Unión está muriendo de pie....

Preso de este amor

Le jugó de igual a igual al puntero pero está llegando a un año sin ganar en Santa Fe. Sin embargo, por la actitud, la multitud despidió al equipo con una ovación.

Preso de este amor

Darío Pignata

[email protected]

Por más que al hincha optimista le duela, Unión está escribiendo las páginas del descenso más “raro” de todos. Cuando digo doler es porque muchos se van a aferrar hasta el final... hasta que la calculadora se quede sin pilas. Este descenso que se viene es tan raro como absurdo. Porque aún hoy -con un equipo que estuvo 26 fechas sin ganar y está por llegar a un año sin alegrías de local- no está muerto, cuando estos números en otras circunstancias ya lo hubieran condenado hace varias fechas.

De todos modos, me da la impresión de que desde Rafaela para acá, a Unión lo están velando en vida. Y en medio del dolor, lo están haciendo de la manera menos dolorosa posible. Adentro y afuera de la cancha.

Es que cuando Unión empezó el 2013 sin victorias y habiendo subido al podio como la tercera peor racha del profesionalismo de AFA -detrás de Argentino de Quilmes y Sarmiento de Junín-, lo mínimo que la gente pedía era dignidad deportiva para intentar el milagro o resignarse al desenlace. Y eso se está dando en parte: cuesta creer que se produzca el milagro pero Unión está muriendo de pie. En la gramilla y en el cemento. En la cancha y en las tribunas. En su técnico, con sus limitados jugadores y en sus incondicionales hinchas.

Si algo le faltaba a Unión para completar un paso más de este destino, casi marcado, se dio ayer en el 15 de Abril: ¡lo programaron un lunes a las cuatro de la tarde! Sin palabras. Sin embargo, este nuevo equipo y sus viejos hinchas volvieron a dar una lección de entereza en medio de la adversidad.

Es que si bien Limia atajó mucho más que Marchesín, Unión le jugó de igual a igual al equipo-revelación del fútbol argentino. Y en el trámite, a la hora de la tenencia de la bocha y el manejo, no hubo diferencias entre el que quiere ser campeón y el que se va al descenso. Sí hubo cuestiones distintas en los métodos de cada equipo para acelerar los metros finales en busca del arco del triunfo. Ahí, Lanús fue más que Unión y Limia fue más que Marchesín.

Apenas un gol -el de Independiente- en los últimos tres partidos hablan a las claras de una evidente mejoría en el sistema defensivo, con el punto culminante ayer con un arquero

 

Ni siquiera ayer faltaron... Los miles y miles de hinchas o socios de Unión amontonados en las tribunas del 15 de Abril, un día laborable en horario laborable: se jugó ayer lunes a las cuatro de la tarde en Santa Fe con un marco multitudinario en López y Planes. Cuando Unión vuelva a jugar de local frente a Belgrano por la fecha 12 habrá cerrado todo un año de almanaque sin poder darle una alegría a su gente en casa. Sin embargo, la cancha siempre está así, con este aguante tatengue.

Foto: Mauricio Garín

síntesis

UNIÓN 0

LANÚS 0

Unión: Alejandro Limia; Emanuel Brítez, Bruno Bianchi, Nicolás Correa, Guillermo Cosaro; Fausto Montero, Nicolás Bruna, Marcelo Sarmiento; Damian Lizio, Pablo Magnín, Andrés Franzoia.

Director técnico: Facundo Sava.

Lanús: Agustín Marchesín; Carlos Araujo, Paolo Goltz, Oswaldo Vizcarrondo, Maximiliano Velázquez; Víctor Ayala, Diego González, Guido Pizarro; Silvio Romero, Ismael Blanco, Mario Regueiro.

Director técnico: Guillermo Barros Schelotto.

Goles: no hubo.

Cambios: en el segundo tiempo, a los 10 m. Pereyra Díaz por Blanco (L); 19 m. Lionel Altamirano por Magnín (U), 21 m. Brahian Alemán por Montero (U); 42 m. Cristian Chávez por Regueiro (L); 43 m. Juan Cavallaro por Franzoia (U).

Árbitro: Sergio Pezzotta. Cancha: Unión.

(viene de pág 6)

que volvió, como hace tiempo no pasaba, a sacar la cara por su equipo. Si Unión siempre estuvo en partido fue gracias a Limia, figura de su equipo y de la cancha.

Claro que a Unión no le alcanza con una pequeña mejoría defensiva o con la proyección de -al paso que va- una campaña “normal” de entre 20 y 25 puntos por torneo corto. Sava sabía que necesitaba una sumatoria de cuasi-campeón para intentar el milagro. Algo que está cada vez más lejos a medida que el final se acerca. Y algo que no es cosa juzgada porque los otros -San Juan, Independiente, Quilmes- completan la historia del muerto y el degollado.

Unión, alentado ruidosamente durante todo el partido, se fue ovacionado a los vestuarios al momento de levantar las manos para el saludo final. No tiene explicación de la gente. No se vio nunca en este tipo de circunstancias deportivas terminales e irreversibles. Es como cuando en esas películas, se cumple el pedido bizarro -del francés bizarre- que hizo en vida el que está muerto en el cajón y quiere que lo despidan armando una fiesta, comiendo un asado y tomando cerveza. Siempre el hincha de fútbol tiene razones que la razón no entiende. Por eso este descenso absurdo, raro y ridículo de Unión se hace menos doloroso para afuera. Sólo por su gente.

Preso de este amor

Limia sacó varias...

Preso de este amor

Marchesín sacó ésta

El experimentado arquero tatengue fue la gran figura de Unión y de la cancha. Acá se queda con una pelota complicada abajo, pero en el primer tiempo redondeó una doble tapada de película.

Foto: Mauricio Garín

Es impresionante la volada del arquero de Lanús para evitar lo que hubiera sido un golazo de zurda de Franzoia. Según el propio Sava, “Marchesín sacó una pelota de campeonato”. Impresionante.

Foto: Luis Cetraro