Nuevo Horizonte se anima a todo
Nuevo Horizonte se anima a todo
Humildad, trabajo y sacrificio para un crecimiento que beneficia a todo un barrio
Mario Sergio Ribero se hizo cargo hace un año con la misión de devolverlo a los primeros planos. Con un ambicioso proyecto que incluye la práctica deportiva y la función social del club, sueña que este 2013 sea el de la consolidación.

Gran plantel. Jugadores de Primera y Reserva en un momento de descanso después de un fuerte trabajo de pretemporada. Foto: Pablo Aguirre
Juan Carlos Haberkon
Javier Díaz
Enclavado en el corazón del barrio al que le da su nombre, el club Nuevo Horizonte pertenece a la enorme lista de instituciones que luchan a diario por subsistir. Supo tener años de esplendor y también atravesar momentos de crisis que lo dejaron en situaciones fulminantes. Hoy, con un grupo de personas que se propusieron devolverlo a los primeros planos a base de humildad, trabajo y sacrificio, se encuentra en franca recuperación.
Con un populoso barrio como marco, cuyos chicos demandan un lugar donde poder dar rienda suelta a su pasión por el fútbol, el club cumple una función que va más allá de la práctica deportiva (que de por sí es fundamental). A esto lo entiende a la perfección su presidente Mario Sergio Ribero, quien no le esquiva a la responsabilidad.
“Nosotros trabajamos con mucha humildad en recuperar algo que se perdió en Nuevo Horizonte y es la confianza. Hay muchos chicos en la calle, que está muy mala; así que queremos lograr que Nuevo Horizonte vuelva a ser el lugar que saque a los chicos de ese ámbito que no les hace bien”. Por eso “lo principal es poder darles un plato de comida; que vengan al club a hacer fútbol en lugar de estar en la calle y además se sientan contenidos”.
Después de un primer año a cargo del club, en el que las dificultades no escasearon pero los resultados no fueron nada despreciables, Ribero confía en que este 2013 marque el afianzamiento de un trabajo que promete. “Queremos seguir creciendo, como lo venimos haciendo con la Primera, Reserva y los más chicos. Pero además agregamos la Senior y el fútbol femenino porque la idea es recuperar mucha gente, muchas familias que se habían ido del club y que al ver que lo estamos ordenando quieren volver a acercarse”.
Pocos pero buenos
“Las cosas buenas vienen en frasco chico”, asegura Ribero, quien se muestra conforme con las personas que lo acompañan en su proyecto. Si bien no son muchas, son buenas personas y eso para él es lo fundamental.
Entre ellas, el presidente lo cuenta a Hugo Ravelli, quien continuará a cargo del equipo de Primera: “Hugo siempre les dice a los chicos que hay tres cosas fundamentales: la humildad, el trabajo y el sacrificio. Y eso para mí es el lema con el que estamos tratando de levantar al club”.
Pero además se enorgullece al decir que para este año contará con la colaboración de Mario Cariaga, con quien se puso en contacto, le contó su idea y lo convenció para que se acercara a aportar su experiencia (ver nota apartada).
“Pienso que con Hugo (Ravelli), mi familia -que siempre da una mano- y Mario (Cariaga) estamos armando un gran grupo de trabajo”.

La fuerza necesaria. Mario Sergio Ribero junto a Mario Cariaga. El presidente de Nuevo Horizonte apostó a la experiencia del ex jugador. Foto: Pablo Aguirre
Una mano
Cuando un proyecto es ambicioso, muchas veces las ganas y la voluntad no son suficientes, por grandes que sean. Por eso Ribero sostiene que toda ayuda que pueda recibir será esencial: “Es importante que haya gente que quiera ayudar. Siempre he abierto las puertas del club a los padres para que colaboren, porque me gusta escuchar y poder sacar lo bueno de todo para mejorar lo que se está haciendo, y también encontrar lo malo para cambiarlo”.
Aunque por el momento esa ayuda se haga esperar, y el trabajo que se viene haciendo sea “a pulmón”, Mario Sergio Ribero no pierde la confianza en que el tiempo acomode las cosas y que “cuando se empiecen a ver los frutos del trabajo que estamos haciendo la ayuda llegue”. Por ejemplo de parte del Municipio, donde “fuimos a hablar hace poco con la gente de la Secretaría de Deportes y nos dijeron que nos iban a ayudar, así que tengo fe en que va a ser así”.
“Pero además estoy seguro de que mucha gente de la zona norte se va a juntar para colaborar; no con plata, no pido eso, pero sí con alimentos para que podamos darles a los chicos. Porque yo sé que en muchos casos se van de la práctica y cuando llegan a su casa no tienen un plato de comida. Entonces que puedan comer, aunque sea una vez al día en el club, es algo muy bueno”.

Las mujeres tienen su lugar. Ellas también juegan y se divierten de lo lindo. Nuevo Horizonte quiere estar a la altura de las circunstancias. Foto: Pablo Aguirre
Dentro de la cancha
Si bien el año pasado el equipo nunca logró ser realmente protagonista, los cuarto y quinto puesto obtenidos en los torneos Apertura y Clausura respectivamente, no fueron para despreciar. Por eso, con la mente puesta en la próxima temporada, el plantel de primera ya se prepara para saltar a la cancha.
“Con Hugo hablamos todos los días y estamos seguros de que este año vamos a estar para darle batalla a cualquier equipo”, opina Ribero. Y enseguida aclara que cuentan con un plantel basado en las inferiores del club, lo cual es todo un desafío: “En el equipo de Primera tenemos tres mayores y el resto son jugadores de las inferiores del club; así que la idea es ir afianzando eso y que el ascenso se dé cuando se tenga que dar”.
Por supuesto que sueña con ascender y le encantaría que se concrete en el corto plazo “porque sería muy lindo conseguirlo con tantos jugadores del club”, pero tiene en claro que no es algo fácil dado que la “B” es una categoría con muy buenos equipos y que está cada vez más competitiva. Por ello no se aventura a prometer un resultado deportivo, sólo “seguir trabajando para volver a poner a Nuevo Horizonte en los primeros planos”.
Cuando se cae profundo la recuperación no puede ser de un día para el otro. Nuevo Horizonte es un caso testigo. Mario Sergio Ribero, su presidente, tiene las metas claras y un equipo de trabajo en el que confía plenamente. El tiempo se encargará de darle la razón o no. Por lo pronto pareciera que la levantada de este tradicional club de nuestra Liga podrá descansar en tres pilares bien sólidos: humildad, trabajo y sacrificio.
Los abuelos también
Dentro del proyecto del comedor del club la idea es incluir, además de los chicos, a las personas mayores del barrio. “Ellos nos dieron todo y hoy son los más olvidados”, dice Ribero. Claro que para eso deberá contar con toda la ayuda posible.
Un pedido
“Que los que quieren un poco al fútbol y no les gusta ver a los chicos en la calle, se fijen en el trabajo que estamos haciendo en Nuevo Horizonte y nos den una mano para que podamos seguir creciendo. No pido plata, pero que se acerquen y colaboren, por el club y por el barrio”, solicitó Ribero.
Mario Cariaga, presente
Con el comienzo del año, Nuevo Horizonte dio la nota al incorporar al ex jugador al trabajo diario del club. Su función será la de estar en permanente contacto con los jugadores para aportarles su experiencia y ayudarlos a crecer en el fútbol. “Mario conoce mucho el fútbol de la ciudad y por sobre todas las cosas es un tipo muy humilde que tiene ganas de trabajar. Con Hugo (Ravelli) pensamos igual con respecto a lo que se necesita para que las cosas salgan bien y creemos que él se va a poder acoplar de la mejor manera al trabajo”, destacó Ribero.

Hugo Ravelli. El DT del primer equipo en plena actividad y poniendo a punto el plantel que jugará el Apertura 2013. Foto: Pablo Aguirre