Se entregó ayer en Tribunales

“Bata” Paredes negó ser el asesino del policía Martinet

Mientras los testigos de identidad reservada lo sindican como el autor del crimen, el acusado asegura que no estuvo en el barrio ese día.

“Bata” Paredes negó ser el  asesino del policía Martinet

La muerte del cabo Damián Martinet (28) generó gran conmoción hacia el interior de la fuerza y se temía un desenlace violento y de venganza. Foto: Archivo El Litoral

 

 

De la Redacción de El Litoral

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Leandro Osmar Paredes se declaró ayer inocente de culpa y cargo por el crimen del policía Damián Martinet, ocurrido el sábado 6 de abril en las calles del barrio San Lorenzo. Lo hizo en Tribunales, tras su presentación espontánea y luego de permanecer once días prófugo.

Acompañado por la abogada Sandra Arredondo, el “Bata” respondió a las preguntas de la jueza de Instrucción Cuarta, Susana Luna, que le imputó el delito de “homicidio, calificado por el uso de arma de fuego y por haberse realizado contra un miembro de la fuerza pública”.

Aunque no fue secuestrada el arma homicida y el acusado no fue hallado en la escena del crimen, son varios los testigos que lo señalan como el autor del letal disparo.

Por las características del caso, la Justicia les brindó a quienes se animaron a declarar las garantías del “testigo de identidad reservada”. Esto debido a que Paredes no es un desconocido para los vecinos del barrio San Lorenzo, y tal como lo asumió en su declaración indagatoria, no es precisamente un ejemplo de ciudadano.

Estuvo preso

Tampoco fue ésta la primera vez que se sometió a una declaración indagatoria por la muerte de una persona y lo dejó en claro desde el primer momento. Paredes venía de estar preso vinculado por un hecho en el que finalmente terminó absuelto y de vuelta al barrio se vinculó con elementos de la llamada Banda del Pasillo, de la cual tuvo la precaución de tomar distancia mientras duró el interrogatorio.

A diferencia del coimputado Reyes, que en su indagatoria “temblaba como una hoja”, Paredes se mostró tranquilo, sereno y con absoluto dominio de su carácter, aunque a sabiendas de que lo esperaban varios días de encierro.

Según trascendidos, Paredes dijo no conocer a Reyes, detenido la semana pasada por haber participado de un supuesto tiroteo en el que cayó Martinet, y desmintió haber estado en el barrio cuando se escucharon las balas.

Sobre el arma

Cuando le preguntaron por el arma homicida, el preso de 26 años se mostró perfectamente informado de cómo funciona ese tipo de artefactos, qué carga llevan y una serie de detalles propios del ámbito tumbero en el que habita. Pero tras asumir esos conocimientos, aclaró que no fue él el portador de una carabina y mucho menos el responsable de haberla gatillado.

El “Bata” Paredes no se limitó a contar su versión de los hechos, sino que contestó preguntas y dijo que se entregó, porque a esta altura temía por su vida, puesto que estaba siendo intensamente buscado. Por el mismo motivo dijo no haberse presentado en un primer momento, cuando su nombre retumbaba en los pasillos del barrio.

Tras la indagatoria, Paredes quedó inmediatamente bajo arresto, y por estas horas pasó formalmente a quedar detenido, aunque comunicado y bajo especiales medidas de seguridad.

Declaró el compañero

Con los dos únicos imputados privados de la libertad, la jueza Luna ordenó una batería de medidas para continuar con la recopilación de pruebas, dado que corren los plazos para que resuelva la situación procesal de los coimputados.

Esta mañana acudió a Tribunales el compañero de Martinet, quien declaró en calidad de testigo. El policía fue citado para ratificar el relato que consta en el sumario prevencional y para ampliar y brindar detalles de interés para la causa.

A la salida de Tribunales, la abogada Arredondo adelantó hoy que aguarda que se levante el secreto de sumario, para interiorizarse de las pruebas que constan en el expediente, y de ahí en más continuar con su estrategia defensiva para Paredes, que a pesar de sus dichos, sigue siendo el principal acusado.


Sábado fatídico

El cabo Damián Martinet murió de un disparo de arma de fuego cuando se dirigía junto con su compañero de guardia a cubrir una denuncia por un conflicto familiar suscitado en pasaje Cervantes al 3900, del barrio San Lorenzo.

Ambos se internaron el sábado 6 de abril en una zona considerada “de riesgo” y cuando ya había oscurecido, y según la versión oficial, quedaron a merced de delincuentes que estaban a los tiros.

Una moto tumbada en la calle de tierra los obligó a bajar del patrullero para abrirse paso, pero en ese momento se oyeron ruidos de disparos, uno de los cuales se habría incrustado en la axila derecha del cabo Martinet.

De nada sirvió el chaleco antibalas cuando el proyectil se coló por el único lugar abierto. El recorrido de la bala afectó gravemente órganos vitales y al llegar al hospital Cullen el policía estaba casi muerto. Los médicos que lo intervinieron no tuvieron nada por hacer y a los pocos minutos que ingresó informaron sobre su deceso.