobediencia” los arquitectos Amaro Busatto, Oscar Ezcurra y el ingeniero agrónomo Gerardo Severín.

Los tres forman parte del consejo de administración de la Caja de Ingenieros de Santa Fe, quienes llevaron a cabo el proceso eleccionario del 1º de julio de 2011, a expensas de una orden judicial que los obligaba a suspender los comicios hasta tanto se regularice la situación interna.

La negativa del cuerpo de representantes a oficializar la Lista Unidad Colegial -opositora-, mereció el reclamo por vía administrativa, donde se planteó revocatoria y como no fueron escuchados, recurrieron a la Justicia que el 24 de mayo del 2011 se expidió.

En ese entonces fueron los miembros de la Sala I de la Cámara Penal, Roberto Priu Mántaras, Daniel Rucci y Federico Echauri quienes le ordenaron a las autoridades de la Caja “abstenerse de continuar con cualquier acto del proceso electoral”.

El requerimiento de instrucción formulado por el Fiscal Nº 7, Jorge Andrés, para que se investigue si existió o no delito de desobediencia, fue el disparador en la instancia penal.

A pesar de la orden

El mes pasado la Sala II confirmó la resolución impugnada por el abogado Néstor Oroño, que había planteado la inconstitucional y promovió recurso de revocatoria y apelación en subsidio. La jueza Balangione rechazó dichos planteos por considerarlos improcedentes y concedió la apelación en subsidio.

La fiscal de Cámara Liliana Lauxmann contestó los agravios instados por la defensa de los directivos de la Caja y solicitó al tribunal “rechace los recursos intentados, desestime los agravios y confirme la resolución apelada”.

Los representantes de la querella por su parte, los abogados Romeo Díaz Duarte y Germán Corazza, “encuentran refrendada la resolución de la magistrada”.

Así las cosas el Tribunal expresó en los considerandos que “la nulidad pretendida no puede ser aceptada” y afirmó que “la instancia de control ha sido facilitada en plenitud”.

Respecto de la actitud asumida por la Caja durante las elecciones los camaristas destacaron que “los imputados contaban con la claridad de la orden citada (dictamen de la Sala Penal I) y, lo que es más importante, con la advertencia clara de otros miembros del órgano que integraban”. Allí se cita el caso de uno de los integrantes del directorio que “se opuso a desobedecer a la justicia”. Para los camaristas, estos quiere decir “que entendió muy claramente que la orden judicial implicaba detener la elección y todo el proceso posterior de las autoridades”.

Lo resolvió la Sala II de la Cámara de Apelación Penal, que a su vez apartó a la jueza por prejuzgamiento. La Dra. Jaquelina Balangione procesó en marzo a los arquitectos Busatto, Ezcurra y el ingeniero agrónomo Severín por desobedecer un mandato judicial.

LA FOTO /// Pegatinas anónimas

Campaña de desprestigio

Confirmaron el procesamiento para  miembros de la Caja de Ingenieros

El arquitecto Oscar Ezcurra reconoció que a pesar de tener “el apoyo global de casi todos los afiliados” de la Caja de Ingenieros, “lamentablemente, se dieron situaciones en las que un tema que se pudo resolver con diálogo hacia adentro termina mediatizado”. Desde ese entonces, Ezcurra es víctima de una campaña de desprestigio anónima que incluye al arquitecto Amaro Busatto y el Ing. Agrónomo Gerardo Severín. Los panfletos, de casi un metro de alto, fueron pegados en las cercanías de los lugares de trabajo, instituciones y empresas a los que concurren tanto ellos como sus respectivas familias, pretendiendo generarles vergüenza frente a la sociedad.

Foto: Guillermo Di Salvatore