Pese a la mala campaña

Las legumbres siguen en agenda

Los excesos hídricos de agosto y septiembre sentenciaron la campaña de las leguminosas en Santa Fe. Sin embargo, aunque todavía es temprano, asoman argumentos de peso que permiten ilusionarse con un crecimiento del área sembrada a nivel provincial.

Las legumbres siguen en agenda
 

Campolitoral

[email protected]

“Esta puede catalogarse como una campaña bastante pobre”, dice -lacónico- en Ing. Agr. Gabriel Prieto, director de la Agencia de Extensión del INTA en Arroyo Seco. Lo afirma en relación con el desempeño de las legumbres en la provincia, a raíz de los números que arroja un trabajo realizado desde la entidad, abarcando la campaña invernal a nivel general en dos departamentos del sur provincial. Constitución y Rosario vienen siendo desde hace años, los de mayor producción de legumbres dentro de la provincia. En el ciclo 2011/12, se habían sembrado 18.000 hectáreas de lentejas, 37.500 de arvejas y 14.800 de garbanzos.

“El transcurso de esta campaña se caracterizó por la fuerte demanda de información acerca de cultivos alternativos al trigo, entre los cuales se manifestó mayor interés por garbanzo, arveja, cebada cervecera y colza”, dice el trabajo realizado junto al Ing. Agr. Javier García Favre, reafirmando esta tendencia.

Sin embargo, en esta zona, el impacto del clima fue demoledor, y las cifras son lapidarias: del total del área relevada, se desprende el primer guarismo impactante: a nivel general un 39.5 % se halla sembrado con cultivos de invierno (7 puntos porcentuales por debajo de la campaña 2011). Allí, el trigo representa un 41 % de lo sembrado. Vale la pena aclarar que el retroceso del cereal fue de 3 puntos porcentuales respecto de 2011, y que en valores absolutos el área disminuyó 19.000 hectáreas, ubicándose en 74.291 hectáreas totales.

Números negros

Pero la caída de los cultivos invernales también afectó a las legumbres, que asomaban como las nuevas alternativas. Por caso la arveja, que redujo su participación en 3 puntos porcentuales. En valores absolutos el área alcanzó las 37.510 hectáreas, lo que implicó una caída de 12.500 hectáreas respecto de 2011. El área dedicada a lenteja cayó fuertemente, fundamentalmente por los bajos precios relativos de esta legumbre. El trabajo destaca que este año representa sólo el 10.5 % entre los cultivos de invierno, con un área total de 18.888 hectáreas, 21.000 menos que en 2011.

“El cultivo más afectado fue la lenteja, la que un muy alto porcentaje no va a ser cosechada, y los lotes que se cosechen tendrán rendimientos muy por debajo de la media, con serios problemas de calidad. El caso de la arveja es similar, con menores pérdidas en área y rendimiento, pero a la fecha de este informe puede evolucionar a una situación aún peor de seguir las condiciones de altas precipitaciones”, destacan los especialistas.

Finalmente, el garbanzo presenta un cuadro preocupante por la alta incidencia de enfermedades vasculares que están afectando a los lotes de producción, agravado por la falta de cuaje de flores debido fundamentalmente a la escasa radiación solar registrada, con un pronóstico poco alentador.

En agenda

El tema es seguido de cerca por la comisión de desarrollo de legumbres, que decidió potenciar los conocimientos de empresas y entidades desde hace más de un año en la Bolsa de Comercio de Santa Fe. En la última reunión de la semana pasada, se evaluaron las acciones desarrolladas durante este año tan particular, dentro de las cuatro subcomisiones designadas a tal efecto: de mejoramiento genético (variedades y producción de semillas); de buenas prácticas, manejo de cultivos y calidad; comercialización y mercados; y valor agregado e industrialización.

Participaron del encuentro, el presidente de la entidad, Dr. Eduardo González Kees; el prosecretario, Ing. Gabriel Filippa, a cargo del programa legumbres dentro de la institución; el director regional de INTA, Ing. José Luis Spontón; el director de la Agencia de Extensión de INTA de Arroyo Seco y el especialista en legumbres, Ing. Gabriel Prieto. En representación de Senasa, la Ing. Analía Fernández y Betiana Beltramo y Javier Paschetta, por la firma Belkana SA, de María Juana.

En primer lugar, se consideró la pérdida casi total de la producción de legumbres en el ciclo agrícola 2011/2012, debido a los factores climáticos: los altos registros pluviométricos que tuvieron lugar durante el mes de agosto en toda la provincia. El trabajo expuesto en los departamentos Constitución y Rosario refleja una realidad general, a la que se sumaron, a partir de septiembre, heladas a destiempo y la incidencia del fenómeno de El Niño.

Para el Ing. Gabriel Filippa, en zonas puntuales, esta fue la peor campaña de la historia. “Nunca nos pasó de perder todo: el 100 % de la lenteja, el 90 de la arveja, y del garbanzo casi 100 %. Sin embargo, las zonas legumbreras van a seguir. Nosotros debemos incentivar a continuar esta producción alternativa al trigo de invierno estudiando sus enfermedades, para seguir apostando a la gran demanda mundial y al potencial que tienen”, destacó.

Las dos caras de la moneda

El incremento de la siembra de legumbres en los últimos años obedeció a dos factores principales: las dificultades que encontró el productor para comercializar el trigo a partir de la intervención estatal en su mercado, y la creciente demanda de proteína vegetal por parte de naciones europeas perjudicadas por la crisis económica-financiera, y de los mercados ubicados en Medio Oriente, Asia y África, que las tienen incorporadas en la dieta básica. La producción y comercialización de legumbres se observa como una favorable perspectiva de futuro.

En la provincia de Santa Fe, a la tradicional zona legumbrera se le sumaron otras en la región central, en la que los productores se animaron a incorporar estos cultivos agrícolas como alternativa o complementarios del trigo y a la cebada.

Pese a este resultado adverso de la última campaña - en la que tampoco se lograron buenos rindes en trigo y en cebada-, en la reunión se consideró que se debían profundizar, por parte de los organismos e instituciones que componen la comisión, las acciones orientadas a trabajar en la genética y sanidad, en buenas prácticas para el manejo de cultivos y en el establecimiento de los términos de referencia de calidad para garbanzos y arvejas.

Asimismo, se marcó la conveniencia de invitar a incorporarse al esquema de trabajo, a otras instituciones hasta ahora no participantes, como la Bolsa de Comercio de Rosario, AAPRESID y la Universidad Nacional de Rosario.

P9_IMG_3722.JPG

Hora clave. La comisión de seguimiento de legumbres se ilusiona con que el impacto del clima sea pasajero, y que en la próxima campaña se vuelva a apostara por estos cultivos alternativos. Foto:Archivo

Anuncios

Los profesionales de INTA anunciaron que en la nueva cartera de proyectos que el organismo desarrollará para el período 2013/ 2019, para el sur de Santa Fe se incluyeron protocolos de trabajo en sanidad de los cultivos, evaluación de cultivares, manejo de cultivos y buenas prácticas en arvejas. Asimismo, que se llamará a concurso para la incorporación de un fitomejorador de legumbres para la Experimental de Oliveros.

Por su parte, desde Senasa, informaron que la coordinadora de Calidad Agroalimentaria del organismo, Ing. Ana María Di Giulio, comunicó que ya están trabajando en la determinación de los términos de referencia para la clasificación de garbanzos y que, posiblemente, en los primeros meses de este año se contaría con ellos. Desde el seno de la comisión se habían solicitado a la entidad sanitaria estas especificaciones de calidad, medida fundamental en el comercio del garbanzo.

En tanto, la Bolsa de Comercio de Santa Fe comunicó que en noviembre se habían sellado en la institución, los primeros contratos de comercialización de legumbres, paso fundamental para la seguridad de la partes intervinientes y transparencia de las operaciones. También se impuso a los presentes sobre la visita a empresas que comercializan legumbres ubicadas en el sur de la provincia y del gerente de la Cámara Arbitral de Cereales, Bioq. Mauricio Katz, a la planta clasificadora que AFA posee en JB Molinas. En todos los casos, se ofrecieron los servicios que presta la Bolsa (laboratorio o el sellado de contratos), y se analizaron cuestiones comerciales propias de las legumbres.

Por último, se coincidió en que en materia de producción y comercialización de legumbres hay un largo camino por recorrer en todas las etapas de la cadena, y sobre la importancia de la interrelación entre los organismos, instituciones y empresas que trabajan con ellas.

ilusionados

Finalmente, pese a la mala campaña registrada, el Ing. Prieto apunta al futuro. “Creemos que aquél que fracasó y que incursionaba por primera vez y perdió toda la producción probablemente este año siembre poco o nada de legumbres. Pero el precio de las mismas seguirá siendo un llamador, porque a muchos exportadores les faltará mercadería”, sentencia. Y agrega: “el área va a caer, pero no a desaparecer: la legumbre ya demostró ser una alternativa que complementa el trigo, ya que mejoran el rinde del cultivo de verano posterior. Si bien es temprano para saber, creo que la disponibilidad de la semilla y el precio del producto serán un tema clave”.

La arveja pinta bien

Argentina ha logrado posicionarse como proveedor de arveja a nivel mundial, con envíos que superaron las 100.000 toneladas en 2011. Los reportes de mercado de Canadá dan cuenta del fuerte crecimiento de la oferta de este cultivo desde Argentina, y del impacto que ello puede tener en la definición del precio. La arveja está siendo considerada cada vez más como una alternativa viable, tanto por su rentabilidad como por los beneficios como antecesor de los cultivos de verano. Sin embargo, el país sólo produce y exporta principalmente arveja verde, de cultivares sembrados con tamaño de semilla mediano a chico. “Es necesario ofrecer otras variedades, tales como las verdes de alto peso de 1000 semillas, arvejas de cotiledones amarillos, variedades con resistencia al blanqueado de la semilla, mejor estructura de planta (semiáfilas) y comportamiento sanitario superador, de tal manera de ir satisfaciendo las necesidades de otros mercados no tradicionales”, sostienen los especialistas.