LO CONFORMAN UNAS VEINTE VOLUNTARIAS

El grupo Mamá Corazón cumplió

diez años en el Hospital Iturraspe

Sus integrantes dan contención a las madres que tienen a sus bebés prematuros internados en el área de Neonatología del nosocomio. Estimular la lactancia materna es uno de los objetivos centrales.

Juan Ignacio Novak

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Recién habían pasado 5 minutos del domingo 21 de octubre cuando Silvia Bonomo recibió un mensaje de texto en su teléfono celular. Era un saludo por el Día de la Madre de un emisor muy particular: una mamá que hasta hace unos meses había sido inquilina de la Residencia para Madres del Hospital Iturraspe, donde el grupo “Mamá Corazón”, que coordina Silvia, cumplió 10 años al servicio de las mujeres que tienen a sus pequeños hijos internados en la Neonatología del efector, a las que acompañan y apoyan en tan dura circunstancia.

A pesar de que las primeras integrantes de este grupo -que forma parte de la Asociación Susy Tomas- comenzaron a desandar formalmente su “camino de amor” en octubre de 2002, para encontrar el origen hay que remontarse a marzo de ese año. Por entonces el Dr. Fernando Redondo, jefe del área de Neonatología del Iturraspe, planteó la necesidad de crear un grupo de voluntarias para acompañar a las familias de los bebés recién nacidos en el nosocomio.

“Nos gustó la idea”, recordó Silvia Bonomo diez años después. Y contó que tras la convocatoria comenzaron con una instancia de capacitación que duró más de medio año, para conocer la infraestructura hospitalaria, los beneficios de la lactancia materna y los riesgos de los bebés prematuros, entre otros puntos.

“Teníamos que ir dos veces a la semana al hospital, dos horas”, señaló Bonomo. Incluso visitaron la Maternidad Sardá, en Buenos Aires, para observar el trabajo de las Damas Rosadas, un grupo de voluntarias precursoras en el país.

Desde el inicio, el grupo se manejó con pautas claras. Tal como sintetizó el Dr. Redondo, “el concepto no es proveer recursos económicos, como ropa o posibilidades de trabajo, sino generar acompañamiento a las familias que vienen a tener sus bebés al hospital, en especial las que por alguna razón deben dejar a sus bebés internados”. De todos modos, algo que agradecen las integrantes es que siempre recibieron el apoyo desinteresado de la comunidad, bajo la forma de donaciones. “Nos conocen y saben que las cosas se vuelcan a las mamás”, explicó Bonomo.

Contención y apoyo

La labor cotidiana que realiza este grupo tiene como entorno la Residencia para Madres que funciona en el interior del Hospital Iturraspe. Ese es el espacio en el que viven, algunas por varios meses, entre 15 y 20 mamás que tienen a sus bebés internados por haber nacido prematuros o con alguna patología, para poder estar en todo momento cerca de ellos. Allí funciona también el Aula Corazón, donde las “inquilinas” de la casa, que en repetidas ocasiones son muy jóvenes y de escasos recursos, pueden tener acceso a la educación primaria y completar su educación formal.

Son muchas las metas que tratan de alcanzar las voluntarias en su trabajo cotidiano. Pero invariablemente el estímulo de la lactancia materna y la capacitación de las madres para que aprendan los cuidados necesarios para el bebé figuran como las prioridades. “El mayor beneficio es el acompañamiento. Muchas de las voluntarias tuvieron experiencias difíciles con sus hijos y por eso está bueno que puedan transmitirlas y traducir el idioma médico en el informe”, señaló Redondo.

Al repasar una década de trabajo -en la que el grupo tuvo mucho que ver con logros tales como la distinción al Iturraspe como Hospital Amigo de la Madre y el Niño por parte de Unicef- el balance es muy positivo.

Las palabras de Susana Sabino, una de las voluntarias del grupo, funcionan como síntesis de lo que sienten todas las que compartieron su testimonio: “Estoy re feliz, me llena un lugar importantísimo de mi vida estar con las chicas. Me encanta ser la segunda mamá de todas. El grupo es hermoso y las mamás nos llevamos bien, que es lo importante”.

Lactancia

Uno de los objetivos que persigue “Mamá Corazón” es estimular la lactancia materna exclusiva, que fortalece el vínculo madre hijo. Frente a esto, la coordinadora del grupo, Silvia Bonomo, sostiene que aún subsisten algunos preconceptos falsos o erróneos en torno a esta práctica que deben ser erradicados. Pero valoró que en una década el concepto cambió en la sociedad. “Las mamás nuevas quieren aprender. Se trabajó mucho a nivel comunidad para difundirla y se lograron muchas cosas”, remarcó Bonomo.

Solidarias.

Las mujeres que forman parte del grupo coinciden en que es un espacio importante en sus vidas. Y dicen que siempre hacen falta más voluntarias para que sumen su granito de arena.

Foto: Guillermo Di Salvatore

/// EL DATO