Empató con Boca en el Monumental

Atlético no lo pudo aguantar

En un intenso partido, la Crema justificó la ventaja por la mínima diferencia en la primera mitad, pero en el complemento decayó en su juego y el xeneize se lo igualó a cuatro minutos del final.

No pudo ser. Rafaela estuvo muy cerca de una histórica victoria ante Boca pero no logró cerrar el partido. Igual, el Monumental fue una verdadera fiesta. Foto: M&G Fotografías

Juan Carlos Scalzo

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Rafaela (De nuestro corresponsal)

El marco espectacular que presentó el Nuevo Monumental era todo un presagio para la parcialidad albiceleste de que como nunca antes frente a Boca había chances de obtener la primera victoria en el historial, al tener en frente a un equipo alternativo y en medio de un momento futbolístico de lo peor. Y la sensación de que, esta vez, se iba a dar cobró fuerza y quedó flotando luego de los primeros 45 minutos en los que el equipo de Burruchaga controló sin complicaciones a su rival.

El arranque del encuentro fue bastante parejo y sumamente trabado en la mitad del terreno, lugar en el que los que tenían la obligación de marcar le ganaban claramente el pleito a los que debían crear.

El partido recién empezó a armarse una vez superado el primer cuarto de hora a partir de la movilidad de los delanteros locales por todo el frente de ataque y ganando varias pelotas paradas para los de Burruchaga.

De todas maneras, la primera situación con cierto riesgo en el partido fue par la visita cuando sobre los 19 minutos Blandi remató de media distancia y obligó a Sara a una estirada fenomenal para mandar al corner una pelota que se le metía bien abajo del palo derecho.

Atlético no terminaba de hacer pie, le regalaba la pelota a Boca y un par de mandadas de Acosta por la derecha llevaban cierto riesgo a la defensa celeste, pero a los 25 minutos una escapada González por la izquierda terminó en un centro y el rechazó fue tomado por López, dentro del área y de espaldas al arco, y en el intento por hacerse del balón Caruzzo lo “toco” y desestabilizó. Pezzotta no dudó y cobró la pena máxima que Eluchanz cambió por gol para delirio de la parcialidad albiceleste.

A partir de ahí Atlético se paró claramente para contragolpear y Boca, tocado en su amor propio, se fue decididamente al ataque, generándose el mejor pasaje futbolístico y partido abierto con gran ida y vuelta.

A los 33 tuvo la oportunidad de empatarlo la visita, pero Sacks le ahogó el grito de gol sacando la pelota cuando ingresaba al arco luego de que Blandi tocara por encima de Sara. Minutos después respondió la Crema y una corrida de Serrano le dejó servida la pelota López, quien sacó un remate violento que Ustari sacó con gran esfuerzo al corner.

A un minuto del final, los dirigidos por Bianchi tuvieron la posibilidad de empatarlo cuando el árbitro vio un empujón de Sacks a Silva en el área y sancionó penal. Pero el uruguayo desperdició la oportunidad cuando quiso “fusilar” a Sara, el balón se estrelló en el travesaño y picó a centímetros de la línea de gol antes de ser rechazada.

No hubo tiempo para más.

Segundo tiempo

Desde el comienzo mismo, y como era de esperar, el equipo de Bianchi salió decidido a matar o morir y a pesar de tener, casi con exclusividad, la posesión de la pelota no lograba inquietar a Sara, algo que comenzó concretar en el último cuarto de hora, a partir del ingreso de Palacios.

Igualmente, los minutos empezaron a correr y a la Crema se le hacía cada vez más difícil hacerse de la pelota y cuando la recuperaba no la podía tener y solo atinaban a meter pelotazos sin destinatarios claros.

Burruchaga intentó cambiar el trámite haciendo ingresar a Grazzini por López para que administrará la pelota y con la variante modificó el esquema táctico al sacar un punta y poner un enganche, pero la variante no le dio los resultados esperados y Boca, ya, decididamente, plantado en campo contrario, seguía yendo a buscar la igualdad, aunque, por suerte para Atlético, no se le caía una idea.

El partido se iba consumiendo hasta que el Virrey acertó con un cambio que fue determinante para el trámite del partido y el resultado con el ingreso, a los 28 minutos, de Palacios, quien aportó velocidad y desequilibrio por la franja izquierda del ataque auriazul.

De entrada nomás el juvenil empezó mostrar que iba provocar problemas y sobre el minuto 37 metió una corrida que dejó parado a su marcador, llegó hasta el final y sacó un centro al segundo palo que Blandi cabeceó al gol, poniendo, a esa altura, una merecida igualdad para el cuadro boquense.

En el poco tiempo restante, se desató un partidazo con los dos queriendo ganarlo y buscando por todos los medios, pero fue el Celeste el que tuvo las dos mejores oportunidades para quedárselo. El empate fue justo, no se discute.