Lo formó Luciano Franchini y triunfó con La Catedral...

La historia de un grande llamado Edgard Parizzia

Fue una de las grandes figuras del básquetbol argentino. Nació en Santa Fe, surgió del semillero inagotable de Gimnasia y Esgrima y ganó ocho títulos con San Lorenzo.

La historia de un grande llamado Edgard Parizzia
 

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

Una de las figuras esplendorosas del baloncesto argentino del siglo pasado resultó ser Edgardo Domingo “Tubo” Parizzia, quien nació en la ciudad de Santa Fe el 24 de noviembre de 1935, habiendo surgido de ese semillero prestigioso e inagotable del básquetbol argentino que fue el club de Gimnasia y Esgrima, con enorme prestigio y lleno de glorias en el siglo pasado.

Todos los conocimientos que adquirió, particularmente en el aspecto formativo, el ABC de dicha disciplina, fueron enseñados por un verdadero “Maestro” que tuvo esa popular disciplina de Santa Fe: Luciano Franchini, que más que un buen jugador, se encargaba de forjar una buena persona y un hombre para el futuro.

Figuras brillantes

En dicha institución, surgieron figuras destacadas en el orden provincial, nacional e internacional como Raúl Claudio Calvo, Vicente “Chencho” Ciuffo, Alberto Llarín, Raúl Álvaro, Andrés Amayusco, Julio Fortunato Carrasco, Arturo González, Armando Pedro Lombardi, Tomás Vío, Raúl “La Vieja” Reyes, Luis Andrés Piedrabuena y Fermín Osvaldo “Negro” Páez.

La lista puede seguir y resulta interminable: Ariel “Caballito” Loréfice, Mario Alfageme, Francisco y Mario Menchaca, Eduardo Lance, los hermanos tucumanos José Roberto, Plácido y Julio César Ponce Aragón, Ricardo Ángel “Húngaro” Crespi, Horacio Virgilio, Alfredo Roberto “Fredy” Murillas, Oscar Ricardo “Pillín” Ulla, Jorge “Coco” Ballarini, Roberto “Baby” Alfonso, Oscar “Negro” Verón, Carlos “Carita” Marzó, Hugo “Palito” Mastronardi, Ricardo “Pirucho” Ruglio, Juan Luis Sabbatini, Carlos “Pochi” Candussi y Gabriel Ernesto Darrás, entre otros.

Arrepentimiento

Tentado por un importante proyecto, instrumentado por miembros de la subcomisión de básquetbol de Unión, “Goyo” Parizzia tuvo un breve paso por la entidad de la avenida López y Planes y se arrepintió al poco tiempo con motivo de tener que alejarse de sus sentimientos, costumbres y amigos, retornando a la entidad donde se forjó y que fue su pasión deportiva, la de la franja azul con sede en 4 de Enero y Juan de Garay.

Su gran vidriera y presentación fue el Campeonato Argentino de Básquetbol celebrado en Córdoba en 1954 donde el equipo local se erigió como vencedor ante Santa Fe, el subcampeón, en la final y en un parejo enfrentamiento por 45 a 42.

Al término del certamen, el destacado periodista Carlos Fontanarrosa, aseguró en el entonces semanario El Gráfico que apareció una joven figura donde se pudo observar “la consagración de un pibe nuevo y excelente: Edgard Parizzia”.

Fontanarrosa llegó a ocupar la dirección periodística de esa revista, afirmando sobre el jugador santafesino que “tiene 18 años de edad; 1,89 metros de altura, agilidad y buen sentido. Es un delantero fantástico, es muy buen rebotero y anota muchos dobles de cachetada”.

En Boedo

El director técnico de las inferiores de San Lorenzo de Almagro, Héctor Romagnolo, quien fuera centro de Alfredo Belli, Salvador Capecce y Alberto Trama, lo estuvo observando cuando Parizzia actuaba en Gimnasia y Esgrima y el Seleccionado de Santa Fe y le efectuó una propuesta para que pasara a la entidad de la avenida La Plata 1768, en el corazón de Boedo.

El jugador santafesino, luego de acordar su vinculación con los dirigentes porteños, llegó a la hoy centenaria y popular entidad, el 9 de diciembre de 1954.

“Goyo” Parizzia estuvo durante 12 temporadas —entre 1955 y su retiro a principios de 1967— defendiendo los colores azulgranas, elogrando en cuatro oportunidades el campeonato de la Asociación Buenos Aires: 1956, 1957, 1959 y 1960. Otros lauros fueron el certamen Metropolitano en 1956 y el torneo Apertura de ese ente rector del baloncesto porteño de los años 1957, 1958 y 1966.

El Argentino de clubes

Los santafesinos, lamentablemente, recordamos que Parizzia con San Lorenzo de Almagro se impuso en 1958 en el Campeonato Argentino de Clubes, jugado en Buenos Aires por invitación, derrotando en el partido final a Unión de Santa Fe, por 84 a 74, la noche fantástica de Juan Ruggia, anotando 50 puntos para el azulgrana.

En la edición de 1963 —año en que asumió la presidencia de la nación el binomio radical compuesto por el médico cordobés Arturo Umberto Illia y el abogado entrerriano Carlos Humberto Perette, con proscripción de la principal fuerza política argentina: el peronismo— el ganador fue Boca Juniors, el goleador fue el “Tubo” Parizzia con 119 anotaciones convertidos en cinco cotejos, con un promedio de 23,8 (no existían entonces los triples).

Tapa de El Gráfico

“Goyo” Parizzia fue tapa en el semanario El Gráfico en el número 1.917, el 18 de mayo de 1956. El periodista Piri García (padre de Claudio Héctor Villanueva, quien surgió en Deportivo San Andrés, jugando en San Lorenzo en la segunda etapa o restauración de La Catedral, logrando tres títulos) hacía referencia a que “Parizzia siempre jugaba de frente al tablero”, recordándole que también podía actuar de espalda al tablero rival. “¿Para qué?, si al aro lo veo de frente, a mí me dan la posibilidad o el espacio para el ‘jump’ y doble seguro”, apuntaba el jugador santafesino.

La Catedral, como se denominaba a San Lorenzo de Almagro, fue dirigida por José Aurelio Biggi, a partir de mayo de 1967 y por “Goyo” Parizzia desde 1969, ganando 10 títulos en 21 certámenes.

En la primera etapa, acompañaban a Parizzia, entre otros, Carlos Alberto Vasino, Roberto Carlos Perroni, ante Aurelio Masolini (interno, 1,96 m., 25 años), Abel Oscar “Chaqueño” Rojas, Carlos Alberto “Pato” Perales, Oscar Pascual Visciglia y Norberto Pacheco.

“Los jugadores oponentes y el público rival nos ‘cargaban’ calificándonos como viejos, como las catedrales, unas reliquias, que amontonamos años por todos lados, nos decían que éramos nada más que ocho”, explicó quien surgiera de la maravillosa cantera de Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, de la escuela instrumentada por el Negro Franchini.

Revalidó Parizzia que “San Lorenzo de Almagro te ganaba con la camiseta y el calor popular de la hinchada. Además, teníamos tiradores, marcadores, armadores y el amor por la casaca azulgrana, por el barrio de Boedo, que siempre fue tanguero hasta las venas, como Homero Manzi”.

La historia de un grande llamado Edgard Parizzia

¿Mi mejor año? Mientras hiciera goles, todos los años eran buenos... Mi récord en un partido fueron los 46 puntos que le metí a Círculo Urquiza. Mi mejor marcador fue Colmenero, cuando pasó a Barracas Central. Una vez, en 1955, no le pude hacer ni un solo tanto”.

Edgard Parizzia

Ex basquetbolista

3

años

Se cumplieron el miércoles pasado de la muerte de Edgard Parizzia. Su deceso se produjo el 6 de marzo de 2010, a la edad de 74 años.

“Me gritaron desertor en mi propio terruño...”

Tomás Rodríguez

Para Edgard Domingo Parizzia participar en el Campeonato Argentino de Básquetbol que se disputó en la desaparecida cancha abierta de Unión (donde hoy se realizan las obras para la construcción de la bandeja del estadio de fútbol), “fue un duro golpe a mi corazón, especialmente en el partido final cuando mis propios comprovincianos me gritaban a viva voz desertor”.

Los dirigentes de la Federación de Básquetbol de la Provincia de Santa Fe habían dispuesto de común acuerdo que aquel jugador que aceptaba una propuesta para continuar su campaña en clubes de Buenos Aires o del extranjero, conocido entonces como un amateurismo marrón, nunca más iban a defender los colores azulgranas de la FSB.

En tal sentido, el doctor Alfredo Sahd, dirigente de alto nivel y apasionado del baloncesto, fue terminante: “La camiseta de Santa Fe tiene prestigio, jugadores con gloria y que quieren a su terruño o lugar de origen. El que se va para actuar en un club porteño, nunca más jugará en el equipo de la provincia por más prestigio y calidad que exhiba...”.

La gente ubicada en el sector de plateas y en la tribuna popular, que habían colmado en forma total el estadio unionista, se encontraba enardecida, reprobando cada acción de “Goyo” Parizzia que, como siempre, él apuntaba al cesto y embocaba sus envíos en el aro rival, casi siempre tocando apenas la red.

“Nunca respondieron”

Con dolor y mucha pena, el otrora notable basquetbolista aseguró que “nunca llegué a comprender la posición de los directivos, porque a pesar de estar en Buenos Aires, pretendía y deseaba jugar por Santa Fe, porque yo nací allí, recibí en Gimnasia y Esgrima una verdadera educación y formación deportiva; me enseñaron a jugar al baloncesto; envié una nota y las autoridades que regían este deporte en la provincia, jamás me respondieron. Ese fue un golpe que llegó muy duro a mi corazón”, reveló Parizzia.