Coletazos del paso de “la ley de leyes” por Diputados

Ricardo Olivera renunció a integrar la Comisión de Presupuesto y Hacienda

Ricardo Olivera renunció a integrar la Comisión de Presupuesto y Hacienda

Olivera está convencido de que el peor escenario era no sancionar la ley de presupuesto.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

El justicialista dijo haber perdido la confianza en sus pares. Consideró que el eje era sancionar la norma para quitarle al Poder Ejecutivo la facultad de utilizar libremente diez mil millones de pesos. Mascheroni negó que Diputados haya perdido la pulseada con el Senado.

 

Mario Cáffaro

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La sanción de la ley de Presupuesto General de Gastos y Recursos 2013 tuvo un tránsito complicado en la Legislatura no sólo por las miradas diferentes entre ambas Cámaras Legislativas sino también internamente en Diputados donde -por ejemplo- el justicialista Ricardo Olivera presentó su renuncia como integrante de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y dice haber perdido la confianza en sus pares, tanto del partido como del Frente Progresista.

Olivera firmó el dictamen en la Comisión de Presupuesto y fue el único justicialista que votó en general en el recinto la semana pasada y luego se molestó cuando el Frente Progresista introdujo modificaciones en el despacho que obligaron a una segunda revisión en el Senado. En varios períodos fue senador por el departamento San Justo lo que le permite mantener un fluido diálogo con los representantes de la Cámara Alta y se niega a cuestionar el Fondo Institucional como mucho de sus pares y advirtió que el centro de la discusión debió ser votar el presupuesto para no dejar diez mil millones de pesos en libre disponibilidad al Poder Ejecutivo que es la diferencia de partidas entre el reconducido 2012 y el presupuesto ahora sancionado.

—¿ Por qué renunció a la Comisión de Presupuesto y Hacienda?

—Había una decisión del justicialismo de apoyar la aprobación del presupuesto. Como miembro de la comisión de Presupuesto trabajé con otros legisladores para buscar un dictamen que permita lograr el objetivo. Después de mucho esfuerzo y diálogo alcanzamos un dictamen con 6 firmas (tres del Frente Progresista y tres del justicialismo). En el recinto, la primera sorpresa fue que ningún justicialista acompañó mi posición cuando la decisión del partido era que el presupuesto salga. Después, de los cambios que propuso el Frente Progresista me enteré en la banca por lo cual me sentí usado, traicionado, no sé cuál es la palabra. Se han quebrado algunas cuestiones vinculadas con la confianza. Está todo bien, las relaciones personales bárbaras, pero yo tengo que recuperar mi estructura de confianza y por lo tanto presenté la renuncia a la comisión de Presupuesto. Me confié, fue un error pese a mi experiencia legislativa. Tendré más cuidado en el futuro.

—Usted es uno de los que más dialoga con los senadores.

—Sí, pero a veces el eje de la discusión se confunde. Me parece que no estaba en discusión el fondo institucional de los senadores; estaba en discusión si el gobierno socialista seguía utilizando los fondos discrecionalmente. Por eso, yo y otros, planteábamos que el gobierno tenía que tener presupuesto. Uno puede estar más o menos de acuerdo con los fondos del Senado, pero un presupuesto que tiene ingresos de 10 mil millones de pesos más que el año pasado y está reconducido, a mí me preocupa. Me preocupa por la libre disponibilidad que tiene. Me planteé esa estrategia, en función de ese objetivo. Lo dije en el recinto: aprobar el presupuesto significa más fondos, 34% más de obras menores para municipios y comunas; 20% más para los convenios de Vialidad; aumentos para los anticipos de coparticipación; aumento de fondos para servicios de fondos de educación y salud. Con el reconducido todo esto seguía con valores del 2012. He sufrido críticas de presidentes comunales del Partido Justicialista pero el objetivo era que el Ejecutivo tenga un presupuesto con incremento de partidas que benefician a todos los santafesinos.

—Es decir, ¿tuvo una doble traición?

—Es como si entrás a jugar un partido de fútbol; lo querés ganar, pero dejás a los jugadores en el banco y querés que los otros se hagan los goles en contra. Por mi formación política y trayectoria no me gustan las abstenciones a la hora de votar. Creo que en el peronismo, muchos compañeros se han equivocado con la estrategia. En las consultas que hemos hecho, todo el justicialismo quería que haya presupuesto. Por eso laburé según mis convicciones, aposté al dictamen, no me fue bien, pero el objetivo es que este gobierno no siga usando indiscriminadamente los fondos. El dolor va por dos lados. El justicialismo se equivocó de estrategia, en la ley de leyes hay que tomar posiciones. Si no gusta el presupuesto cambiémoslo, discutamos otro, pero tampoco llevemos la discusión a la plata de los senadores. Uno puede estar más o menos de acuerdo con esto, pero la discusión es el presupuesto.

Parámetros

El proyecto de presupuesto 2013 fue presentado en octubre a la Legislatura y más allá de la redacción de los diferentes artículos, el Poder Ejecutivo tomó referencias del presupuesto nacional para elaborar las bases numéricas de la futura norma. Así, prevé un crecimiento de la economía del 4.4 % para el presente año; una tasa de inflación del 16 % y un precio del dólar promedio de 5,10. Si bien la cotización oficial de la divisa norteamericana gira en esa cifra ya sobre fines de marzo, ayer en el día de la sanción, El Litoral titulaba que el blue se comercializaba a 9 pesos en Santa Fe.

/// EL DATO

Ricardo Olivera renunció a integrar la Comisión de Presupuesto y Hacienda

Mascheroni: “Discusión cerrada”

El diputado radical Santiago Mascheroni consideró cerrada la discusión entre las dos cámaras por el fondo institucional para el Senado y destacó que el presupuesto ya es ley. La semana pasada, el Frente Progresista introdujo cambios en el proyecto, que fueron rechazados por el Senado. Ayer insistieron con el planteo, pero no obtuvieron los dos tercios necesarios para imponer su criterio.

—¿Perdieron la pulseada en el presupuesto?

—No. Estoy satisfecho con las posiciones que tuvimos, las expresamos en el recinto y justificaron la vuelta al Senado. Ya es una discusión cerrada. Se expidió el gobierno, la posición unánime del Senado, y ya no teníamos más chances. Algunas cuestiones debieron ser abordadas. Yo hice hincapié en la ley de actualización de valores para comedores escolares. Sigue sin tener amparo presupuestario con partidas ya que la ley fue sancionada una vez enviado el presupuesto. El Ejecutivo para no desnaturalizar el cumplimiento, deberá a la brevedad implementar las partidas para abordar esa demanda. Tampoco están en el presupuesto las partidas para afrontar la paritaria salarial de los agentes y sin embargo se va a cumplir el compromiso.

Con relación al Fondo Institucional del Senado es un tema que tiene distintas miradas; será para discutirlo en otro momento. El Ejecutivo avaló el acuerdo sostenido en el Senado, pero los bloques del Frente en su representación plural mantuvieron la votación porque creimos que era lo correcto. No fue una pulseada, no teníamos número para imponernos. Lo que sí critico son las posiciones dicotómicas del peronismo que, por un lado, votan en una dirección y por otra, en otra. Si tuvieran tanta crítica como manifestaron respecto a algunos rubros, tenían el número necesario como para hacerlo ley. El artículo 58 de la Constitución es muy claro, no se reunió el número y queda firme la sanción del Senado y es ley de la provincia.