La conservación de especies, clave para mejorar el medioambiente urbano
La conservación de especies, clave para mejorar el medioambiente urbano
Proponen un programa educativo contra la poda ilegal de árboles
Desde la Fundación Proteger advierten que en la ciudad, particulares y empresas realizan podas y extracciones ilegales en el arbolado urbano. Reclaman al municipio que se implemente un programa de capacitación y concientización con escuelas y ONG’s.

La nota gráfica muestra un caso de extracción irracional registrada por la entidad ambientalista. Piden acciones a favor de la conservación de especies. Foto: Gentileza Fundación Proteger
Luciano Andreychuk
En Santa Fe, la poda y las extracciones ilegales de árboles es un problema que preocupa, y urge que las autoridades locales tomen cartas en el asunto. Esa es la advertencia y el pedido de la Fundación Proteger, que realizó recientemente un relevamiento en varios puntos de la ciudad y detectó numerosas extracciones de especies arbóreas jóvenes y sanas, en manos de particulares y de empresas. La entidad reclama que desde el gobierno local se articule con escuelas, vecinales y ONG’s, un programa educativo y de concientización sobre la conservación de especies arbóreas.
El arbolado urbano es un factor fundamental en el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de una ciudad. Limpia el medioambiente, haciéndolo más saludable. Cumple un rol fundamental en la regulación del clima, contribuye a mitigar los efectos del cambio climático y aporta una función reguladora de los ciclos hídricos. “Cuantos más espacios verdes, árboles y césped hay en una ciudad, menos riesgos hay de inundaciones”, explicó a El Litoral, Jorge Cappato, director de la Fundación Proteger.
En Santa Fe está la vigente Ley Provincial Nº 9.004 de Protección del Arbolado Público, que en su artículo 1º prohíbe la extracción y poda del arbolado (“especies arbóreas leñosas u ornamentales plantadas en lugares destinados al uso público”). Sólo se autoriza la extracción o poda en los casos de ejemplares que estén “en estado de decrepitud o de deficiente conformación; cuando las especies presenten un deficiente estado sanitario, o cuando causen daños o importen un peligro a personas o bienes”, entre otras excepciones, señala la norma.
Pero la realidad muestra otra cosa: “Nosotros hicimos recientemente un muestreo y concluimos que hay numerosos casos de podas ilegales en toda la ciudad. Hace poco tomamos registro de un árbol entero depositado en un contenedor con escombros, en una obra de remodelación edilicia. En la Costa, alguien tronchó brutalmente tres árboles de no menos de 80 años, que estaban en perfecto estado de salud. Hablamos de podas salvajes, actos que son violatorios de la ley”, advirtió el ambientalista.
Para ejercer un control público en orden a la normativa actual y evitar extracciones indiscriminadas, “hace falta más esfuerzo social y institucional coordinado, porque hay muchos actores involucrados. La cadena arranca desde la maestra que enseña en la escuela, sigue en los medios de comunicación y en la responsabilidad de una inmobiliaria o de una constructora: porque cuando se remodela un inmueble o se construye un edificio, lo primero que se hace es sacar compulsivamente los árboles de la vereda. Y eso está mal”, dijo.
Plazas Educadoras
“El municipio local plantó recientemente unos 6 mil árboles. Se invirtieron muchos recursos económicos y humanos. Pero esta iniciativa, si no es acompañada por un programa de concientización que involucre a escuelas, entidades intermedias, organismos del Estado y demás actores, caerá en saco roto: sin concientización pública sobre el tema, el índice de sobrevivencia de esos ejemplares no pasará de los 5 ó 10 años”, fue su negativo pronóstico.
En este sentido, la Fundación envió a las autoridades municipales una propuesta donde se propone la implementación de un programa de educación, capacitación y comunicación que apunte a generar conciencia pública sobre la importancia de la preservación del arbolado urbano. En este sentido, se planteó la idea de las Plazas Educadoras: “Esto es que en estos espacios públicos paulatinamente se reponga el arbolado con árboles nativos, se identifiquen las especies con carteles indicativos, trabajando con las escuelas de todos los niveles. De esta manera, se aprovechará las plazas para que los alumnos aprendan sobre especies y plantas nativas”.
Identidad
La identidad es otra de las claves de la propuesta. “La identidad geográfica y cultural de una ciudad para el turismo receptivo es fundamental. Y también lo es la identidad ecosistémica, preservando y reponiendo especies autóctonas”, resaltó Cappato. “Lo importante es que se ponga en marcha un esfuerzo coordinado que apunte a la concientización, capacitación y comunicación para revertir el problema de las podas y extracciones ilegales. Y el que debe convocar es el Estado local”.