A un año de la muerte de Falaschi

“No descansaré hasta encontrar responsables”

Lo dijo la madre del piloto oriundo de Las parejas, quien perdió su vida en un accidente ocurrido en la final del Turismo Carretera, disputado el 13 de noviembre de 2011 en el circuito Juan Manuel Fangio de Balcarce. Era un trazado donde no estaban dadas las medidas de seguridad.

A.jpg

Fatal. Así fue el accidente que le costó la vida a una joven promesa del automovilismo argentino y de lo cual hoy todavía nadie se hace responsable.

Foto: Agencia Télam

 

De la redacción de El Litoral

[email protected]

Hoy se cumple un año de la muerte (¿evitable?) del joven y promisorio piloto Guido Falaschi en el circuito Juan Manuel Fangio de Balcarce, su madre, Graciela Santilli, sufre el doloroso peso de la ausencia del ser más querido, aunque aseguró tener “las fuerzas para encontrar la verdad sobre la muerte” de su único hijo. Fue en una penúltima final de la temporada 2011 del Turismo Carretera cuando Falaschi, en el intento por evitar a Leonel Larrauri a la salida del puente del trazado balcarceño, perdió el control de su Ford. El auto número 16 rebotó entonces contra las gomas de contención y fue embestido primero por el Chevrolet de Guillermo Ortelli y luego, en medio de una nube de polvo y de costado, por el auto de Néstor Girolami.

Falaschi se convirtió en el último piloto fallecido de una extensa lista de 57 que perdieron la vida en el TC, y el primero desde que en 2008 fueron prohibidos los acompañantes. Pese al dolor de una fecha más que especial, la debilidad y el sufrimiento parecen haber fortalecido el alma marchita de Graciela, la mamá que ya no tiene a Guido y que denodadamente busca justicia por su hijo. “Lo más importante que tenía ya lo perdí y no lo voy a recuperar. Mis días pasan y trato de estar lo mejor posible por mis padres, que ya son grandes, por mi marido, que no está bien, y porque sé que a Guido no le gustaría verme mal”, afirmó la señora a varios medios, entre otros a la agencia DyN. Santilli, no cree en arrepentimientos, porque siempre, dijo, intentó inculcarle a Falaschi junto a su esposo la responsabilidad y el respeto por la profesión, sea cual sea. “No me arrepiento de permitirle ser piloto”, admitió sin embargo Graciela, “de hecho, le diría que vuelva a serlo, porque Guido amaba eso. Tampoco quiero que el automovilismo desaparezca porque es lo que a él le encantaba”.

La noticia, en aquel momento, conmovió al ambiente del automovilismo. Es que “El Principito”, era querido y respetado por quienes lo conocían mucho y no tanto. “Guido era un chico muy especial. Era un chico transparente, sano, sincero, respetuoso, sin nada para ocultar. Extraño darle un beso, hacerle una caricia, extraño todo”, sostuvo Graciela, con firmeza en sus palabras pero un hilo de voz que por momentos vibraba por la emoción del recuerdo.

Dijo Santilli que no vio más carreras, que no sabe nada de lo que pasa en el automovilismo actual después de la pérdida de su hijo. Sostuvo, además, que todo lo hace acordar a él, que le pide cotidianamente que la acompañe siempre, que la deje “acá hasta que pueda hacer justicia”. Que después, no sabe cómo, cuándo ni en qué forma, se reencontrarán “de alguna forma”. “Uno aprende a rescatar algunas cosas. Así como hubo gente que después de lo de Guido se alejó hubo otra que se acercó, pero la vida es así”, remarcó, sincera y resignada, al tiempo que avisó: “Se lo prometí a Guido: voy a sacar fuerzas de donde no tenga para que cada uno de los responsables por lo menos diga ‘sí, me equivoqué’.

La vida le puso por delante una dura prueba. La pérdida de un hijo debe suponer, para cualquier padre, la muerte en vida de una parte suya, pero más lo será, seguramente, cuando se trata de un único hijo. Pese a ello, Graciela dijo sentir un pequeño alivio en medio del dolor que, sabe, padecerá por siempre. El de la felicidad con la que vivió su hijo, que llegó a ser campeón de Top Race en 2010 y de Fórmula Renault en 2008, en su primera gran conquista de una corta pero exitosa carrera profesional. “A pesar que vivió poco, Guido vivió intensamente, fue un chico feliz desde que nació, amado. Sus 22 años fueron plenos de felicidad. Sé que la nuestra fue una familia feliz, ahora no lo es”, concluyó la madre del “Guido de Las Parejas”.

Más declaraciones de una madre dolida

Graciela Santilli evitó mencionar al presidente de la ACTC, Oscar Aventín, al cuestionarlo por sostener tras la muerte de su hijo, Guido Falaschi, que “no falló nada” en el circuito de Balcarce, donde el piloto santafesino sufrió un mortal accidente. Sin embargo, sí lo nombró al considerar que aquel dirigente es “desprolijo” cada vez que emite una declaración y al pedirle que le imponga “retórica y alma” a sus palabras. “Si no falló nada cuando muere una persona, ¿a qué le llaman falla? ¿a que haya poca gente en un circuito? ¿o que se muera un chico de 22 años?

Nunca los voy a entender”, se preguntó Santilli en diálogo con DyN. “No falló nada”, sostuvo Aventín en una conferencia de prensa posterior a la muerte de Falaschi, donde también admitió que volvería a Balcarce... “Hace poco salió publicada una nota en un diario en la que Aventín dijo que a Balcarce se volvería a correr siempre y cuando la Municipalidad apoye al menos en las condiciones mínimas de seguridad... Cada vez que habla Aventín es tan desprolijo, porque no es que hay que cumplir con las mínimas medidas de seguridad, sino que hay que extremarlas”, remarcó.

En esa dirección, agregó: “Por eso hay que tener un poquito de retórica y de alma al momento de hablar. Él dijo que cuando llegamos el jueves no estaban las gomas puestas, con lo cual estaba diciendo que cuando se corrió y Guido muere no fue por un accidente. Guido murió por negligencia de mucha gente, un accidente es otra cosa. Si las cosas se hacían como lo marcan las normas FIA, Guido hoy estaría corriendo”, consideró. Por último, y apuntando a cosas mucho más profundas, disparó: “No me sirve que le hagan ningún tipo de homenaje porque lo pusiste en un cajón sin fondo, porque el casco era medio punto más grande pasando tres técnicas el mismo día y porque le ‘tocó la bolilla’. ‘Yo no lo mandé a jugar al bingo, fue a correr una carrera de autos”, finalizó Santilli.

B.jpg

“Más seguridad”

Graciela Santilli pidió más seguridad y no más muertes, al considerar que ya hubo demasiados decesos “por negligencias” en la seguridad de los circuitos. “Yo lo único que pido es que traten de que no haya otra muerte porque ya hubo demasiadas por negligencias. No creo que se pueda vivir bien con la muerte de un chico de 22 años en la conciencia por un peso más o un peso menos”, afirmó.

La madre de Falaschi consideró que muchas veces se corre en circuitos no aptos para recibir una competencia, y que priorizan lo económico por sobre otras cuestiones como la seguridad. “Creo que van a correr donde quieren y no les importa nada la vida de los demás con tal de tener un peso en el bolsillo”, dijo, y amplió: “Si con las medidas mínimas cumplís, podés decirle a alguien ‘te llevo arriba con un avión y te doy un paracaídas que no sé cómo está, tirá de la piola y fijate si abre. Me parece inhumano”. Por último, hizo su descargo contra los entes fiscalizadores, el Automóvil Club a través de su CDA y la ACTC. “Lo sabe el Automóvil Club y lo sabe la ACTC que todavía hay circuitos en los que no se pueden correr porque no cumplen con las normas FIA, y todavía siguen yendo”, concluyó.

Comunicado

El último equipo que corrió Guido Falaschi, el ex HAZ, se retiró del TC y ahora se denomina PSG16 (Por Siempre Guido y el número del auto) interviene en el Súper TC 2000. Con motivo del primer aniversario del fatal accidente, emitieron este comunicado: “Era el hijo de Graciela y Víctor; era nuestro amigo y compañero. Tenía sólo 22 años y un montón de sueños. Y además, tenía razones para soñar, porque era un piloto extraordinario. Guido Falaschi murió en el autódromo de Balcarce, durante una competencia de Turismo Carretera, hace exactamente un año. Guido no murió por un accidente; lo mató una combinación fatal de negligencia y codicia. Y su muerte fue enterrada por el silencio cómplice, por la inacción de la Justicia, por el olvido oportunista”, recalcaron. “Un año después, seguimos reclamando que su muerte no quede en la nada. Nosotros no podemos olvidarlo; no queremos olvidarlo. Lo tenemos siempre con nosotros. Por eso, dejamos de ser el equipo HAZ, para convertirnos en el PSG 16, Por Siempre Guido, con el número que lo acompañaba en las carreras. Por eso, dejamos de competir en el Turismo Carretera, para no convalidar una serie de prácticas que ponen en riesgo las vidas de pilotos, mecánicos y público. Y no vamos a olvidarlo nunca...l”, subrayaron.