Los tuvieron cautivos

Docente asaltada junto a su hijo

Télam

Una docente fue asaltada cuando circulaba con su auto por delincuentes que la obligaron a dirigirse hasta su casa del partido de Morón, donde robaron dinero y una notebook y volvieron a llevarla cautiva en su propio auto junto a su hijo mayor hasta Haedo, donde finalmente los liberaron sanos y salvos.

La propia víctima, de nombre Gladys, aseguró a la prensa que tiene que dar las “gracias” de que no los “mataron”, dijo que tuvo “suerte” de que sólo les robaran el auto, algo de dinero y una computadora, y afirmó que en cierto momento pensó en tirarse del auto en el que iba cautiva, pero tenía miedo de que mataran a su hijo.

El hecho comenzó cerca de las 22.30 del jueves en la intersección de Monteagudo y Entre Ríos, en Morón, cuando la docente regresaba a bordo de su Peugeot 308 hacia su casa, tras pasar el día en el Tigre con una amiga.

“Venía de hacer un paseo por el Tigre con una amiga, aprovechando el feriado y me encontré con la sorpresa cuando regresaba a mi casa”, dijo la mujer, quien explicó que un automóvil se le cruzó en el camino y tres delincuentes se bajaron, la amenazaron con un arma y la obligaron a pasarse al asiento trasero.

Luego, la llevaron a su casa en la calle Carlos Calvo al 2400, en el oeste del conurbano, donde se hallaba su hijo de 24 años.

Le pedían dólares

Allí, los asaltantes le exigían la entrega de un dinero en dólares que en realidad no tenía, y le robaron unos 600 pesos que tenía el hijo, una tarjeta de débito de una cuenta sueldos y una computadora que la mujer había recibido por parte del gobierno nacional porque es docente, por el programa “Conectar Igualdad”.

“El auto es un Peugeot 308 y eso me etiquetaba con una persona de dinero, pero no soy adinerada. El auto es producto de mucho trabajo, no es algo que se obtiene de un día para el otro”, explicó.

Pero el raid continuó, porque los ladrones obligaron a la mujer y a su hijo a volver a subir al auto Peugeot 308 y se los llevaron nuevamente cautivos, supuestamente para ir al cajero automático a retirar dinero con la tarjeta de débito.

“Al final no nos llevaron al cajero. Me pidieron la clave de la tarjeta, yo se la decía, pero ellos no la retenían”, explicó Gladys.

Escapó y denunció

El marido de la docente, que había visto el momento en que los asaltantes llegaban a su casa, se refugió en la casa de un vecino y logró avisar a la policía sobre lo que estaba sucediendo.

Ante esa situación, varios móviles de distintas seccionales del partido de Morón salieron en la búsqueda del auto robado con sus víctimas. Fuentes policiales aseguraron que finalmente la docente y su hijo fueron liberados sanos y salvos en Alesandría 1400, en la localidad de Haedo. “Tengo mucha sensación de miedo. Me decían que a la policía la tenía que llamar dentro de las 48 horas. Es un hecho que a mí me marca, después veremos cómo sigue la procesión. Por suerte no nos hicieron nada, por suerte se calmaron con el dinero que se llevaron”, dijo la docente.

“Maltrato psicológico”

Gladys, finalmente, aclaró que los delincuentes no la lastimaron físicamente (“solo me tiraron del pelo porque me decían que tuviera la cabeza gacha”, dijo), pero explicó que lo que sufrió fue un fuerte “maltrato psicológico”.

En tanto, su hijo reclamó “más seguridad”, y dijo que a él lo asaltaron “ocho veces, siempre con mucha violencia y a mano armada”.