Vocación, compromiso y capacitación

Un grupo de profesionales de la salud del Hospital Cullen se capacita dando charlas y clases magistrales a sus propios compañeros de guardia, para seguir actualizándose y poder brindar un mejor servicio. Nosotros conversó con algunos de ellos para acercar un poco a la sociedad un área que habitualmente está restringida.

TEXTOS. ROMINA SANTOPIETRO. FOTOS. GUILLERMO DI SALVATORE.

 

“Dormía y soñaba que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, serví y vi que el servicio era alegría”.

Rabindranath Tagor.

Para cada tarea que el ser humano desarrolla debe tener un grado de pasión y compromiso. Un cocinero sin amor por su labor hará platos sin inspiración. Un maestro sin voluntad de enseñar hará loritos de sus alumnos. Y un enfermero sin vocación de servicio sólo atenderá a un enfermo, pero no lo ayudará a sanar.

Por suerte, la vocación despertó el deseo de superación del equipo de Enfermería a cargo de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Cullen, lugar donde llegan las emergencias de toda la ciudad y la provincia.

En medio del fragor del día a día, donde se pulsea cada segundo de la vida de un accidentado, estos profesionales de la salud buscaron la forma de hacer aún más por sus pacientes.

De esta manera, sorteando obstáculos como la falta de insumos, de tiempo, o de presupuesto que atraviesa toda la salud pública, decidieron autocapacitarse dando clases magistrales entre iguales, formando grupos que exponen temáticas puntuales acerca de la realidad del servicio de terapia de la institución.

Es un esfuerzo que quita tiempo libre y personal a los enfermeros que trabajan en la UTI, pero asumieron el compromiso de crecer y mejorar sin dudarlo.

Lorena Coronel es enfermera desde hace 8 años y pertenece al servicio desde hace 3. Desde el año pasado es Licenciada en Enfermería. Cuenta que “la capacitación en servicio nutre la profesión y el quehacer diario. Estamos dispuestos a continuar con estos proyectos educacionales; son trascendentes para mejorar como enfermeros y mejorar en cuanto a la calidad de atención que se brinda”.

Ariela Mendoza da el contexto: “El proyecto de charlas nace de la jefatura de la sala. Nos lo comentan en una reunión, a la que nos habían convocado para informarnos sobre la nueva modalidad de trabajo (atención integral personalizada). Al finalizar, el subjefe nos comenta su idea que comencemos a preparar charlas sobre los temas que a nosotros nos inquietan e interesan de lo visto diariamente en la sala. Esto me pareció excelente desde un principio. Todo esto sirve para refrescar conocimientos, investigar, nos ayuda a recapacitar y volver a hacer las tareas de enfermería a consciencia y no desde la rutina”.

“Fue allí donde me ofrecí para dar una charla sobre TEC (traumatismo craneoencefálico), patología más frecuente en la UTI. Me guío por la convicción de que somos profesionales de la salud, razón por la cual tenemos que seguir estudiando, perfeccionándonos y crecer. Lamentablemente, las enfermeras/os en la sociedad no estamos considerados como profesionales y este tipo de cosas nos motiva y nos hace crecer desde adentro, desde la enfermería misma”.

COMPROMISO CON LA PROFESIÓN

Osvaldo Raúl Pomies es Licenciado en Enfermería y hace 22 años que trabaja en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital José María Cullen. Es subjefe de la Unidad de Terapia.

“El compromiso con la profesión y el lugar que ocupo dentro del Servicio, como enfermero sub-jefe, fueron las principales motivaciones que me llevaron a coordinar las clases que se dictan una vez por mes en el auditorio del Servicio de Terapia Intensiva del Cullen. Antes de llevar adelante el proyecto, se pidió la autorización al Departamento de Enfermería y al Comité de Docencia e Investigación del hospital, quienes con beneplácito dieron su consentimiento”.

No somos los únicos -aclaró-, ya que hay otros servicios que implementan un proyecto similar. El equipo médico de la UTI, por ejemplo, semanalmente desarrolla clases de diversos temas y actualizaciones. Entonces mi inquietud fue: “¿Por qué no nosotros?”

“Dentro del plantel de enfermeras y enfermeros hay personal capacitado en distintas especialidades, tales como hemodiálisis, cardiología, nutrición, entre otros, a quienes se les asigna o ellos mismos proponen un tema, que es preparado especialmente para ser desarrollado durante la exposición mensual.

También se le solicita al cuerpo médico que brinde exposiciones de temas en particular. Es, en mi opinión, una muy grata experiencia, que nos posibilita crecer tanto en el aspecto personal como en el grupal, ayudando en la integración del equipo, en el afianzamiento de conceptos y de métodos de trabajo, como así también en la práctica de la autocrítica. La Medicina evoluciona a diario, las prácticas y procedimientos también. No podemos entonces, quedarnos atrás”.

TESTIMONIOS

Pamela Perna cuenta: “Tengo 11 años de enfermera y es la primera vez que un proyecto de este tipo es propuesto y desarrollado por personal de Enfermería y lo veo muy productivo, educativo. Cada uno de nosotros desde su lugar -como cuidadores de la salud y el bienestar de la gente y trabajando en equipo con médicos y todo personal de la salud- podemos lograr excelente calidad de atención”.

“En este proyecto participo como oyente. Lo bueno es que nace a partir de las inquietudes que surgen en la sala, y que van desde la atención especifica a los pacientes hasta el manejo de equipos de nueva tecnología. Mi interés personal -aporta- se debe a que incorporo nuevos conocimientos y vuelvo a fijar los ya aprendidos durante los años de trabajo, que -por ya saberlos- se dejan muchas veces de lado”.

“El objetivo del proyecto es que -a través de los trabajos de investigación realizados por los compañeros y el compromiso de todos- podamos mejorar la atención de los pacientes y así brindar mejores resultados en la estadía en terapia hasta el alta definitiva”, concluye.

Cecilia Lacuadra, enfermera, aporta su experiencia dentro del proyecto. “La propuesta vino desde mis jefes de sala un día de guardia y me pareció muy bueno poder hacer un estilo de docencia en el cual refresquemos lo aprendido e incorporemos nuevos saberes. También la integración grupal suma al desempeño de nuestras tareas, exponiendo, debatiendo, para terminar llegando hasta el traslado de estas charlas a la sala, aplicándolas”.

POR EL PACIENTE

Todos los enfermeros coinciden en que el motor de este proyecto es el paciente, poder mejorar en la atención y cuidado de las personas a cargo, por una fuerte vocación de servicio.

“Queremos alcanzar una mejor calidad de trabajo, mejor atención para nuestros enfermitos, para cada una de las personas que tienen que atravesar este difícil momento en este servicio de UTI”, completa Cecilia.

Desde la faz humana, mejorar la atención es un objetivo constante para el hospital. Desde lo institucional, los profesionales están interesados en bajar los índices de morbimortalidad. Este año, los números mostraron que van por buen camino y siguen haciendo las cosas bien, porque se redujo este índice en un 26%.

En este contexto de búsqueda permanente de la excelencia, el proyecto interno de charlas participativas se traduce en una herramienta más -y de aplicación inmediata- en lo que se refiere a tratamiento de salud de emergencia, abarcando varios puntos a reforzar con las distintas charlas que se llevaron y se llevarán a cabo.

Cecilia concluye: “Hace ya 7 años que elegí esta carrera y, aunque tenga momentos muy difíciles, es indescriptible la alegría que se siente cuando algunos pacientitos vienen a saludarnos después de su alta, dándonos gracias por todo lo hecho. Eso hace que el corazón no entre en el pecho de tanto orgullo”.

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Clases de capacitación a cargo de los propios integrantes del servicio de Terapia Intensiva del hospital Cullen.

“El objetivo del proyecto es que podamos mejorar la atención de los pacientes y así brindar mejores resultados en la estadía en terapia hasta el alta definitiva”

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La finalidad del proyecto es mejorar día a día en la atención de los pacientes que llegan a la UTI.

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