En la esquina de bulevar Roque Sáenz Peña y 1º de Mayo

Carlos A. Yesciani

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La ciudad Portón del Norte Santafesino recordó el 10 de enero a las víctimas del devastador fenómeno climático, al cumplirse 40 años de este lamentable suceso. La Municipalidad de San Justo junto a la comisión Pro Monumento Tornado 73 constituida por instituciones de la ciudad realizó un acto en conmemoración al cuadragésimo aniversario de ese vendaval que azotó a San Justo.

En el evento que se realizó en la esquina de bulevar Roque Sáenz Peña y 1º de Mayo, lugar donde tuvo epicentro el tornado, quedó inaugurado el monolito llamado “Un alto por la identidad y la memoria”.

El acto comenzó con la entonación del Himno Nacional ejecutado por la Banda de la Policía de la provincia, luego se realizó un minuto de silencio en memoria a los fallecidos en el tornado, seguidamente hablararon la Lic. María de los Ángeles Alemandi, creadora del proyecto de la construcción del monumento y en representación de los damnificados lo hizo Liliana Sacco.

Las autoridades religiosas realizaron la bendición del monolito y se descubrió la placa recordatoria conmemorativa al monumento llamado: “Un alto por la identidad y la memoria”.

A continuación, hicieron uso de la palabra, la ministra de Innovación y Cultura de la provincia, María de los Ángeles González; el intendente, Mario R. Silvestrini; y el vicegobernador, Jorge Henn.

Los actos finalizaron con una composición audiovisual: la proyección de un cortometraje en alusión al fenómeno ocurrido en enero de1973 realizado por alumnos de 2º año del profesorado de Artes Visuales de la Escuela Municipal de Bellas Artes de San Justo.

En representación del gobierno provincial, estuvo presente el vicegobernador Jorge Henn; el ministro de Gobierno, Rubén Galassi; la ministra de Innovación y Cultura, María de los Ángeles González; el senador provincial, Rodrigo L. Borla; el intendente Mario R. Silvestrini; y la diputada nacional, Celia Arena.

Además, estuvieron presentes los ex intendentes Rogelio Alberini, Héctor Scotta y Marcelo Mauro; el presidente del Concejo Municipal Carlos Beltramino, el subjefe de la UR XVI comisario Héctor Roman; el secretario de Protección Civil de la provincia, Marcos Escajadillo; el jefe de Seguridad Vial, Arístides Baez; el jefe de la guardia de Seguridad Rural, Eduardo Bieler; concejales; presidentes comunales; representantes de entidades intermedias de la zona; abanderados de las escuelas de la ciudad; familiares de damnificados y gran cantidad de público.

Detrás de los recuerdos

Algunos sobrevivientes de esta tragedia relataron a El Litoral su testimonio de lo que fue ese momento tan dramático para los sanjustinos. Daniel Gramaglia, hoy propietario del hotel, ubicado en 9 de Julio y Ruta Nacional Nº 11, hace cuarenta años estaba junto a sus padres en el mismo lugar y recordaba: “Fue terrible la magnitud del hecho, hoy poder contar lo que fue ver un auto en el primer piso del hotel a siete metros de altura parece increíble. Cuando terminó el fenómeno salimos con mis padres afuera a ver lo que había pasado y nos dicen: mirá hay un auto en el segundo piso’’, recordó.

Y agregó: “Es algo asombroso, un Renault Gordini voló y se incrustó en una pared del primer piso. Después de varios años que ocurrió el tornado me encuentro con una señora en la ciudad de Santa Fe y ella me reconoce porque vivía en San Justo y me comenta que justamente ella era la dueña del automóvil que voló hasta el hotel, también me comentó dónde lo había dejado estacionado y ahí pudimos comprobar que el auto recorrió tres cuadras volando por el aire antes de empotrarse en el hotel. El auto, salió despedido como un proyectil, rompió el frente del hotel en el primer piso, cruzó todo el pasillo y quedó clavado contra una pared.

Hubo muchos daños en el hotel, desapareció el tercer piso completo, todo lo que es abertura, confitería, cocheras, tanques de agua, casi el 50% del edificio estaba destruido’’, remarcó Gramaglia.

A su turno, Ceferino Rojas, que vive sobre bulevar Roque Sáenz Peña relató que su casa “se derrumbó totalmente, él pudo salir dentro de los escombros junto a su pequeña hija de 7 años; y una Renoleta de una vecina quedó arriba los restos de su casa. Estuve varios días internado porque perdí mucha sangre y sufrí fracturas en una de mis piernas’’, resaltó Rojas.

Al referirse al monumento, Rojas coincidió con varios testimonios de que “éste será un lugar de encuentro para recordar a nuestros vecinos y familiares que perdieron la vida y también algo que identifica a San Justo en el mundo’’.

Para Yolanda Aimar de Chiappero y para Norberto Luis Sola -perdieron a sus padres en esta tragedia-, vecinos del bulevar Roque Sáenz Peña, aún hoy permanecen en sus mentes este recuerdo imborrable. Ellos coinciden en que con la creación del monumento van a tener un lugar físico para llevar una flor o reunirse para rezar una oración y recordar a sus familiares y vecinos que perdieron la vida en el tornado.

Todo un símbolo

Nancy Tarico y Mariana Bejarano participaron en el diseño de este proyecto y explicaron el significado que cada uno de los elementos tiene en este monumento. “La tierra representa el presente, el aquí, el nosotros y aquellos que en 1973 fueron damnificados, pero lucharon y así lograron salir adelante. El agua en la fuente tiene un fin purificador, sanador y renovador; fluye en la fuente y recorre una y otra vez los nombres que están grabados en el cemento, como también están grabados en el corazón de sus familiares; y las figuras de hierro con los sinfines, donde se perciben partes figurativas y abstractas. Estos gigantes de hierro nos ayudan a elevarnos, a trascender y a acercarnos a los seres queridos que ya no están en vida pero, de esta manera, queremos que estén mucho más cerca de nosotros”, precisaron.