“Buscamos darle vida a cada pieza, hacerla hablar”

“Buscamos darle vida a cada pieza, hacerla hablar”

Estanislao Giménez Corte

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“Para ser un buen numismático, hay que antes haber sido coleccionista. Uno no puede leer documentos sin haber visto o conocido las monedas. La moneda es para tenerla en la mano, mirarla con una lupa, ver cuáles son más raras” dice, con dosis equiparables de pasión y conocimiento, el Lic. Arnaldo Cunietti-Ferrando. El especialista en Numismática e historiador visitó la ciudad en el marco de la realización de las Jornadas Nacionales de la Federación Numismática, desarrolladas en las instalaciones del Museo Histórico, el pasado fin de semana. En ocasión de este evento, el profesional disertó sobre “Las acuñaciones patrias de 1813 y 1815”. El Litoral lo consultó sobre temas generales de su disciplina y la importancia del bicentenario de la primera moneda argentina.

“Yo estuve investigando mucho tiempo en Bolivia, en la casa de Moneda de Potosí, entonces puedo hacer un aporte” -explica el entrevistado al inicio de la conversación.

—El acceso a los documentos, representó en su momento una complicación particular?

—Lo fundamental es que hay que conocer la escritura notarial del siglo XVI y XVII, porque si no los viajes hubieran sido inútiles. Si uno no entiende la letra no puede investigar. Y además hay un problema, porque en la Numismática la mayoría de las personas son simples coleccionistas: no van a investigar a los archivos. Somos pocos los que vamos a exhumar documentación.

—Los coleccionistas poseen el objeto pero no trabajan sobre él.

—No investigan. Se llaman todos numismáticos, pero en realidad la Numismática es una ciencia. Los que coleccionan monedas tendrían que llamarse de otra manera. Hay una diferencia sustancial. El coleccionista abarca desde aquel que junta las monedas en su casa, hasta aquel que compra por poco dinero (e inclusive a gente que gasta más dinero, gente que se gasta, por ejemplo, U$S 50.000 en una moneda). Los estudiosos somos los que vamos y tratamos de llenar esas monedas con su historia, con sus antecedentes. Con datos e información que le den vida. Porque, si no, es un pedazo de metal muerto. Nosotros estudiamos las circunstancias en que se emitieron. Por ejemplo: las primeras monedas argentinas tienen una aleación de plata y de oro, no son ni de oro puro ni de plata pura. Y llevan la inicial de su tallador, que era el encargado de dar exactamente la aleación correcta de las muestras de las monedas. A veces es interesante conocer la historia de ese tallador.

—Se diría que lo suyo tiene mucho de historiador, pero que suma a eso un trabajo de investigación que tiene que ver con procesos políticos.

—Siempre se definió a la Numismática como ciencia auxiliar de la Historia, y yo digo que es al revés. Porque uno puede hacer Historia sin hacer Numismática, pero no puede hacer Numismática sin hacer Historia. Necesariamente cada moneda y cada medalla tienen una historia. Lo lindo es que a ese pedazo de metal que no dice nada uno lo complemente con la historia y el contexto que le da vida. Somos muy pocos los que nos dedicamos a la Numismática. Antiguamente, se la definía como la ciencia de las monedas y medallas. Después hubo un período en que dividieron las monedas en Numismática y las medallas en Medallística. Yo soy partidario de hablar de Numismática para todo.

—Hablábamos al comienzo de que se cumple el bicentenario de la acuñación de la primera moneda nacional, y se señalaba que ello constituyó en su momento un verdadero acto de soberanía.

—Sí, lo curioso es que nosotros emitimos moneda antes de la Independencia. Es un acto soberano que no le cayó nada bien a los realistas. Con el riesgo de que las monedas no fueran aceptadas, porque en primer lugar la gente estaba acostumbrada a las monedas con el busto del rey. Tanto es así que cuando se van los patriotas, lo que hacen los realistas es retirarlas de la circulación. Y las pagaban menos porque los ensayadores, que eran los encargados de hacer la aleación, eran bastante malos. Y esto es porque los buenos, que eran los realistas, se escaparon con el ejército del rey. Los patriotas nombraron gente improvisada, la que pudieron. Pero éstos son pequeños detalles que hacen a la historia menuda de nuestra moneda. Podemos pensar si es linda o no nuestra moneda. Bueno, nosotros la queremos porque es nuestra primera moneda. Por supuesto que hay monedas hermosas, pero lo importante es que es la primera moneda argentina. Si bien no es una pieza extraordinaria de arte, es una pieza de una belleza discreta.

—¿Está en ustedes el interés en difundir más qué es la Numismática?

—Sí, hay jornadas que se hacen desde hace años (más de treinta). Y se convoca a gente de todo el país. Aparte en Jornadas como éstas nos encontramos todos los viejos amigos, se intercambian piezas y se tratan temas comunes a la disciplina. En mi caso, soy historiador y estoy trabajando sobre las chacras de Buenos Aires. Pero como me pidieron que me ocupara de la primera moneda argentina (para esta ocasión), me encontré con una importante documentación, que yo había ocupado y relevado en otro momento. Publiqué en su momento un primer tomo sobre la casa de Moneda de Potosí. Iba a hacer dos tomos más, que no se editaron, pero quedó la investigación hecha.

—¿Cómo definiría la naturaleza de su trabajo?

—Los numismáticos que investigamos en los archivos somos pocos, y ése es uno de los grandes problemas que tenemos. Hay muchos coleccionistas pero poca gente que va a revisar documentos. Es un trabajo de paciencia, sí, porque uno a veces revisa cuarenta legajos para encontrar algo con lo que escribir media paginita. Pero la importancia de los historiadores es que cuando uno va revisando los legajos, aparece un montón de otros temas interesantes que dan lugar a otras investigaciones. Es un trabajo solitario: hay que conectar el trabajo documental con el conocimiento de las piezas, la pieza física con el documento. No sirven las dos cosas por separado: a mí me gusta hacerlo y descubrir cosas. El coleccionista es el que salva la pieza de la destrucción, pero yo soy partidario de los museos, porque hay monedas que son patrimonio nacional y es importante conservarlas para el futuro. Ahora, aparte de la historia está la parte comercial, porque las piezas se compran y se venden: hay un mercado además.

—¿Qué se puede decir a propósito de la belleza de nuestras monedas?

—Nuestras monedas tienen esencialmente un valor de cambio, no como piezas artísticas. No son lindas, son utilitarias. Es mi opinión. Depende de los gustos, si uno ve el mundo antiguo, las más lindas son las piezas griegas; después le siguen las romanas, medievales hay también muy hermosas. Después entramos en la época Moderna, donde hay una enorme cantidad de monedas que dependen de diversos factores. Pero igualmente la belleza es una cosa muy personal, es lo que cada uno considera.

“Buscamos darle vida a cada pieza, hacerla hablar”

Pequeñas cuentas de coral en un panel del Etnográfico, piezas que se usaban como unidades de valor para el intercambio de bienes.

Foto: Mauricio Garín.

 

Foto: Flavio Raina

El numismático e historiador señaló el hecho curioso de “que nosotros emitimos moneda antes de la Independencia, acto soberano que no les cayó nada bien a los realistas”.

Escolares observan las colecciones desplegadas en el Museo Histórico Provincial para la difusión del acervo y la disciplina en el marco de las jornadas organizadas por el Centro Numismático Santa Fe en conjunto con el Instituto Belgraniano de Santa Fe.

Foto: Mauricio Garín

Las vitrinas del Museo Histórico mostraron la evolución de nuestro papel moneda. En el ángulo inferior derecho se observa un billete de un millón de pesos, expresivo de las hiperinflaciones que agobiaron a la sociedad y consumieron la economía del país.

Foto: Mauricio GarínFoto: Mauricio Garín

ENTREVISTA CON EL NUMISMÁTICO ARNALDO CUNIETTI-FERRANDO

“Buscamos darle vida a cada pieza, hacerla hablar”
“Buscamos darle vida a cada pieza, hacerla hablar”

Anverso y reverso de la primera moneda patria -de ocho soles-, acuñada en 1813 por decisión de la Asamblea General identificada con ese año histórico.

Foto: Gentileza Cenusa

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“Buscamos darle vida a cada pieza, hacerla hablar”

El especialista. Cunietti-Ferrando visitó la ciudad en el marco de las Jornadas Nacionales de la Federación Numismática, que se llevaron a cabo durante una semana.