La clave está en la luz

La iluminación ocupa un rol protagónico en la ambientación. El correcto equilibrio entre tipo y cantidad de luz que recibe un espacio permite transformar el modo en que éste se percibe, haciendo posible realzar o atenuar la decoración e -incluso- intensificar el valor de los elementos que la componen.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FUENTE. WWW.ESTILOAMBIENTACION.COM.AR. fotos. freddy heer y el litoral.

 

Una buena planificación de la iluminación, elección de materiales y distribución, puede cambiar el aspecto y la atmósfera de una habitación. Por el contrario, el mal uso de la iluminación puede echar a perder una buena idea decorativa.

La naturaleza nos da un foco de luz utilizable que es el sol, pero esta luz no es suficiente ya que nuestra vida social se desarrolla también durante horas en las que, al ponerse el sol, desaparece la luz natural, siendo necesario valernos de sistemas artificiales.

Durante la reforma o decoración de espacios interiores es preciso planificar con detalle las fuentes de luz tanto naturales como artificiales. La iluminación artificial será un claro protagonista a tono con el espacio y los objetos, pero durante el día se debe poder aprovechar al máximo, y con la mayor cantidad de recursos posibles, las fuentes de luz natural de que dispongamos.

En esta ocasión, nos ocupamos de dos espacios protagonistas: el living y el comedor. Y además, propuestas para revitalizar otros sitios de la casa.

EN EL LIVING

La iluminación del living será la más variada y flexible de entre todas las habitaciones de la casa. Por tratarse de un espacio de múltiples usos, requiere pensar con cuidado los tipos de luz que se colocarán.

Como regla básica el living requiere una luz general suave, cálida o neutra que servirá como fondo mientras se planifican también los otros tipos de iluminación que van muy bien con esta área de la casa.

Con lámparas complementarias en sillones y otros sitios de interés, colocaremos algo de iluminación puntual, que sirva tanto para usos definidos (lectura, actividades, juegos, etc.) como para dar clima y calidez al ambiente. Es recomendable instalar más de una lámpara en las diferentes áreas.

Una vez definidos estos dos tipos de luces (general y puntual) podemos tomarnos el tiempo para pensar si vamos a iluminar algún objeto en particular: un cuadro, una columna, etc. Es dentro del living donde más podemos utilizar los recursos estéticos en la colocación de luces artificiales.

Tenga en cuenta que una decoración en tonos claros soporta todo tipo de luces sin problema. En cambio, los colores oscuros requieren una mejor planificación de fuentes de luz.

La luz general no necesariamente estará dada por la tradicional lámpara colgante central; puede colocarse si se desea una lámpara colgante fuera del centro o en torno al perímetro.

En las zonas de lectura o actividades, coloque una luz concentrada, que no encandile y que permita ajustar su altura y su ángulo. Una lámpara de pie junto al sillón o una lámpara de mesa dirigible, pueden acompañarse con una luz general para esa zona en particular.

EN EL COMEDOR

La principal función de la luz en el comedor es iluminar la mesa, generalmente desde una fuente ubicada encima de la misma. Como norma general la luz debe ser clara pero sin que moleste a los ojos ni produzca sombras sobre los comensales o los alimentos.

Se debe tener cuidado de utilizar lámparas muy bajas con luces que irradien mucho calor, que alteren los alimentos o incomoden a los comensales. El brillo excesivo también es molesto para la vista.

Para crear un conjunto más flexible y decorativo, la luz general puede combinarse con algún tipo de iluminación lateral: un aplique de pared, una lámpara de pie o sobre alguna mesa auxiliar. El uso de un interruptor de intensidad o dimmer a la llave de encendido, permite lograr una mayor flexibilidad en el uso de los recursos lumínicos y apuesta a generar distintos climas, incluso incorporando velas a la decoración sin problemas.

IDEAS

• Una buena iluminación del comedor es aquella que permite realzar el color y la textura de los alimentos, y el buen aspecto y apariencia de los comensales.

• Al elegir una lámpara tenga presente el tamaño y la forma de la mesa, así como su diseño. Es importante que exista una coherencia entre mesa y lámpara.

• Una mesa alargada puede iluminarse con dos o más lámparas en línea. Dos lámparas en cada extremo de la mesa puede ser un recurso interesante si se desea una decoración teatral y con mucha presencia.

• Una araña con mucha presencia no es compatible con espacios chicos o mesas pequeñas.

• Algunas lámparas pueden producir reflejos sobre una mesa de vidrio.

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EN RECIBIDORES, PASILLOS Y ESCALERAS

La iluminación de recibidores, pasillos y escaleras se organiza a partir de una buena fuente de luz, clara y sin sombras. Sin embargo, se puede pensar la iluminación de estas áreas también desde lo decorativo, más allá de su función práctica.

La iluminación del recibidor debe ser general y cálida. Se deben evitar las sombras. Los tonos fríos no son adecuados. La luz puede provenir de una lámpara de techo o pared, pero también se puede utilizar una lámpara de pie o mesa ofreciendo una decoración más cálida. Por supuesto, cualquiera sea la elección se debe evitar cualquier zona oscura o con sombras marcadas.

En grandes espacios, una luz general se puede acompañar por alguna lámpara de mesa o de pie. En pequeños recibidores una lámpara en techo o pared es suficiente.

Las escaleras, ante todo, tienen que estar muy bien iluminadas, preferentemente desde arriba y evitando sombras. Recordar que la iluminación de la escalera debe poder encenderse tanto de arriba como de abajo.

Los pasillos aportan luz de ingreso a cada una de las habitaciones; por esta razón requieren una iluminación pareja, aunque puede tratarse de una luz más tenue.