TENÍA 91 AÑOS

Murió Esther Williams, la “sirena” de Hollywood

Alcanzó la fama en los años 40’ con sus musicales “acuáticos”. Entre sus filmes más recordados figura “Escuela de Sirenas”. La nadadora y actriz compartió cartel con grandes íconos de la era dorada del cine.

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Su imagen en traje de baño, que quedó perpetuada en varias películas, fue una de las favoritas de los soldados estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción El Litoral / Télam / EFE

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La actriz y nadadora Esther Williams, reconocida por su papel protagónico en “Escuela de sirenas”, falleció a los 91 años en Beverly Hills, víctima de una hemorragia cerebral, según informó su publicista y portavoz, Harlem Boll.

Campeona de natación juvenil, tenía como meta participar en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1940, que fueron suspendidos al desatarse la Segunda Guerra Mundial, lo que la impulsó a probar suerte en el mundo del espectáculo

El comienzo de su carrera fue en simultáneo con la de Johnny Weissmüller -también nadador y actor, recordado por su célebre interpretación de Tarzán- con quien puso en marcha presentaciones que llamaron la atención a la Metro Goldwyn Mayer, que la convocaría.

Williams debutó en el cine en 1942 pero alcanzó la fama con “Escuela de sirenas” (1944), que le valió el mote de “la sirena de Hollywood y América”. Su filmografía siguió con “Las Nuevas Follies de Ziegfeld” (1945), “En una isla contigo” (1947) y “La hija de Neptuno” (1949).

Pionera de la danza en el agua con efectos caleidoscópicos, su popularidad creció tanto que dio origen a un subgénero dentro de los musicales, el “acuático”, con ejemplos como “La sirena se enamora” (1950), “La reina del mar” (1952) o “Una chica de fuego“ (1953).

A mediados de esta década comenzó a perder popularidad y en 1957 rompió su contrato con la Metro, al oponerse a protagonizar el film “The Opposite Sex” y el estudio decidió suspender su contrato y no le pagó el dinero acordado.

De esta etapa son películas como “Tormenta en el Paraíso” (1958) y “El circo nunca muere”, su última película junto a Cliff Robertson, tras la cual se dedicó a otro tipo de negocios, lanzando una línea de ropa de baño, de piscinas y de accesorios con su nombre.

También participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, que se realizaron en el año 1984, como comentarista. De hecho, Esther Williams fue una de los principales impulsoras para conseguir que la natación sincronizada fuese incluida oficialmente como deporte olímpico ese año.

Junto a los grandes

Williams se casó en cuatro ocasiones, con Leonard Kovner (1940-1944), el cantante y actor Ben Gage (1945-1959), padre de sus tres hijos, el actor argentino Fernando Lamas (1959-1982), del que enviudó y el actor Edward Bell (desde 1994).

A lo largo de su carrera apareció junto a íconos como Gene Kelly, Frank Sinatra, Red Skelton, Ricardo Montalbán o Howard Keel. Tras la desaparición de los grandes estudios y los costosos musicales trató de reinventarse como actriz, aunque sin gran fortuna.

Pese a todo esto, en alguna oportunidad la recordada actriz admitió que “Hollywood me trató muy bien. Era una niña mimada, pero la fórmula de mi éxito era el agua y no podía ser otra, de manera que nunca llegué a interpretar un papel dramático con éxito”.

Estaba confinada a una silla de ruedas desde hace años por una caída, pero se mantenía activa y disfrutaba de baños en su piscina de agua calentada con energía solar, según afirmó en 2011 su cuarto marido, Edward Bell.

“Nadar es el único deporte que puedes practicar desde tu primer baño hasta el último. Y sin lesiones”, afirmó la mítica actriz, según relataba su marido en un correo electrónico por su cumpleaños número 90.