De cara a un difícil 2013

Hollande defenderá la industria francesa

El presidente francés prometió el apoyo del Estado para impedir deslocalizaciones y desinversiones.

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François Hollande intentó transmitir tranquilidad, aunque no concedió a los sindicatos las palabras que éstos habrían querido escuchar. Foto: Agencia EFE

 

Agencia EFE

El presidente francés, François Hollande, escenificó hoy su compromiso de defender los intereses de la industria francesa y prometió el apoyo del Estado para impedir deslocalizaciones y desinversiones.

En un desplazamiento en Louviers, a cien kilómetros al norte de París, Hollande tuvo la primera ocasión de demostrar además, en un contexto económico que se anuncia difícil en 2013 para Francia, que pretende adoptar una actitud más cercana con los franceses en dificultades.

Por eso eligió la localidad de Val-de-Reuil, donde se reunió con una delegación sindical en representación de los trabajadores de una refinería que emplea a 470 personas, en liquidación judicial desde octubre pero que busca inversores industriales para evitar el cierre definitivo.

Es uno de los ejemplos que los franceses han podido tomar como símbolo de la desinversión en sectores industriales que sufren la competencia exterior, fundamentalmente por los costes de producción más elevados en Francia en comparación con otros países de su entorno.

Pero al recibir a los delegados sindicales de la refinería de Petroplus, Hollande no ocultó que hay dificultades para encontrar un inversor que quiera hacerse con las instalaciones y dejó claro que “el Estado no puede ser quien las asuma”.

Para quienes pudieron pensar que las autoridades iban a comprometerse públicamente en una solución para la refinería mediante una inversión estatal en la planta, el mensaje de Hollande fue rotundo: no habrá dinero de las arcas públicas.

Estado presente

La visita de hoy tenía que ver con el reto que él mismo lanzó al anterior presidente, Nicolas Sarkozy, cuando hace un año viajó al mismo lugar y se preguntó públicamente “¿dónde está el Estado, dónde está el Gobierno?” en relación con la situación de Petroplus.

Hollande, sin embargo, no concedió a los sindicatos las palabras que estos habrían querido escuchar en relación con un compromiso más preciso del Estado para garantizar la supervivencia de Petroplus.

La visita del presidente, que su entorno aseguró inicia una práctica de visitas semanales sobre el terreno por todo el país, sigue a meses de polémicas sobre la progresiva desaparición de tejido industrial, simbolizado por casos como el de la siderúrgica de Arcelor Mittal en Florange.

El manejo de este asunto caliente por parte del Gobierno que preside Jean-Marc Ayrault -con mensajes opuestos en relación con la eventual nacionalización de la planta que pusieron de evidencia la divergencia de criterios dentro del Ejecutivo- contribuyó además a la caída de la popularidad de los nuevos responsables de la mayoría socialista en el poder.

En 2013 al Gobierno francés le esperan las gestiones de asuntos delicados, como los ajustes en grandes empresas como la automovilística PSA, que ya ha anunciado su plan de reducción de sus efectivos en Francia en ocho mil trabajadores.