Un debate necesario
La conmemoración del día del ambiente exige reflexionar sobre los métodos que permitan producir más y mejor en beneficio de todos. El sector ya dio señales claras de haber entendido el desafío.
Federico Aguer
Para el campo, el día mundial del ambiente no puede pasar desapercibido. Sobre todo en un escenario donde el tema de los agroquímicos está en la picota y obliga a replantear métodos productivos más sustentables.
Sin embargo, esta semana tuvimos tres hechos que comprueban que el campo se preocupa y se ocupa de mejorar la sustentabilidad. El primero es la consolidación, lenta pero continua, de la comisión de legumbres, una feliz iniciativa que iniciara la actual directiva de la Bolsa de Comercio de Santa Fe y que tuviera el mes de abril su punto más álgido con la realización de la primer Jornada de Legumbres, con la idea de “abrir la cabeza” e introducir estos cultivos al centro norte santafesino.
En Uruguay, los gobiernos de ese país, de Paraguay, el Estado de Río Grande do Sul (Brasil) y tres provincias de la Argentina (Entre Ríos, Santa Fe y Formosa), enlazados por el Proyecto Incentivos a la Conservación de Pastizales Naturales del Cono Sur, lanzado por la Alianza del Pastizal y apoyado por el BID, decidieron seguir avanzando con la idea. El proyecto promueve que los productores que mantienen fracciones de pastizales naturales en buen estado de conservación cuenten con beneficios en la forma de incentivos, a través de una herramienta llamada Índice de Conservación de Pastizales Naturales del Cono Sur. “Se trata de la conservación de suelos, mantenimiento de fuentes de aguas limpias y reguladas, minimización de inundaciones y sequías, aporte de biodiversidad, control de plagas para cultivos, entre otros”, explicaron los expertos.
Finalmente, la inauguración de la planta en Puerto General San Martín de Profertil, augura una provisión de urea (nitrógeno) un poco más cerca de nuestros productores.
Temas como la Agricultura Certificada, las alianzas y la idea de producir más y mejor, son los ejes globales a seguir. Producción y conservación ya no deben ser antinomias, sino las caras de una misma moneda.
