Tras la liberación

Tognoli: “Fui un preso político”

Tognoli: “Fui un preso político”

“Con la mediatización que tuvo el caso, no había forma de que yo pudiera seguir conduciendo nada; era un autito chocador”.

Foto: Flavio Raina

El ex jefe de Policía considera que fue víctima de una operación a la que era ajeno y sin elementos concretos para acusarlo. “Me condenaron sin derecho a defensa”, reprochó.

 

Emerio Agretti

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“Me mataron socialmente”. “Destruyeron a mi familia”. “Me condenaron antes de tiempo, sin derecho de defensa y sin presunción de inocencia”. En diálogo con El Litoral, el ex jefe de Policía Hugo Tognoli desgrana los efectos de la movida que lo convirtió en “un preso político”, y el “jamón del sandwich” en el enfrentamiento del gobierno nacional con las autoridades santafesinas.

Recién retornado a su domicilio luego de “una verdadera pesadilla: quince días en una pieza de dos por dos, sometido a la teoría del silencio, sin nadie que me hable y más solo que indio malo”, el ex funcionario policial remarca el “daño psicológico” que le provocó haber sido sometido a ese trato, “sin tener nada que ver y sin elementos para acusarme, tienen que volver a la Facultad de Derecho”.

“Anoche, cuando por fin estaba de vuelta en mi casa, a la noche me dieron ganas de ir al baño y en la oscuridad empecé a los gritos: ‘¡Guardia, guardia!, hasta que mi señora me tuvo que ayudar”, graficó. “¿Quién paga todo ese daño?”, interrogó

Tognoli dijo que, si bien la causa continúa, su liberación trajo un poco de tranquilidad a su familia. “Ellos tienen que enfrentar a diario la salida a la calle, con todas las cosas que se dijeron y se dicen. Yo desde que me casé hace 26 años vivo en la casa de mis suegros, y no tengo otros bienes. Aunque por lo que adjudican, parece que yo tuviera más propiedades que el áloe vera”, ironizó.

Politización

También tuvo en claro que la cuestión “se politizó desde un primer momento. El mismo día en que se publicó en Página/12 la noticia de la investigación judicial, ya había un equipo de la televisión pública apostado en la casa particular del ministro de Seguridad, Raúl Lamberto”, que aún no sabía siquiera cuál era la razón.

Al respecto, no duda en considerarse “un preso político”, producto de un enfrentamiento entre el gobierno nacional y la provincia, y “el jamón del sandwich” de una operación de ese tenor.

Tognoli negó estar implicado por alguna escucha telefónica y conocer al supuesto narcotraficante Ascaíni. “La Dirección de Prevención y Control de Adicciones lo estaba investigando, y tuvo que cesar por indicación de la fiscal Liliana Bettiolo”, precisó. Y, con respecto al supuesto aviso que él le dio de que lo estaba siguiendo la Policia Aeroportuaria, “desde 2010 figura en un expediente en el Juzgado Federal Nº 4 que el mismo Azcaíni declaró que al aviso se lo dieron desde la comisaría de Villa Cañás. Entonces ¿por qué me detienen a mí?”, insistió.

Sobre las 48 horas en la que la Justicia lo consideró prófugo, aseguró no haberse presentado ante el juez por cuestiones de salud. Dijo que en esos días, padecía un “estado febril” producto de la situación estresante que estaba viviendo, y aseguró que su abogado intentó comunicarse con el juez, pero sin éxito.

Contraprueba

Tognoli negó -tal como lo demostró su defensa- haber tenido asignada una clave del Registro Nacional del Automotor, dato que se invocó para justificar el pedido de información sobre un narcotraficante. “Esas claves se entregan en sobre cerrado al personal que las va a utilizar. Yo lo único que hago, como superior, es gestionarla”, reiteró.

También se quejó del procedimiento judicial. “Demostré que no tenía clave y los días seguían pasando. Se tomaron declaraciones a personas que tenían enemistad manifiesta conmigo y no se avanzaba en las personas que estaban en el expediente a tal punto que hubo que presentar una recusación (a la fiscal)”, recordó.

Más allá de todo esto, Tognoli tiene clara conciencia de que, desde el primer momento y aún cuando no hubiese elementos para abonar su pretendida culpabilidad, la posibilidad de continuar al frente de la Policía estaba clausurada. “Con la mediatización que tuvo el caso, con la manera en que se había encarado el tema, yo ya no podía conducir nada; era un autito chocador. Por eso presenté mi renuncia”.

Condena mediática

El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, repudió la condena “mediática y social”, y reclamó una instancia de reflexión. “Siempre pensamos que teníamos que respetar a la Justicia; por eso no juzgamos ni condenamos. Tenemos que ser prudentes. Lamento que una condena mediática haya manchado, primero a una provincia, a una persona y a una familia que tuvo que soportar este escarnio por un hecho que después se demostró que por lo menos faltaban las pruebas”, expresó.

De todas maneras, Hermes Binner advirtió que “sería un error” creer que porque se liberó a Tognoli, la causa por los presuntos vínculos con el narcotráfico “ya pasó”. Sobre esa base, instó a las fuerzas de seguridad federales y provinciales a “trabajar juntas para derrotar el flagelo de la droga”..

Decisión

El ex jefe de Policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, fue liberado ayer, tras pasar dos semanas detenido, luego de que la Justicia Federal considerase que había “falta de mérito” en la causa en que se lo investiga por presuntos vínculos con el narcotráfico. El juez federal Carlos Vera Barros explicó que dispuso liberar a Tognoli porque “no había elementos para procesarlo ni para sobreseerlo”, aunque aclaró que “continúa afectado a la causa”.

En números

“En los años anteriores, de 2003 al 2007, sólo se habían hecho 560 allanamientos con incautación de 60 kilos de cocaína y menos de 3 mil kilos de marihuana. En mi gestión, de 2008 a 2011, se hicieron más de 1.200 allanamientos, con el récord en un año: 379 en el 2009. Allanar es la verdadera forma de atacar el narcotráfico toda vez que para ello se requiere una orden judicial y, a su vez, para ésta una investigación previa. Se desbarataron 12 cocinas, eso no se había visto en la provincia. La primera cocina se desbarata en Rosario el 28 de mayo de 2008.Se incautaron más de 600 kilos de cocaína y más de 15 toneladas de marihuana. Es decir el mil por ciento más de cocaína que antes”, precisó Tognoli.

/// LA CLAVE

/// EL DATO