Tras la renuncia de Benedicto XVI América Latina desea un Papa más cercano a su realidad

América Latina desea un Papa más cercano a su realidad

Benedicto XVI durante su visita a Brasil. Ratzinger no pudo ganarse los corazones del continente católico. Ahora, los creyentes latinoamericanos esperan que el nuevo Papa sea más cercano a la vida real. Foto: EFE

Mirjam Gehrke

Deutsche Welle

Casi la mitad de los cerca de 1.100 millones de católicos en el mundo viven en América Latina. El 80 por ciento de la población latina es católica, en ningún otro continente existe un porcentaje comparable. Hasta la fecha, desde México hasta Chile, el Papa Juan Pablo II es venerado como un santo popular. En cambio, su sucesor Benedicto XVI siempre fue ajeno a los latinoamericanos, quienes lo percibieron como reservado y distanciado, demasiado europeo y dogmático.

En dos ocasiones, el pontífice emérito visitó esa región. Su primer viaje lo llevó a Brasil, al país católico más grande del mundo. Aún así, ese viaje no fue un partido en casa. Desde hace años, la Iglesia católica pierde fieles a costas de las iglesias evangélicas. Como respuesta a esta competencia religiosa, Benedicto exigió a los sacerdotes difundir la esperanza y la fe con “afán misionario”.

Perseguido por casos de abuso sexual

Hace 20 años, el 90 por ciento de los brasileños profesaba la religión católica, actualmente, solo tres de cuatro. La postura dogmática y rígida de Roma sobre cuestiones como la moral sexual, el control de natalidad, así como la prohibición del aborto tienen poco que ver con la realidad de los brasileños.

Apenas en 2012, en el séptimo y penúltimo año de su pontificado, Benedicto decidió visitar México, el país católico hispanohablante más grande del mundo, donde la Iglesia goza de mayor reputación que cualquier otra institución. Su viaje fue empañado por la discusión en torno al escándalo de los casos de abuso sexual en la Iglesia católica. Al Papa alemán se le reprocha haber impedido el esclarecimiento de varios casos aún siendo prefecto de la congregación.

En América Latina, tampoco se ha olvidado que, en los años 70 del siglo XX, el cardenal Ratzinger contribuyó de forma decidida a erradicar la teología de la liberación. Las posiciones de la conferencia episcopal fueron cubiertas con teólogos conservadores, en parte, cercanos a la institución Opus Dei. La “opción por los pobres” fue declarada como inversión marxista de la fe, y a cientos de teólogos de la liberación se les retiró el permiso para predicar y enseñar.

¿Será el próximo Papa un latinoamericano?

19 de los 115 cardenales, que eligen al nuevo Papa, son latinoamericanos. No obstante, pese a que el cardenal brasileño Odilo Pedro Scherer sea uno de los candidatos favoritos en América Latina, parece poco probable que uno de ellos herede el cargo a Benedicto XVI. Scherer pertenece al ala conservadora de la Iglesia católica y tiene buenos contactos en el Vaticano.

En julio de 2013, se llevará a cabo el Día Internacional de la Juventud en Brasil, en 2014, el torneo mundial de fútbol, seguido de los Juegos Olímpicos en 2016. Un Papa brasileño sería la cereza del pastel para ese país. Pero los católicos en toda América Latina desean que el nuevo Papa sea, ante todo, más cercano a la realidad de los pueblos.