contra una banda narco

Megaoperativo en Rosario

La Justicia ordenó 23 allanamientos contra propiedades vinculadas con la banda de los Monos. Entre los apresados, hay un policía que trabajaba en la Secretaría de Delitos Complejos.

Germán de los Santos

Corresponsalía Rosario

[email protected]

Desde el viernes a la madrugada hasta bien entrada la noche de ayer, unos 150 uniformados pertenecientes a distintos eslabones de la policía de Santa Fe pero ninguno de la Unidad Regional II, salvo la División Judiciales realizaron por orden del juez Juan Carlos Vienna, y bajo la mirada de seis fiscales, 23 allanamientos contra el núcleo duro de la familia Cantero, que lidera la banda de los Monos, una organización criminal ligada al narcotráfico que estaría detrás de la saga de crímenes y venganza que dispararon una espiral de violencia que parecía incontenible. Quedaron detenidas ocho personas, entre ellas la madre de Claudio Ariel Cantero, la hermana y la hermanastra, que serán indagadas el lunes por el magistrado.

Pero lo más llamativo de la causa, que el juez la caratuló como asociación ilícita, fue el operativo que se montó en la sede de la gobernación de Rosario, donde durante la tarde quedó detenido un sargento de la Unidad Regional II que se desempeñaba en la Secretaría de Delitos Complejos, a cargo de Ana Viglione.

Un infiltrado

Este suboficial está sospechado, ya que su nombre aparece en escuchas telefónicas que posee la Justicia, de pasar directamente información a los Monos de las tareas que realiza esta dependencia que se creó tras la detención del ex jefe de la Policía Hugo Tognoli. Era un infiltrado en las entrañas del Ministerio de Seguridad, algo que provocó un fuerte impacto en las filas políticas de la cartera que dirige Raúl Lamberto.

El operativo que derivó en los 23 allanamientos dejó a flor de piel la desconfianza que tiene la Justicia en la Unidad Regional II, por tener fuertes sospechas de connivencia con esta banda surgida en el sur de Rosario. El despliegue policial de alto impacto que se inició en villa La Granada, asentamiento clave de los Cantero y terminó en Granadero Baigorria, se llevó adelante a espaldas de los efectivos asentados en Rosario.

Los únicos locales involucrados en el operativo fueron el subjefe de la Policía y titular de la URII Raúl Ardiles y la División Judiciales. Participó personal de la Guardia de Seguridad Los Pumas de destacamentos del centro y norte de la provincia, efectivos de San Jerónimo Sud, Chabás, Peyrano y Esperanza entre otras localidades.

Prófugos en Mini Cooper

Los allanamientos se centraron en Rosario, Granadero Baigorria, Pérez y Funes, en propiedades vinculadas con la familia Cantero, entre los que se destacaron dos casas en Caña de Ámbar al 1700 y al 1800, donde entre el domingo y el lunes a la tarde fue velado Claudio Cantero. Según informaron fuentes judiciales a El Litoral, Ariel y Guillermo Cantero, padre e hijo, lograron fugarse. Se sospecha que huyeron en un Mini Cooper, que estaba siendo buscado por la policía.

La reacción de la Justicia se gestó tras el doble homicidio que se produjo el martes a la tarde, cuando en un semáforo de Francia y Acevedo fueron acribillados Marcelo Alomar y Nahuel César, quienes se trasladaban junto con otras cuatro personas, entre ellos dos niños de 7 y 8 años, en una camioneta Nissan 4x4. El día anterior, y con la misma metodología sicarios en moto y autos, fue asesinado al mediodía Diego Demarre, conocido como el “Tarta” y dueño del boliche donde murió Cantero el domingo de cinco disparos. Demarre, quien perteneció a Los Monos y fue tildado de “entregador”, murió tras recibir seis balazos a metros de su casa en bulevar Seguí y Maipú cuando retornaba junto con su esposa de declarar como testigo en los Tribunales provinciales.

Acciones coordinadas

El procurador general de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, Jorge Barraguirre, le pidió al fiscal de Cámaras Nº 1 de Rosario, Guillermo Camporini, que conformara un equipo especial de fiscales para investigar estas muertas ligadas al narcotráfico y presuntamente vinculadas entre sí. Ante la espiral de crímenes mafiosos, la respuesta más directa provino de la Justicia provincial, donde el equipo de jueces y fiscales actuaron de forma coordinada y con rapidez. El juez Vienna había recopilado información valiosa en el marco de una causa vinculada con el clan familiar de los Cantero, como fue el asesinato en septiembre pasado a plena luz del día de Martín “Fantasma” Paz, un joven de 27 años que viajaba junto a su mujer y su hija en un BMW valuado en 70 mil dólares.

Los allanamientos dieron como resultado según informaron desde el Ministerio de Seguridad de la provincia el secuestro de 7 autos de mediana y alta gama, entre ellos un VW Bora blanco que habría sido usado en el crimen de Demarre, 4 motos, 1 cuatriciclo, un kilo de cocaína y 2,3 de marihuana, dos armas de fuego, 400 cartuchos, 15 televisores LCD, 10 equipos de audio, 3 notebooks, 20 celulares, cámaras de video y una gran cantidad de chip de teléfonos.