Leopoldo Chizzini Melo
Leopoldo Chizzini Melo
El 30 de abril pasado Leopoldo Chizzini Melo hubiese cumplido 100 años. Don Polo, como lo recuerdan quienes fueron sus alumnos o tuvieron oportunidad de gozar de su amistad, nació en Gualeguay (Entre Ríos) un 30 de abril de 1913. A los 4 años se traslada con su familia a la ciudad de Rosario, donde su padre funda y es director de la Escuela Normal del Profesorado Nº3.
Siendo ya adulto, obtuvo el título de abogado en la Universidad Nacional del Litoral. Siguiendo una tradición de educadores, ejerció como profesor en casi todos los colegios secundarios de Santa Fe. Aún sus alumnos recuerdan sus amenas y enriquecedoras lecciones. También funda Odar, la primera organización de audiciones radiales en Santa Fe, en LT9, que le permitió trabajar junto a Roca Soler organizando programas de literatura. También pudo participar de programas en LT 10.
Sus obras encontraron eco en las páginas de El Litoral, desde 1934. Junto a López Rosas, Brascó y Birri, entre otros, crean el grupo Espadalirio en 1945. Participó en las tres fundaciones de la Asociación Santafesina de Escritores (Asde) junto con Gianello, Busaniche, Storni, Di Filippo, López Rosas, Pagés Sellarés, etc.
Desde muy joven participó en la política de nuestra ciudad. En los cargos que ocupó, entre ellos secretario general de la Dirección General de Educación y luego secretario general del Consejo General de Educación, cuando sólo tenía 23 años, presidente del Patronato de Menores, siempre tuvo como eje su preocupación por la formación de los jóvenes con la esperanza de construir un mundo mejor a través de la educación. Soñaba con elevar el nivel social de las personas por medio de su acceso a la cultura y al trabajo digno.
Supo expresar en su obra literaria esa valoración de los “olvidados de siempre”. Tacuara y Chamorro, los protagonistas de su libro del mismo nombre, eran dos niños “aquerenciados” en una estancia que aprendían a disfrutar de una realidad compleja que ellos hacían simple. El personaje de su libro “Mincho” también fue un niño que vivió bajo la protección de las tías de Diamante. Con gran habilidad supo retratar la cotidianeidad que vivió en su ambiente familiar y característico de la época.
Recibió premios literarios por sus obras, y en particular por “Los oscuros remansos”, y tuvo la romántica actitud de regalarle “Regalo de bodas” a su esposa Virucha, quien se enamoró de él siendo su alumna.
En la década del ‘50, fiel a sus inclinaciones docentes, logra viajar a Europa para estudiar modernas técnicas didácticas, particularmente en España. Lleva una representación ad honorem del gobierno para “investigar técnicas, métodos y programas educativos”. Además, dio conferencias sobre escritores argentinos en el salón de periodistas en Vigo en 1953, las que repitiera en Francia, Portugal, Suiza, Italia (en Florencia), Inglaterra y Holanda. También fue invitado a disertar en Chile y Uruguay.
En la década del ‘60 dirigió el diario Santa Fe, de corta duración. “Tacuara y Chamorro” se hizo película bajo la dirección de Catrano Catrani. En la misma debutó Sandro como actor en un papel secundario y participaron muchos habitantes de Coronda. Y es en esa ciudad donde se refugia en los últimos años de su vida. Aunque jocosamente escribiera en la primera edición Mincho, “...cada vez que alguien me pide un resumen de lo actuado en mi vida, pienso en que debo estar un poco muerto”. Sabemos que las personas sólo mueren cuando las olvidamos. Chizzini Melo logra a través de la importante simbiosis del espíritu docente con el de escritor, trascender los tiempos de la mano de quienes fueron sus alumnos o de aquellos que sueñan a través de su pluma.
foto:archivo el litoral
A cien años de su nacimiento