EDITORIAL

Violenta reacción del titular de Afsca

Enterado del fallo de la Cámara Civil y Comercial de la Nación que prorroga la medida cautelar que protege al Grupo Clarín de la aplicación de dos artículos de la Ley de Medios cuestionados en su constitucionalidad, hasta tanto se produzca la sentencia sobre este tema de fondo, Martín Sabbatella, titular de la Afsca, tuvo una reacción que lo pinta de cuerpo entero. Y lo que muestra, evidencia los erróneos criterios de selección de personal de la presidencia de la Nación.

Tribuna política

6 D: el pingüino está rengo

Nada volverá a ser igual para el gobierno, el jueves 6 de diciembre, mientras una gaseosa nube tóxica (de verdad) pasaba por Comodoro Py y gran parte de la zona norte de Buenos Aires y el diluvio azotaba como pocas veces, la Justicia (así, con mayúscula) desinflaba las expectativas de la gran epopeya kirchnerista prorrogando los términos a su enemigo predilecto.

al margen de la crónica

Un asunto familiar

Uno de los robos más sonados de la historia, el del “Retrato del Duque de Wellington” de Goya en la National Gallery de Londres en 1961, fue obra del hijo de quien hasta ahora se creía el ladrón, según documentos desclasificados publicados por el diario The Guardian.

Sobre el meneado golpe institucional

Finalmente la verdad salió a la luz. El gobierno terminó haciendo público su sordo resentimiento contra la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a la que hasta ayer adulaba en el discurso como expresión celebratoria de su propia y publicitada épica transformadora. Adiós al engañoso cotillón que ensalzaba al nuevo cuerpo de jueces supremos, mientras tomaba la ganancia política que reportaba aquella ficha jugada en el terreno judicial a comienzos de la presidencia de Néstor Kirchner. Ahora se dijo en voz alta lo que se piensa en el círculo íntimo de Cristina Fernández de Kirchner. En adelante, la Corte, hasta aquí integrada por brillantes y éticos juristas, será tratada por la militancia como un cuerpo que supura traición y conspiración. Nunca más será nombrada desde los atriles del poder ni aplaudida por la claque indigna que en la platea inferior aplaude y babea. Por fin, actores principales de la escena nacional se han sacado las máscaras y muestran su autocrático rostro tal como es. Basta de hablar de calidad institucional y otras pamplinas que sólo sirven para tranquilizar a burgueses de errática conciencia. Lo que importa es la densidad del poder, su conservación y aumento, como ya enseñaba en el siglo XVI el siempre recordado Nicoló Machiavelli.