Desde los ‘80 hasta hoy

Estamos en la región del mundo en la que más crecieron las lluvias

Las precipitaciones con características propias de zonas tropicales se repiten con frecuencia. El calentamiento global y el agujero de ozono.

De la redacción de El Litoral

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Desde 1980 hasta nuestros días, “toda la zona que abarca desde Bahía Blanca hasta Porto Alegre y hacia el oeste hasta Córdoba”, es la región en la que “más aumentaron las precipitaciones a nivel mundial”.

Así definió el doctor Pablo Canziani el escenario climático que vive la región, y en el que se inscriben fenómenos como los que provocaron las inundaciones en Santa Fe o La Plata. Y al mismo tiempo la expansión de las fronteras agrícolas más allá del aporte de la tecnología.

Canziani es investigador principal del Conicet y director del Programa de Estudios de los Procesos Atmosféricos en el Cambio Global (Pepacg) de la Universidad Católica Argentina.

El científico ante la consulta sobre los cambios estructurales en las precipitaciones de la zona, que “ha cambiado la forma de llover”, lo que implica no sólo “más cantidad de agua” sino que además “es más frecuente la cantidad de eventos severos: mucha agua en poco tiempo” para una zona delimitada.

Sobre las causas de este fenómeno, explicó que “está asociado a la acumulación de gases de efecto invernadero” como al adelgazamiento de la capa de ozono estratosférico y el agujero en esa capa durante la primavera austral sobre la zona antártica.

Especificó que “el efecto a nivel estratosférico” del agujero de ozono supone el “corrimiento en las corrientes de chorro en latitudes medias con el mismo signo que los gases de efecto invernadero”.

Explicitó que “en el límite de la topósfera y la estratósfera hay corrientes de circulación que son como ríos, corrientes de chorro que definen los climas y se desplazan según la altura del año”. Tanto los gases de efecto invernadero como el agujero en la capa de ozono “corren hacia el sur” las precipitaciones.

El especialista refirió así a la denominada corriente de chorro extratropical que se ha fortalecido y desplazado hacia el sur. Lo que sucedía en zonas tropicales, sucede ahora en las “subtropicales” de la geografía delimitada por Canziani. El agujero de ozono es un “forzante” de este fenómeno en verano.

Estamos en la región del mundo  en la que más crecieron las lluvias

El cielo amenazante. Un escenario que los santafesinos conocen y respetan; la ciencia busca más explicaciones.

Foto: Flavio Raina

¿Se puede revertir el fenómeno?

  • Las últimas informaciones sobre el agujero de ozono es que se está achicando. En la lógica más alemental eso podría sugerir la reversión de las mayores lluvias en la región, pero el clima es más complejo que eso.

“Hay que investigar; la reversión debería confirmarse en 5 años”, dijo Canziani para poner las cosas en tiempos científicos, en un proceso que además llevaría hasta 50 años. Pero además advirtió que “hay que ver cómo evolucionan los gases de efecto invernadero” para saber si las lluvias vuelven a parámetros previos a los ‘80.

Podría ser que las lluvias que crecieron bruscamente desde entonces con el “forzante” del agujero de ozono, no se reviertan porque -a pesar de un agujero menor- la acumulación de más gases de efecto invernadero compensaría los factores de incidencia en el proceso.

“Supergyre”

  • “Se observa el fortalecimiento de la denominada corriente oceánica ‘supergyre’ que abarca latitudes medias del hemisferio sur, desde la costa atlántica argentina hasta la costa del Pacífico chilena, acoplando los océanos Atlántico, Índico y Pacífico en latitudes medias y altas. Este proceso estaría vinculado al agujero de ozono antártico”.
  • Así lo revelan las conclusiones de un reciente taller internacional sobre los efectos climáticos del adelgazamiento de la capa de ozono en la UCA, que obligan a abordar al clima como un concepto más complejo que el que se conoce como fuera del ámbito científico. “En la región antártica y oceánica polar y supsolar se estima que varios de los cambios observados en los hielos, precipitaciones, circulación y temperatura, podrían llegar a estar asociados también con el adelgazamiento de la capa de ozono”.

El dato

Transporte

  • Lluvias como las que inundaron La Plata responden a “un fenómeno de transporte de humedad desde la zona tropical de Brasil, que interactuó con un sistema de baja presión del Pacífico que se potenció cuando llegó al Río de la Plata, cuyo estuario es una zona de ciclogénesis”. Aclaró Canziani que “no se trata de una lluvia convectiva” sino de “un efecto de circulación: viene del trópico, del este al oeste, se desvía hacia al sur por la estructura geográfica del continente”.

La clave

Antropogenia

  • Para Canziani, “las muestras de hielo más de 600 mil años” muestran “como nunca dióxido de carbono en la atmósfera a partir del siglo XX. Además, “el agujero de ozono es netamente antropogénico”, y los gases que lo provocaron (CFC), presentes sobre todo en aerosoles, fueron reemplazados por los HFC que de todas maneras aportan al “efecto invernadero”. En cuanto al “optimismo” tecnológico de George Bush para no adherir al protocolo de Kioto, dijo que ya se ha demostrado que “el gran parche no funciona”.

En cifras

10 mm

de lluvia por año

se suman en promedio en las últimas décadas en cuenca del Río de la Plata y sus afluentes.

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"A nivel de infraestructura, en el país, las provincias y las zonas urbanas, no se recurre a los aportes de conocimiento.

Pablo Canziani

Dr. en Ciencias Físicas/UBA