la mirada de Daniel Scandolo
El gran karma de los veterinarios
¡Qué karma!. Para Scándolo, la detección del celo sigue siendo una materia pendiente para le profesional veterinario.
Foto:Archivo
El especialista de INTA Rafaela disertó en las XIII Jornadas de Educación continua para Corresponsables Sanitarios sobre los nuevos protocolos de detección de celo en rodeos lecheros. Para levantar vuelo, primero resolver cuestiones estructurales.
Campolitoral
En diálogo con Campolitoral, el especialista remarcó que el objetivo de la charla consensuada con el Colegio de Veterinarios era mostrar algunos datos de seguimientos hechos en INTA Rafaela, asociados a los protocolos de sincronización, utilizando inductores de la ovulación.
“La idea de la charla apunta a arrimarle a los veterinarios las herramientas para aportar algo desde nuestro punto de vista experimental para lo que ellos ven a campo”, dijo. Según Scandolo, las vacas no siempre entran en celo en días que nosotros queremos, e incluso directamente no entran en celo, “por eso queremos mostrar los argumentos fisiológicos por lo que esto suele ocurrir”.
Además, realizó una severa autocrítica, al remarcar que tenemos serias falencias en la detección de celo, entonces para suplirla surgieron protocolos que hacen que uno insemine el total de la población. La tasa de inseminación en celo detectado en rodeos lecheros ronda entre el 40 al 50 %, por lo que notamos una brecha muy grande para llegar al 80% o 90%, que sería lo ideal”, proyectó.
Estos protocolos permiten inseminar el total del rodeo, y ya que el total de la población no ovula en el momento que tiene que hacerlo, a partir de estas herramientas “uno tiene la solución al alcance de la mano”. Además, aconsejó aplicar un manejo particular en cada caso. “La mayoría de los colegas trata entonces de armar una receta para cada establecimiento, ya que no hay recetas únicas, no se puede adaptar un solo protocolo para todos los tambos”, destacó.
Equipo de primera
Claro que a la hora de aplicar la teoría, la cosa se pone un poco más “peliaguda”. Por eso, Scándolo aclara que en esto hay un tema crucial: el personal. “El personal (que es quien realiza la tarea reproductiva) es fundamental. La tarea del profesional en materia de reproducción es del 6 %, por eso de acuerdo al personal se pueden implementar medidas, manejando sus necesidades de acuerdo al personal que cada uno cuenta”, analiza.
A la hora de los conceptos, queda claro que todavía falta mucho camino por andar. “Cuando digo baja concepción, vale la pena aclarar que en vaquillonas por lo general se preña un 55 %. Cuando nosotros empezamos el trabajo nos preguntábamos cómo llevar ese número a 70, y comenzamos a implementar dichos protocolos para ver que hay un desfasaje en la ovulación del animal. Con estas medias identificamos más fácilmente al animal que está desfasado en la ovulación y entonces aplicamos las medidas hormonales para que se homologuen con el resto”, sostuvo.
Finalmente, remarcó: “Estoy convencido que el gran karma que tenemos los veterinarios es la detección de celo, desde INTA venimos trabajando desde hace años, aunque se dificulta bastante implementar cambios en el tiempo, por más que uno insista, pero muchas veces uno va a los campos y ve que las condiciones no son las adecuadas, por eso, en el caso de los protocolos, hay que seguir trabajando”.
"Tenemos serias falencias en la detección de celo, entonces para suplirla surgieron protocolos que hacen que uno insemine el total de la población. La tasa de inseminación en celo detectado en rodeos lecheros ronda entre el 40 al 50 %, por lo que notamos una brecha muy grande para llegar al 80% o 90%, que sería lo ideal”
Méd. Vet. Daniel Scandolo
El dato
No confundir
- Hay dos conceptos que parecen iguales pero no lo son: la eficacia y la eficiencia. Tenemos que ser eficientes. Yo puedo matar una mosca con la mano, un aerosol o con una bomba, y soy eficaz si la mato. Pero ser eficiente implica hacerlo bien, ahorrando recursos. Si la mato con un matamoscas soy más eficiente”, analizó.
