ANIVERSARIO
La Escuela Juan de San Martín cumple cien años
Conocida como “la escuelita rural de Campo Jullier”, esta institución educativa empezó con sus actividades en 1912 y tuvo su primer edificio en Campo Basualdo. Su sede actual fue inaugurada en 1965.
Jornada completa. A la escuela concurren 53 alumnos. Hay servicio de comedor (almuerzo) y copa de leche (desayuno y merienda).
Ariel Durán-Sergio Ferrer
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La Escuela Nº 1301 Juan de San Martín cumple cien años de esforzada y meritoria labor. Para festejarlo, su comunidad educativa previó un acto conmemorativo, el que originalmente iba a desarrollarse esta mañana pero debió ser suspendido por mal tiempo y reprogramado para el miércoles próximo (a las 10), siempre y cuando no llueva, ya que las precipitaciones hacen imposible el acceso al establecimiento por cualquier vía.
Esta escuela comenzó a trabajar en septiembre de 1912 (con Ricardo Alconchel como director) y tuvo sus primeras instalaciones en la zona conocida como Campo Basualdo, para pasar a funcionar hacia 1925 y por disposición del gobierno provincial en una propiedad de la familia Ramos.
Finalmente se trasladó al domicilio de Gerónimo Jullier —de ahí su denominación coloquial—, quien en su momento donaría el terreno para hacer el edificio escolar sobre la Ruta Nº 5 y 5.000 ladrillos para concretar dicha construcción.
La casa propia empezó a levantarse en 1963 y fue inaugurada en 1965. Hasta 1978 se la denominó Escuela Fiscal Nº 167. Ese año se convirtió en Centro de Educación Radial Nº 243 Juan de San Martín, ente dependiente de la Escuela Nº Juan de Garay. En 1986 se transformó en Escuela Primaria Común y desde 1989 funciona como Escuela de Jornada Completa, única de su tipo en el Departamento La Capital.
“Superamos momentos difíciles”
“La docencia ha cambiado mucho; existen muchos problemas sociales y de conducta, que se plantean a diario en el aula, que es preciso tratarlos antes de intentar, siquiera, ponerse a enseñar”, manifestó Marisa López, directora del colegio en la actualidad.
“Quizás esto no sea comprendido, pero enseñar en la actualidad es una tarea diferente, por lo que mucha gente —que tal vez nunca ha estado en una escuela, ni visto cómo se maneja—, no conozca con exactitud el esfuerzo que hace una persona cada día para lograrlo”, expresó posteriormente, al referirse al desafío de la enseñanza en los tiempos que corren y en las condiciones en las que les toca trabajar.
“Después de atravesar momentos difíciles, como la inundación de 2007, cuando la escuela estuvo mucho tiempo sin poder usar sus instalaciones y el agua del lugar estaba contaminada, sobrecarga de tareas, aislamiento, tensiones, desesperanza e incertidumbre, hemos logrado un verdadero clima escolar, en el que trabajamos como una unidad, no como pequeñas divisiones independientes’’, describió López.
Para finalizar, dejó el siguiente mensaje: “Realmente hacemos las cosas juntos, lo que demuestra que existe una gran solidaridad, porque acá todos los docentes, cooperadores y asistentes escolares continúan con el mismo esfuerzo de aquellos pioneros que comenzaron con esta escuela hace cien años, sin descanso y con el mismo objetivo, hacer cumplir el derecho de todo niño a la educación’’.
Labores. Los chicos que van a Campo Jullier participan de talleres de extensión específicos sobre huertas, jardinería, reciclaje y cocina. Agencia Santo Tomé
Un problema histórico
“Durante los cien años de la escuela, los docentes han sorteado todas las dificultades que se fueron presentando, especialmente la de los caminos de acceso, muchas veces intransitables, llenos de barro y de agua. Maestros, chicos, porteros y colaboradores tuvieron que llegar muchas veces hasta este lugar sin transporte, porque éste no podía y aún hoy no puede ingresar a la escuela durante los días de lluvia”, manifestó a El Litoral la docente Marisa López.
“El estado del camino cuando llueve es lamentable y hace imposible todo ingreso con vehículos al establecimiento”, acotó luego la directora de la Escuela Nº 1301, no sin antes aclarar que, si bien el camino principal de acceso al colegio, es decir la continuidad de la Ruta Provincial Nº 5 (nexo vial de Santo Tomé con Empalme San Carlos), fue arreglado con mejorado pétreo en febrero de 2009, una lluvia caída en marzo del mismo año lo estropeó considerablemente.
“Por eso mismo, ahora seguimos con el mismo problema, quizás más agravado que antes”, completó el concepto. La postergación de hoy, lamentablemente, le ha dado la razón.