Al margen de la crónica

Semana del santo turismo

Las calles de ciudades y pueblos de España celebran la Semana Santa con una mezcla de tradición y religiosidad que atrae al turismo nacional e internacional con sus emotivas y espectaculares procesiones, Vía Crucis, tamborradas y “pasiones vivientes”.

En Andalucía, mirando al cielo por si la lluvia vuelve a hacer de las suyas, entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección, en las ocho grandes ciudades de la región salen en procesión unos cien mil “nazarenos” o penitentes pertenecientes a 258 cofradías, algunas de las cuales poseen piezas artísticas e imágenes barrocas de gran valor y de maestros como Martínez Montañés y Alonso Cano.

Sólo en la capital andaluza, Sevilla, saldrán en procesión unas 58 cofradías con casi 60.000 nazarenos, con imágenes tan veneradas como la de Jesús del Gran Poder y la Macarena, que procesionan en la “Madrugá” junto a otras imágenes de gran popularidad como la Esperanza de Triana.

También son muy populares las procesiones del Cristo de los Gitanos de Granada o las de Nuestra Señora de las Angustias y El Esparraguero, en Córdoba.

En Aragón (noreste), nueve municipios de la provincia de Teruel forman parte de la Ruta del Tambor y el Bombo, que vive en Semana Santa su mayor intensidad con las “rompidas de la hora”, mientras que en Zaragoza más de 15.000 penitentes de 24 cofradías saldrán en 49 procesiones que llenarán las calles de la ciudad con el sonido de tambores y cornetas, una tradición de más de 700 años de historia.

En el archipiélago canario, las Palmas de Gran Canaria acogerá 43 procesiones y una representación de la pasión de Cristo, en un programa de actos religiosos que tiene como escenario principal el barrio histórico de Vegueta.

En Castilla la Mancha destaca también la localidad de Hellín, donde el Viernes Santo se concentran unos 25.000 tamborileros, siendo uno de los atractivos de la región, que presume además de 104 horas ininterrumpidas de toque de tambor o tamborrada en la localidad de Tobarra.

En el centro-norte del país, la procesión del Viernes Santo en Valladolid recrea de forma completa la pasión, muerte y resurrección, mientras que la vecina Zamora tiene la procesión más larga, de hasta siete horas de duración.

En Cataluña destaca la macabra Danza de la Muerte de Verges, en la que los participantes llevan trajes y máscaras de esqueletos, o las espectaculares procesiones de los “Armats” de Tarragona, con cuadras de legionarios romanos desfilando, y la “Pasión viviente” de Esparreguera, en la que los vecinos de dicha localidad representan el calvario de Jesús.

Madrid, finalmetne, cuenta con la procesión de Jesús el Pobre, del Jueves Santo, que sale de la iglesia que lleva su nombre con los costaleros de rodillas, y las del viernes de Jesús de Medinaceli -la más multitudinaria- y la del Santísimo Cristo de los Alabarderos, en la que participa la guardia del Palacio Real.