EN BUENOS AIRES

La obra de Caravaggio en una muestra inédita

La exposición “Caravaggio y sus seguidores”, que no tiene antecedentes por su importancia en toda América Latina, se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes. Allí se presenta un destacado conjunto de obras del célebre pintor del Barroco europeo, y un grupo de piezas de artistas de la época.

 
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Por primera vez en la Argentina, los amantes de la pintura pueden disfrutar de la obra de Caravaggio, maestro del Barroco italiano, y del trabajo de una decena de sus seguidores. Fotos: Télam

Télam

En el marco del cuarto centenario de Michelangelo Merisi de Caravaggio (1571-1610), se expone “Caravaggio y sus seguidores” en el Museo Nacional de Bellas Artes, en Buenos Aires. Acompañan a las obras del genial artista un grupo de piezas de creadores de la época, influenciados por su producción y su técnica, entre ellos Artemisia Gentileschi, Bartolomeo Cavarozzi, Giovanni Baglione, Hendrick van Somer y José de Ribera.

La muestra fue concebida por Rossella Vodret, una de las grandes especialistas de Caravaggio en Italia, jefa de la Superintendencia Especial para el Patrimonio Histórico, Artístico y Etnoantropológico y de los Museos de la Ciudad de Roma, y fue curada por el profesor Giorgio Leone.

Se pueden apreciar más de veinte obras procedentes de instituciones italianas y de colecciones privadas de Italia, Malta e Inglaterra.

Algunas pinturas pertenecen a tres de los museos estatales más prestigiosos de Italia: Galleria Nazionale d‘Arte Antica di Palazzo Barberini y Galleria Borghese (Roma) y la Galleria degli Uffizi (Florencia).

Además, hay pinturas de la Galleria Nazionale d‘Arte Antica in Palazzo Corsini, Galeria Spada, Museo Diocesano Prenestino di Arte Sacra) y de Urbino (Galleria Nazionale delle Marche).

Caravaggio nació en 1571, probablemente en Milán y se trasladó con su familia a Caravaggio en 1576, huyendo de la peste que asolaba su ciudad natal.

Conocido como un artista “tenebrista”, cuyo estilo combinaba fondos negros con focos de luz intensa, fue uno de los artistas con mayor influencia en la historia de la pintura.

Sus obras -destacan los organizadores- “evidencian una existencia impetuosa y turbulenta, con escenas de tema religioso de marcada violencia y crueldad, en las que puede verse un enérgico contraste entre los fondos oscuros y los personajes bañados por una luz fuerte y dramática, principal característica de su producción”.

“Estas pinturas -precisan- también se definen por un marcado realismo en la representación de los personajes, sus vestimentas y los objetos que los rodean”.

Historia del arte

Formado en Milán y Roma, Caravaggio viajó luego a Nápoles, Malta, Siracusa, Messina y Palermo, escapando de un sitio a otro debido a su tumultuosa vida, y murió joven, en 1610, sin haber podido regresar a Roma. Estos viajes permitieron la difusión rápida de su pintura, y todavía en vida, su obra y la técnica que empleó sirvieron de inspiración para sus seguidores.

Para la muestra, dijo Vodret, “adoptamos una línea curatorial innovadora mostrando obras conocidas del imaginario de Caravaggio, nuevos descubrimientos y lo que llamo cuadros problema -como concepto de la historia del arte- es decir, obras en estudio que estamos comparando con otros trabajos del artista”.

El primer núcleo de la exposición está compuesto por las obras del gran maestro lombardo: “San Jerónimo escribiendo” (1605-1606), de la colección de la Galleria Borghese y “San Francisco meditando” (1606), del Palazzo Barberini.

Asimismo a este bloque pertenecen “Medusa” (1597), de una colección particular, “San Juan Bautista que alimenta al cordero”, pintura del siglo XVII también de una colección privada, obras que se exponen por primera vez después de probarse su autenticidad.

También el Retrato del Cardenal (Benedetto Giustiniani), (1599-1600), de la Galleria degli Uffizi, que es la primera vez que sale de Italia, de una época muy productiva del artista. Y se completa con “San Genaro decapitado o Santo Agapito” (1610) (atribuida a Caravaggio) de la colección del Museo Diocesano, y “San Francisco meditando” (1606-1618), copia de autor, de una colección privada.

En los núcleos restantes podrán verse las obras de catorce artistas influenciados por Caravaggio, que adoptaron su técnica: “Siempre digo que fue una gran desventura para los artistas de la época vivir en el mismo período que un genio. Eran grandes pintores, pero cuando se los compara con un genio, todo queda oscurecido. Y es importante que el público comprenda la relación de los artistas de la época con Caravaggio”, explica Vodret.

A su vez, el Museo Nacional de Bellas Artes posee un importante grupo de piezas del Barroco de Bartolomeo Cavarozzi, Luca Giordano, Francisco de Zurbarán, Peter Paul Rubens, Rembrandt Harmensz van Rijn y José de Ribera, entre otros.

“Caravaggio y sus seguidores” se acompaña de un catálogo con estudios académicos sobre el artista y su producción, con aportes en relación a las atribuciones, y la tarea de los especialistas italianos en conservación y restauración en las obras. Se completa asimismo con ensayos del Área de Investigación del MNBA.

Esta exposición fue posible gracias al apoyo de la Asociación Amigos del MNBA, de la embajada de Italia -en su calidad de auspiciante- y de las empresas patrocinantes Case IH, New Holland, Iveco Argentina y Fiat Auto Argentina.


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Entre las siete piezas llegadas desde distintas pinacotecas italianas figuran la “Medusa Murtola”, recientemente identificada como obra del pintor, “San Jerónimo escribiendo” (foto) o “San Francisco meditando”, acompañadas de lienzos de catorce de sus seguidores, los llamados “caravaggistas”. Foto: Archivo El Litoral

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“Vocación de San Mateo”. Foto: Archivo El Litoral

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La exposición es la primera muestra de pinturas del artista lombardo (1571-1610), de quien sólo se han exhibido en la Argentina dos naturalezas muertas, propiedad de coleccionistas locales, en los años sesenta. Foto: Télam

La muestra, concebida en Italia y llegada a la capital argentina tras su paso por el Museo de Arte de Sao Paulo (Brasil), permite encontrar las principales características del autor: el tratamiento de la luz y el realismo. Aquí, “San Francisco meditando”. Foto: Archivo El Litoral