Un fallo que conmueve a Francia

Todas malas para Sarkozy

El ex presidente galo fue imputado en una causa que investiga presuntos aportes ilegales en la campaña electoral que lo llevó al poder. El cargo es “abuso de debilidad” e involucra a Liliane Bettencourt, la mujer más rica de Francia, que padece demencia senil.

a.jpg

La decisión del juez galo podría dejar fuera de la carrera política al ex presidente de Francia, justo cuando comenzaban las especulaciones sobre su próximo retorno a la arena.

Foto: Agencia EFE

 

Agencia Télam

La imputación judicial contra Nicolás Sarkozy en la denominada “Causa Bettencourt”, provocó una verdadera conmoción en Francia en la que no faltó la defensa en bloque del ex mandatario por parte de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), así como críticas cruzadas desde el socialismo y desde el ámbito judicial.

“Incoherente”, “injusta”, “extravagante” o “indignante”, fueron algunas de las declaraciones de los responsables de la UMP el día después de la noticia que sacudió al mundo político francés, en un momento en que dentro del principal partido conservador se comenzaba a especular sobre un posible regreso del ex mandatario.

Sarkozy fue imputado por “abuso de debilidad” en la causa que investiga los presuntos pagos ilegales de la familia Bettencourt, dueña de L‘Oreal, a su campaña a la presidencia de 2007.

La imputación de Sarkozy representa un duro golpe para la UMP, que luego de su desprolija interna de octubre pasado no logra recuperarse y sin que, a excepción del ex mandatario, surja una figura capaz de posicionarse como candidato indiscutible para las elecciones presidenciales de 2017.

Mientras la casa de Sarkozy en las afueras de París se encuentra rodeada de periodistas y fotógrafos de todo el mundo, el líder de la UMP, Jean-Francois Copé, confió que habló con el ex mandatario y que éste “no entiende las motivaciones de esta acusación”.

“Estoy anonadado por esta imputación. Espero que la verdad triunfe ante esta prueba dolorosa injustamente impuesta. Es una decisión tan injusta como extravagante“, escribió en su cuenta de Twitter el ex primer ministro, Francois Fillon.

En tanto que el ex premier y canciller Alain Juppé, quien en 2005 fue condenado por la justicia a dos años de inhabilitación para cumplir cargos públicos por financiamiento ilegal de su partido, se mostro prudente y solicitó en la radio France Inter “respetar la presunción de inocencia que pesa sobre Sarkozy”.

El caso

Desde 2010 la justicia intenta saber si Sarkozy recibió mediante intermediarios dinero de la mujer más rica de Francia, Liliane Bettencourt, quien según el diario Libération en 2007 retiró “400.000 euros de sus cuentas en Suiza”, pruebas que ahora habrían sido verificadas.

Ayer, al terminar el careo entre el personal doméstico de la familia Bettencourt y Sarkozy, el juez de instrucción de Burdeos Jean-Michel Gentil decidió imputar al ex presidente por “abuso de debilidad” por sus encuentros con Bettencourt, dueña de L‘Oreal, hoy de 90 años y en estado de demencia desde 2006, según un peritaje judicial.

Desde el Partido Socialista, el primer secretario Harlem Désir estimó “insoportables las presiones de la UMP sobre la justicia al dejar entender que no cumple con su trabajo en el caso”.

Este caso convierte a Sarkozy en el segundo ex presidente en comparecer ante la Justicia después de que su antecesor, el también conservador Jacques Chirac, fuera condenado en 2011 a dos años de cárcel en suspenso y a devolver el dinero a la Alcaldía de París por un caso de corrupción y financiación ilícita de partidos.

A 10 meses de perder la elección en la que buscaba la reelección, estas acusaciones no son las únicas que pesan sobre Sarkozy, a quien podrían complicarlo otras investigaciones en los próximos meses, como la de haber recibido 50 millones de euros por parte del asesinado lider libio Muammar Kaddafi.

Varios responsables libios presentaron pruebas que hubo un acuerdo entre las partes en 2006 para financiar la campaña del político galo.

Asimismo, otra investigación preliminar está en curso en torno a la contratación irregular de encuestadoras que durante su mandato trabajaron para el Eliseo, al tiempo que su nombre figura en una causa donde el Estado está acusado de haber favorecido al controvertido empresario Bernard Tapie, por la cual esta semana fue allanada la casa de la directora del FMI, Christine Lagarde.

También está la causa sobre el atentado de Karachi (Pakistán), que revela un financiamiento ilegal de la campaña de Edouard Balladour en 1995. Como jefe de campaña, Sarkozy habría autorizado un convenio para recibir dinero a cambio de futuros contratos de armamento para Pakistán.