Un proyecto provincial, apoyado en el principio de equidad

Gas: para hacer obras estudian crear un cargo en las facturas

La idea es que quienes gozan de las ventajas económicas de contar con el servicio aporten para que otros santafesinos puedan tener gas. Desequilibrios territoriales, sociales y de desarrollo.

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Luis Krapf, secretario de Energía, puso el eje en la equidad.

Foto: Guillermo Di Salvatore

De la redacción de El Litoral

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El secretario de Energía de la Provincia, Luis Krapf, dijo que existen distintas posibilidades para poder financiar las obras que se plantea Santa Fe, con el objetivo de llevar gas natural a donde no se ha extendido el servicio.

Una de esas alternativas de financiación -acaso la más viable- es que sean los actuales usuarios del servicio quienes paguen, seguramente en forma parcial, los desarrollos de infraestructura.

La provincia presentó por estos días su proyecto para crear una nueva empresa: Santa Fe Gas y Energías Renovables (Sapem) que pretende, según la definición del gobernador Antonio Bonfatti, “no vamos suplantar a nadie sino complementarnos con las empresas ya existentes en el rubro; entendemos que el Estado tiene un rol importante que jugar para garantizar la equidad territorial”.

Krapf dijo que una vez que se apruebe la ley de creación de la empresa, ésta podrá dictar su propio estatuto, y así “iniciar la gestión de créditos para financiar las obras que se requieren”.

“Otra posibilidad -agregó- es aplicar un aporte de la gente que ya tiene gas para que con esos recursos se puedan hacer obras de ampliación de las redes”.

Explicó que “ése es uno de los temas que están en estudio y que -en el futuro- cuando ya se haya creado por ley la empresa Santa Fe Gas, se puede de esa forma lograr una fuente de financiamiento”.

Con ese aporte contributivo, las sumas a obtener pueden alcanzar para realizar pequeñas obras o al menos servir de aval para algún préstamo, indicó el funcionario.

Ante una pregunta, Krapf subrayó que la provincia tiene la potestad de crear ese nuevo cargo de infraestructura en un servicio que tiene concesionado el Estado nacional (la distribución de gas natural).

“No recuerdo exactamente cuántas son pero no menos de 7 u 8 provincias tienen una empresa de gas que cobra cargos de infraestructura, es un aporte que, incluso, hasta puede llegar a ser voluntario... hay que estudiarlo”, comentó.

“Si mal no recuerdo, la primera fue Santa Cruz, cuando Néstor Kirchner era el gobernador”, mencionó.

El secretario de Energía destacó que “hay que partir de una realidad: con lo que alguien paga de gas en un mes por usar garrafas, quien cuenta con gas de red lo paga en todo un año... Usar gas envasado para calefaccionarse, cocinar y contar con agua caliente suma en promedio unos 350 pesos por mes, como mínimo. Y en cambio quien tiene gas natural no llega a los 60 pesos”.

“El gobierno -dijo- tiene la obligación de buscar más equidad. Y la sociedad seguramente va a entender que trabajemos para lograr la igualdad de oportunidad de todos los habitantes de la provincia”.

Definiciones

“Llevar gas a distintos puntos de la provincia es el objetivo central de la empresa, pero esa definición también incluye a las ciudades que hoy ya tienen gas pero no lo suficiente”, describió.

“Cuando en Santa Fe se habla de desarrollar el gas natural, uno de inmediato piensa en el norte provincial que no lo tiene, pero en muchas otras ciudades servidas también hay problemas, sobre todo en el caso de los usuarios industriales”.

En el norte santafesino, “la situación es de una enorme desventaja competitiva. Sin gas, hay menos industrias, las industrias que existen afrontan dificultades mayores porque cuando quieren exportar sus productos les exigen en el mercado internacional que el combustible para producirlo no sea líquido ni sólido, por razones ambientales. Y estos desequilibrios regionales en el desarrollo tienen un doble efecto de postergación de enormes zonas que no tienen las mismas oportunidades y de contingentes de migraciones internas que luego van a las grandes ciudades a engrosar la población que vive en condiciones que no son buenas”.