Con guardias de honor rotativas

Jefes de Estado despidieron a Chávez

En la ceremonia oficial, mandatarios y personalidades de distintas partes del mundo participaron de las guardias de honor junto al féretro de Hugo Chávez. Entre las estampas curiosas, se encontraban controvertidos mandatarios como Lukashenko; el guineoecuatoriano, Teodoro Obiang, y el iraní Ahmadineyad.

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La tercer guardia de honor fue integrada por Portia Miller Simpson, primera ministra de Jamaica, y los mandatarios Enrique Peña Nieto, de México; Ricardo Martinelli, de Panamá; Ollanta Humala, de Perú; José Mujica, de Uruguay, así como el príncipe Felipe de Borbón, de España. En la foto de la derecha se puede observar al iraní Mahmud Ahmadineyad. Foto: EFE

 
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José Luis Paniagua

EFE

Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo despidieron ayer al presidente venezolano, Hugo Chavez, fallecido el pasado martes, en una ceremonia en la que tuvieron gran protagonismo y en la que incluso hicieron guardias de honor alrededor del féretro del mandatario suramericano.

Con 32 jefes de Estado y de Gobierno; el príncipe Felipe, de España, y comitivas oficiales de 54 países el funeral de Chávez será recordado como un momento sin precedentes en la región, aderezado con curiosidades como los concurrentes o la participación de los mandatarios en la ceremonia con guardias de honor junto al féretro.

Las presidentes se fueron sucediendo en guardias durante varios minutos en una de las primeras etapas del funeral que tuvo lugar tras la muerte, el pasado martes, del hombre que dirigió Venezuela desde 1999.

La primera guardia de honor la integraron los presidentes de Cuba, Raúl Castro; Chile, Sebastián Piñera; Costa Rica, Laura Chinchilla; Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega, y Ecuador, Rafael Correa.

La segunda por los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos; República Dominicana, Danilo Medina; El Salvador, Mauricio Funes; Guatemala, Otto Pérez Molina, y Honduras, Porfirio Lobo.

Posteriormente lo hicieron Portia Miller Simpson, primera ministra de Jamaica, y los mandatarios Enrique Peña Nieto, de México; Ricardo Martinelli, de Panamá; Ollanta Humala, de Perú; José Mujica, de Uruguay, así como el príncipe Felipe de Borbón, de España.

La cuarta guardia la integraron Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, y Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán, quien se despidió de Chávez tocando el féretro y haciendo un gesto con el puño.

Posteriormente se crearon otros grupos, entre ellos unos integrados por músicos y deportistas, entre estos el director de orquestas Gustavo Dudamel, el beisbolista Magglio Ordóñez, el medallista de oro olímpico en esgrima Rubén Limardo, y el piloto de Fórmula 1 Pastor Maldonado.

Tras ser la primera en llegar al país el miércoles, la presidenta argentina, Cristina Fernández, no estuvo en la ceremonia y se regresó a su país el jueves conmocionada por la pérdida de quien fue amigo y socio político de su Gobierno.

Tampoco estuvo la brasileña Dilma Rousseff, quien estuvo unas horas en Caracas para asistir en la víspera al velorio y regresó a su país a cumplir con la agenda que tenía prevista para hoy.

Entre las estampas curiosas, la de ver en una celebración internacional a controvertidos mandatarios como Lukashenko; el guineoecuatoriano, Teodoro Obiang, y el iraní Ahmadineyad.

Precisamente el presidente iraní destacó que el fallecido presidente venezolano “no es una persona física” sino “un sendero”, un plan para salvar a la humanidad.

“Él fue una personalidad histórica y mundial (...), un movimiento humano. Chávez no es una persona física, es una cultura, es un sendero, es un plan para salvar a la humanidad”, declaró el mandatario iraní a periodistas del Estado.

En igual tono, los mandatarios de América Latina no escatimaron en elogios para quien fue uno de los mayores precursores de los mecanismos de integración regional.

“Chávez quedó encarnado en su pueblo y en los pueblos de América Latina y el Caribe y en los pueblos del mundo”, dijo a Efe el presidente nicaragüense, Daniel Ortega.

El boliviano Evo Morales aseguró que “el mejor homenaje” que los gobernantes y seguidores del fallecido mandatario de Venezuela le pueden hacer es seguir el camino que “dejó trazado”.

“Nos trazó caminos y nuestra obligación es seguir caminándolos”, subrayó.

Visiblemente conmovido, el ecuatoriano Rafael Correa recordó que el propio Chávez siempre repetía que “nadie debe ser imprescindible“ en las luchas de los pueblos, subrayando la importancia de estos últimos.

El mexicano Enrique Peña Nieto destacó que la ceremonia sirvió para refrendar el interés para seguir “trabajando de manera muy unida, en gran armonía de propósitos y todo ello sirva a fortalecer la unidad de América Latina y de los países del Caribe”.

Una vez finalizada la ceremonia los presidentes comenzaron a regresar a sus países.