10 años del MAC

Arte del eterno devenir

Se presenta hoy un libro que reúne artistas y obras que han expuesto en el museo, con motivo de la conmemoración de su décimo aniversario.

De la Redacción de El Litoral

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El Museo de Arte Contemporáneo de la UNL presenta esta tarde el libro “MAC, 10 años”, publicado por Ediciones UNL. La presentación estará a cargo del rector, Albor Cantard y la directora del museo, Stella Arber.

“Es un gran acontecimiento para este museo, donde se concreta un anhelo de carácter formativo para brindar a nuestra comunidad. Este libro es una manera de condensar 10 años de trabajo y de mostrar en forma conjunta la tarea de los artistas, es decir, nos vincula directamente con las producciones que en estos tiempos se vienen realizando en el arte contemporáneo de nuestra ciudad y de la zona”, destacó Arber.

Los diez años se cumplieron, en realidad, en diciembre de 2010. Durante todo ese año se realizaron actividades programadas: muestras, charlas, cursos y guías de salas. “El libro se hizo esperar pero cuando lo tengan entre manos se van a dar cuenta por qué: es un producto editorial de primer nivel y tiene un trabajo de diseño impresionante”, agregó la directora del museo.

La publicación contiene una amplia diversidad de estéticas de artistas que han expuesto sus obras en el museo. Además, cuenta con los análisis conceptuales y fundamentos teóricos de la propia Stella Arber.

Luis Felipe Noé, Federico Aymá, Carmelo Arden Quin, Pedro Roth, Juan Lazzarini, Carlos Gorriarena, Ana Fabry, Eduardo Élgotas, Antonio Berni, Nilda Marsili, Nidia Andino, Juan Mannarino, José Luis Roces, Andrés Dorigo, Justo Solsona y Daniel Santoro, entre otros, son los artistas que componen este libro.

Multiplicidad de estéticas

“La Universidad Nacional del Litoral albergó a las artes visuales cuando abrió su Museo de Arte Contemporáneo allá por el año 2000”, sostiene en el prólogo el rector Albor Cantard.

“Teníamos claro por entonces que se trataba de validar objetivos de otra índole, fundados en novedades disciplinarias inéditas en la institución. El arte contemporáneo de nuestra región necesitaba un lugar para mostrar sus producciones, un espacio para investigar la escena visual de la zona de influencia.

Con este museo, la Universidad Nacional del Litoral dio cuenta de esa realidad aportando con su apertura una gama amplia de posibilidades donde abarcar la multiplicidad de estéticas que hoy conviven, con objetivos puntuales y realizando exhaustivos análisis sobre la actualidad del arte.

Celebramos que desde esta universidad se creen nuevos lugares, que crezcan en el tiempo y sean, como en este caso, un medio eficaz y concreto de apoyo al arte. Y elogiamos el incremento exponencial del patrimonio en obras de nuestra universidad a través de su museo en estos 10 años transcurridos.

Ubicado en un centro neurálgico de nuestra ciudad y desde una arteria troncal como es bulevar Gálvez, allí y como parte activa de la UNL, se advierte su identidad, se reconoce su presencia innovadora y proyecta su impulso hacia el futuro”, concluye el prólogo.

Caminos de la creación

El crítico de arte Raúl Santana, por su parte, sostiene: “El museo como institución nació impulsado por los enciclopedistas franceses en el siglo XVIII, con la misión de preservar y mostrar obras que fueran paradigmáticas; debía albergar en sus salas todo lo valioso que en materia artística se hubiera producido, lo que significaba una verdadera enseñanza para los pueblos. En aquellos tiempos, el concepto de ‘belleza’ -un conjunto de normas y premisas- facilitaba mediante su aplicación, la valorización de las obras. En la actualidad, algunos museos continúan ostentando aquel espíritu, aunque es redundante decir que, después de más de dos siglos, las condiciones actuales del acontecer artístico han cambiado -en algunos casos radicalmente- aquel espíritu. Ya en el siglo XX Paul Valery, decía burlonamente refiriéndose al museo: ‘Aún se puede hablar en voz un poco más alta que en la iglesia, pero desde luego más baja que en la vida’.

Por su lado, Teodor Adorno señaló en su Teoría Estética que si durante algunos siglos, la pregunta en el interior de las artes era: ¿qué es lo bello?, hoy la pregunta debería ser: ¿qué es el arte? Esta afirmación se refiere a la ilimitada existencia, en la actualidad, de lo que todavía llamamos los caminos de la creación. Ocurre que la producción artística en el siglo pasado, con la aparición de las vanguardias y en lo que va del XXI rebasó ampliamente a la teoría, es decir que las posibilidades de establecer categorías, son constantemente devoradas -en una vertiginosa carrera- como el propio acontecer artístico”.

En otro fragmento, el crítico sostiene que “con saludable cautela, esta primera etapa cumplida no ha olvidado lo que acaso sea la más digna misión de la institución museal: no ser un templo ‘donde se habla más bajo que en la vida’, sino asumir, con todas sus consecuencias, la necesidad de hacer visible nuestra herencia simbólica, no como mero o frío registro sino como testimonio sensible de sus más privilegiados o elegidos aspectos, con la conciencia de que se trata de uno de los bienes más altos de la singularidad de nuestra cultura”.

Trascender la aldea

Otro de los prologuistas del libro es el responsable de Ediciones UNL, José Luis Volpogni, quien bajo el título “Otro lugar” opina que “la decisión de crear el Museo de Arte Contemporáneo en la Universidad Nacional del Litoral es una acción institucional que se entronca con las mejores tradiciones de nuestra universidad: articular el conocimiento, la cultura y la sociedad”.

El MAC vino a construir ‘otro’ lugar donde los artistas visuales en su más amplia diversidad tienen la posibilidad de exponer y mostrar sus producciones; lugar donde el riesgo, la migración de lenguajes, la experimentación de formatos, la incorporación de nuevos materiales devienen en objetos artísticos amparados en el espectro seductor y desafiante de la contemporaneidad.

Trascender la ‘aldea local’ y convocar más allá de nuestro próximo inmediato es una exigencia de desterritorialización que define una gestión desde la dirección que apuesta a la apertura y a una manera actualizada de entender el arte.

Desde Ediciones UNL, acompañamos, desde esta publicación, a que el MAC siga construyendo este espacio artístico cultural que testimonia lo ya recorrido, y desde futuros proyectos editoriales, que contribuyan a generar debates y reflexiones desde la escritura”.

Se presenta hoy un libro que reúne artistas y obras que han expuesto en el museo, con motivo de la conmemoración de su décimo aniversario.

Ubicado en un espacio estratégico de la ciudad, sobre Bulevar Gálvez, el espacio convoca a las diversas estéticas que conviven en las producciones actuales. Foto: GENTILEZA MAC

Más allá de la aldea

Desde Buenos Aires, artistas plásticos se suman a los festejos con palabras de reconocimiento:

Luis Felipe Noé: “Para mí fue un honor ser invitado a exponer en 2004, cuando se inauguró la casa central. En la ocasión recibí el título de profesor honorario de la UNL y tuve la oportunidad de presenciar una verdadera fiesta cultural que invadía la calle. Recuerdo que fue tanta mi emoción que cuando me invitaron a hablar tuve que explicar que no podía pronunciar palabras”.

Daniel Santoro: “Mis más sinceras felicitaciones por estos 10 años de acción ininterrumpida, promoviendo el arte contemporáneo y creando de esta manera un polo de gran prestigio y una referencia para todos los artistas, incluidos los porteños”.

Pedro Roth: “El MAC es una institución valiosa. Una aventura semejante debe continuar. Ser una carrera donde, como en toda buena institución, los estudiantes aprenden lo mejor y lo más significativo de la cultura”.

Ana Aldaburu: “El MAC es un microcosmos de lo que debería ser -en gestión, en propuestas, en organización y atención al público, en el cuidado de sus ediciones- una institución dedicada al arte contemporáneo”.

Pepe Cáceres: “De esa nebulosa que es la vida, de ese desorden azul, el artista intenta extraer un astro. Cuanto más luminoso, mejor. Más cercano a la humanidad. El MAC, a mi entender, se ha propuesto idéntica tarea: que cada muestra nos acerque a la belleza”.

Juan Andereggen: “No fue ni es el MAC un lugar más. Todos los que estamos en el arte sabemos qué significa un espacio como ése en la ciudad. Es un punto de contacto para nosotros y eso nos proyecta a nuestro entorno y hace validar la presencia estética y su decir ante la comunidad. Lugar que quiero y mucho, y que estará en mi corazón ya que el fue mi ‘volviendo a casa’ en 2007: un poder mostrarme en Santa Fe.

 

Se presenta hoy un libro que reúne artistas y obras que han expuesto en el museo, con motivo de la conmemoración de su décimo aniversario.

“El MAC no ha olvidado lo que acaso sea la más digna misión de la institución museal: no ser un templo ‘donde se habla más bajo que en la vida’, sino asumir, con todas sus consecuencias, la necesidad de hacer visible nuestra herencia simbólica”, sostiene el crítico Raúl Santana en el prólogo. Fotos: ARCHIVO EL LITORAL

Se presenta hoy un libro que reúne artistas y obras que han expuesto en el museo, con motivo de la conmemoración de su décimo aniversario.

Muestra del colectivo Germina Campos, en diciembre de 2009.

De nuestra comunidad

Andrés Dorigo, artista plástico: “El MAC para mí fue la posibilidad de empezar con la serie de Homenaje a la Naturaleza, grandes papeles, frágiles apenas pegados en las paredes con cinta o clavitos. Y que mi hijo Álvaro me acompañara con sus maravillosas animaciones, y todo eso porque es un lugar democrático, muy cuidado ediliciamente, muy apoyado desde su conducción”.

Nilda Marsili, artista plástica: “El MAC me regaló la felicidad de contemplar a Berni, León Ferrari, Gorriarena, Santoro, Cáceres, Juan Mannarino, Dorigo, Germina Campos y a todos los que no alcanzo a nombrar. Es el lugar donde terminé de definir mi postura con respecto al arte, porque mi obra fue mirada, valorada y analizada de otra manera, con el tiempo necesario y con consideración”.

Raúl Cottone, fotógrafo: “Hace diez años nacía en Santa Fe el Museo de Arte Contemporáneo, su ‘partida de origen‘ fue la publicación de un libro que resumía y mostraba- a modo virtual- el patrimonio diverso existente en los espacios de la UNL. Conferencias y presentaciones lograron insertar al MAC como un espacio de referencia para la región”.

Nydia Andino, artista plástica: “Es pequeño. Enjoyado. Caja blanca por dentro que guarda el paso de tantas obras que en diez años se mostraron en sus paredes y que como en película documental se recuerdan. Apareció cuando todavía los de aquí pensábamos que los sueños no eran posibles. Y la casa abandonada se erigió remozada y muchos y yo sentimos un calorcito que avivó nuestro corazón. Gracias”.

Ana Fabry, artista plástica: “El museo de Arte Contemporáneo siempre me dio lo que necesité. Contención, calidez, un lugar al que siempre vuelvo porque lo quiero”.

Fernanda Aquere, artista plástica: “En el MAC se concibe al arte contemporáneo como un lugar que se construye en el pluralismo y en el riesgo. Stella Arber logró sustentar este espacio apostando y favoreciendo la libertad de expresión de los artistas visuales, teóricos y curadores que se vincularon con la institución”.

Analía Sagardoy, artista plástica: “Considero que la creación del MAC ha sido un acierto conmovedor de quienes pergeñaron y llevaron a cabo la tarea de concretarlo en hechos. Y si bien ha cumplido y cumple su rol museístico de preservar el patrimonio histórico-cultural de nuestra ciudad y de divulgar la producción de tantos artistas, ya sean emergentes como consagrados, reinventa continuamente la dinámica de la cultura, para goce de los ciudadanos”.

Cintia Clara Romero, artista plástica: “El MAC es una joven institución dinámica y eficaz, que a nivel local, ha sabido articular la difusión de obras de artistas de diversas generaciones, formaciones y trayectorias, y sobre todo es un espacio bien dispuesto a abrir sus puertas a algo que siempre es bienvenido: la duda”.

Se presenta hoy un libro que reúne artistas y obras que han expuesto en el museo, con motivo de la conmemoración de su décimo aniversario.

Domingo Sahda. Exposición en setiembre de 2008.

Se presenta hoy un libro que reúne artistas y obras que han expuesto en el museo, con motivo de la conmemoración de su décimo aniversario.

“Mitos y leyendas justicialistas”, de Daniel Santoro, agosto de 2010.

Se presenta hoy un libro que reúne artistas y obras que han expuesto en el museo, con motivo de la conmemoración de su décimo aniversario.

“Yo siempre estuve aquí”, de Ana Fabry, septiembre de 2010.

Se presenta hoy un libro que reúne artistas y obras que han expuesto en el museo, con motivo de la conmemoración de su décimo aniversario.

Serigrafía de Sergio Fasola, junio de 2012.