El Día de los Enamorados en la ciudad

Cena romántica y un disfraz de diablita para San Valentín

En los bares y comedores hay un 70% de reserva para celebrar el amor. Los santafesinos también pasaron por el sex shop en busca de disfraces y juguetes eróticos. Las cartas y los besos nunca pierden vigencia.

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Colorido. El centro comercial de la ciudad se llenó de canastos repletos de flores en este San Valentín. Un regalo clásico que también sirve para jugar al decisivo “me quiere, no me quiere...”. Foto: Mauricio Garín

 

De la Redacción de El Litoral

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Teñida por una “lluvia de corazones” (una figura que acuñó la poetisa contemporánea Belén Franchese) amaneció Santa Fe. Es que hoy es 14 de febrero, San Valentín o el Día de los Enamorados, vale avisar por si alguien todavía no se dio de frente con algún globo en forma de corazón o no le llegaron 17 mil ofertas, de toda clase y color, vía email para homenajear al ser amado.

En la nómina de los “Días de...” que esta parte del mundo importó figuran, además de San Valentín, San Patricio, Halloween, el baby shower y varias más y, para hacerle mérito a la ocasión la ciudad se preparó con los ribetes autóctonos.

En la descripción que hace el protagonista del cuento “El mundo ha vivido equivocado” de Roberto Fontanarrosa respecto de “un día ideal”, concluye que comer de manera suculenta y luego entregarse al goce sexual no son prácticas compatibles. Así que siguiendo la perspectiva del escritor rosarino, El Litoral averiguó sobre ambas alternativas para que cada enamorada o enamorado pueda elegir.

Para esta noche, la demanda de mesas en los bares y restaurantes era alta. Mario Wagner, presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica, señaló que según las estimaciones realizadas de acuerdo con las consultas hechas en los locales asociados, el nivel de reserva llegaba al 70% de la capacidad disponible.

“Las reservas vienen bien especialmente en los lugares donde trabajan con gente joven. Suponemos que más sobre la tarde o noche se van a incrementar”, indicó Wagner. Este 14 de febrero, además, tiene la particularidad de caer en un día jueves, que de por sí es bueno para el rubro.

En los locales gastronómicos, se prepararon promociones de platos, con bebidas y postres para la ocasión. Además, las bodegas ofrecen vinos y champagne en cajas decoradas para regalar o para consumir durante la misma cena.

La costumbre de celebrar el Día de los Enamorados en la ciudad de Santa Fe comenzó hace unos ocho años, según aportó Wagner. “A partir de ese momento, el sector empezó a trabajar fuerte y se va incrementando, porque la gente sabe que es un día de mucha demanda entonces reservan con mucho tiempo de anticipación”, explicó.

Mañana, tarde o noche hot

En el sex shop “739” ubicado en el local Nº 20 de la galería Santa Fe, en la peatonal San Martín hay opciones para evocar al amor “puertas adentro”. Parece que ayer, las santafesinas concurrieron masivamente al local de artículos especializados para preparar el festejo, volcándose en su mayoría por los disfraces de “diablita” o de “conejita de Playboy”.

“Ayer fue una locura”, contó Joana, una de las vendedoras del comercio. También salieron muchos conjuntos de lencería como ligas o bodys.

Los hombres, en cambio, optaron por los artículos “para armar el juego previo”, dijo Joana. Se llevaron aceites para masajes, perfumes, geles lubricantes, velas y juguetes eróticos para regalar.

Los precios para este San Valentín son bastante accesibles: los disfraces se consiguen desde $ 135, los aceites para masajes a $ 50 y a $ 64 las velas. Por la demanda, en el local extendieron durante estos días el horario de atención al público.

 

Cartas y besos para el amor austero

Es una de las fechas cumbre del año para regalar, también para bolsillos flacos. Frases históricas, poemas, canciones de amor y besos, muchos besos. Cuando la economía obliga a descartar viajes y cenas románticas, San Valentín recupera su esencia más pura sin costo adicional. Una carta, una nota sobre la almohada, junto al café o pegada a la computadora, con el sentimiento destilado en cada palabra, resulta más impagable que cualquier lujo tasado. El romanticismo regresa envuelto en papel de regalo para los sentidos, San Valentín puede seguir celebrándose a un módico precio, con un poco de imaginación y algo de desvergüenza para escribir sobre aquello que más ama.

Al abrigo del título de uno de los boleros más famosos de la historia, se publica el libro “Bésame mucho” (Océano Ambar) de Francis Amalfi, en el que se recogen “142 momentos de amor y cariño”. Una antología de los ósculos más literarios, cinematográficos y poéticos de la historia, para soñar, para reír o para inspirarse, según consignó la agencia EFE.

“Bésame mucho” recopila frases y escritos de Shakespeare a Marilyn Monroe; de Gustavo Adolfo Bécquer a Henry James o Coco Chanel y otros muchos que vivieron, hablaron o reflexionaron sobre el amor y la pasión.

A lo largo de una vida aparecen en la memoria besos robados; besos regalados; besos reales e imaginarios; intensos o breves; profundos; con fuerza; serenos; los que no se dieron y por encima de todos ellos el primero en el recuerdo de todos. Respecto a este último, la actriz Mae West se perfila como una maestra en la materia. “He tropezado con algunos hombres que no sabían cómo se besa. Y siempre he encontrado tiempo para enseñarles”. Si hablamos de pasión, una de las frases que ha quedado para la posteridad ha sido la de la diseñadora francesa Coco Chanel, cuando al ser preguntada sobre dónde deberíamos ponernos el perfume ella respondió: “Allí donde quieres que te besen”.

Besos que dibujan viajes “a otro mundo”, como los de De Musset; o que convierten al destinatario “en un emperador”, como escribió Shakespeare o en “inmortal” como los de Marlowe.