Entrevista con el secretario de Control municipal
Entrevista con el secretario de Control municipal
Motos en la Costanera: “La idea es desgastarlos con controles diarios”

Investigación. Hace más de un año El Litoral detectó el descontrol que provocan las motos en la Costanera durante la madrugada.
Foto: Archivo El Litoral / Pablo Aguirre
Ramiro Dall’Aglio contó que la “moteada” reemplazó a la picada. Participan entre 30 y 50 motos de menor cilindrada que desafían a los inspectores cometiendo infracciones delante de ellos. Tienen prohibido perseguirlos pero apuestan a que se cansen.
De la Redacción de El Litoral
En enero del año pasado, una investigación de El Litoral titulada “Motos, las dueñas de la noche” confirmó la persistencia de carreras y el descontrol generalizado en diferentes zonas de la ciudad durante la madrugada, en especial en la costanera. La situación continúa en la actualidad y este fin de semana, ese lugar fue escenario de un accidente fatal cuando un motociclista atropelló a un joven, quien falleció en el acto.
Si bien el secretario de Control de la Municipalidad, Ramiro Dall’Aglio, aseguró que en este caso el conductor de la moto no estaba corriendo picada, admitió que la presencia de motos es diaria, al igual que los controles. Y explicó que desde hace un año aproximadamente “las picadas fueron reemplazadas por moteadas”. Esto quiere decir que “ya no observamos más el fenómeno de las carreras, con un organizador y apuestas; sino que ahora son motos de menor cilindrada, entre 30 y 50, que desafían y encaran a los inspectores mientras cometen infracciones. La mayoría no tiene casco ni patente, con lo cual no pueden hacerle la multa”. Esto ya fue observado por El Litoral en enero de 2012. Además, los inspectores “tienen orden de no perseguirlos porque el remedio puede ser peor que la enfermedad y pueden provocar un accidente”.
Ante esta situación, sólo retienen los vehículos de los conductores que pueden detener, “entre 12 y 15 por noche” y apuestan a que en algún momento “se cansen de los controles”, dijo el funcionario. “Nuestra política es mantener en forma constante los controles en la Costanera para que no tengan día libre. Por eso se hacen todos los días y se refuerzan los fines de semana. De esta manera pretendemos generar una situación de desgaste”, agregó.
Además, recordó que hace una semana el municipio firmó un convenio con la empresa Cesvi para encargarle un estudio minucioso del tránsito en la ciudad y propuestas para mejorarlo. “Estamos muy preocupados por los accidentes con víctimas fatales. Aunque en los últimos años logramos bajarlos, las cifras de este año están muy similares a las del primer trimestre del año pasado”. De todos modos, no pudo precisar cuántas personas fallecieron este año en accidentes de tránsito en la ciudad.
Retenidos
Dall’Aglio informó que en todo 2012 la Municipalidad retuvo 7.000 motos, de las cuales unas 700 se compactaron porque no fueron reclamadas por sus dueños. “La proyección es que este año vamos a superar esa cifra”.
Este fin de semana, el del accidente, el municipio retuvo 176 motos entre jueves y domingo, dos y hasta tres veces más de las que se lleva cada semana. En enero, durante los días del primer fin de semana, se retuvieron 29 motos; 89, en el segundo; 82 en el tercero y 100 en el último. En febrero fueron 70, 87, 85 y 32, respectivamente. Y en marzo, se llevaron 33 motos el primer fin de semana, 77, el segundo y 52 el tercero. Dall’Aglio explicó este llamativo incremento en que “hicimos operativos conjuntos con la policía entre jueves y viernes” y en que “cuando hace calor salimos a reforzar los controles”. Pero desestimó que la cifra haya aumentado después del trágico accidente del sábado a la madrugada.
Las picadas fueron reemplazadas por moteadas. Son motos de menor cilindrada, entre 30 y 50, que desafían y encaran a los inspectores mientras cometen infracciones”.
Ramiro Dall’Aglio
secretario de Control de la Municipalidad
¿Son eficaces?
Lía Masjoan
Las motos son el principal problema de tránsito que tiene la ciudad. Al diagnóstico lo comparten todos: la Municipalidad, que focaliza gran parte de sus operativos en ellas y siempre lideran las estadísticas de los vehículos retenidos; los médicos, enfermeros y camilleros de guardia del hospital Cullen, que están cansados de atender heridos y recibir muertos a causa de accidentes de este tipo de rodado; el personal de las ambulancias, que los trasladan; los profesionales del Vera Candioti que insisten en que gran parte de sus pacientes en rehabilitación tienen lesiones por esta causa; los vecinos de la ciudad, que ven a diario una enorme cantidad de motociclistas sin casco, llevando de a dos o tres menores y cruzando semáforos en rojo.
Lo que sucede en la Costanera es grave: que un grupo de 30 a 50 personas se adueñe de un espacio público y, a la vista de inspectores y policías, cometa todo tipo de infracciones es inadmisible. En este contexto, disponer controles constantes con escasa capacidad de acción no parece dar resultado. Y esperar a que se cansen de provocar, excediendo los límites de velocidad, sin llevar casco ni patente, mucho menos. De hecho, El Litoral reflejó esta situación hace un año y tres meses y todo sigue igual.
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