Palabras de experta

Palabras de experta

Angela Falzone

Con prestigio ganado a través de su formación, la fidelidad de sus clientas y 50 años de trabajo, esta profesional de las tijeras nos comparte su perfil y su pasión por la peluquería.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS.

 

INICIOS. “Empecé hace 50 años, siendo muy jovencita, porque me gustaba la peluquería. Trabajaba en una perfumería y le cortaba el pelo a mis compañeras. Como se me despertó la inquietud empecé a estudiar por la noche con Eduardo Vázquez, que fue un gran estilista, muy reconocido. Un buen día me instalé. En el momento en que arranqué no teníamos elementos, acceso a la moda, ni había técnicas, aunque parezca mentira. La gente joven se queja ahora si no tiene ciertas cosas. En aquel momento no había tijera, ni se usaba el brushing. Sólo se hacía la toca, los reflejos y la permanente. Así estaba la peluquería en el momento en que empecé”.

FORMACIÓN. “Me iba todos los lunes a L’Oreal, a Buenos Aires, para capacitarme; pero en realidad yo aprendí mucho a través de grandes colegas como Jhosep y Flavio Olsini; con ellos he viajado a Europa desde el año ‘85, fui a las mejores escuelas. Todo ese aprendizaje es lo que me sirve para seguir adelante. Mi primer local estuvo en Marcial Candioti y Balcarce, frente a la biblioteca Moreno; después me mudé a calle San Luis, y me acuerdo que era tan chico el lugar que las clientas hacían cola afuera. Gracias a Ángel Malvicino pude instalarme. Fue cuando volví de un viaje con la cabeza cargada de cosas lindas, porque para eso te sirven los viajes. A partir de ahí comenzó la mejor época, en la que más crecí, en la que más pude viajar y perfeccionarme. Un buen día Don Malvicino me ofreció venir al shopping. Lo pensé muchísimo porque acá trabajamos doce horas corridas y, en un primer momento, lo hacíamos todos los días de la semana. Más tarde logré que nos sacaran el domingo y el lunes, y bueno, acá estamos. A mí me gusta este lugar, me siento cómoda, tengo seguridad y es un lugar agradable para las clientas”.

EXPERIENCIAS. “Hice muchos desfiles junto a Mónica Malvicino y otras comerciantes. Hicimos uno en la calle incluso, que no se hizo nunca más. Lo recaudado lo donábamos a instituciones. Lo disfruté muchísimo porque a mí me encantan estas cosas; creo que realmente ésta es la parte creativa de un peinador, mostrar lo que hace. En este momento no existe la oportunidad de hacerlo, por el costo o por que no se quiere”.

LA PROFESIÓN. “Tuve muchísimas satisfacciones con mi profesión, esto es lo que me encanta hacer, puedo estar cortando el pelo durante doce horas. También tengo ganas de abrir una escuela porque quiero que el que se inicia o el que está ya iniciado tome la peluquería como una verdadera profesión, no sólo como una salida laboral. Es una labor sacrificada, te tiene que apasionar y tenés que estudiar. Si se dan estas tres cosas va a haber frutos. Yo lucho para enaltecer a la peluquería”.

MODA Y MUJER. “Las mujeres acá no se dejan cortar mucho el pelo; ése es un error. Hay algo que las chicas jóvenes tienen que entender que, como primera medida, deben cuidar el pelo, que es el adorno de la mujer. ¿Qué es cuidar? Es no aplicar muchos productos químicos que dañen el pelo. Ahora están muy de moda el alisado, hay que tener mucho cuidado con esto. Tampoco hay que decolorar tanto el pelo porque se arruina y se quiebra. Si las mujeres quieren llevar el pelo largo no hay problema, lo pueden llevar hasta la cintura si gustan, pero tienen que elegir un corte moderno. Además hay que cuidarlo mucho, porque las cabelleras largas arruinadas son feas. Lo importante es ponerse en manos de buenos profesionales, que sepan lo que están haciendo y seguir tratando el pelo en casa”.

LO QUE QUEDA BIEN. “Hoy hay cortes muy lindos y la moda te permite usar el pelo largo, mediano, cortito, oscuro o claro. Se trata de llevar lo que a cada una le queda bien y lo que le resulta cómodo, pero hay que peinarse. Creo que la gente no tiene que ser esclava de la peluquería ni ir todas las semanas al salón, menos aún la gente joven. Tienen que buscar algo que permita arreglarse sola. Salvo que tengas un pelo muy rebelde, muy difícil, hoy te podés arreglar vos misma. Ya no es como antes, salvo raras excepciones de gente más grande, que va todos los sábados a la peluquería a peinarse; no se justifica. Incluso, yo siempre le digo a mi equipo: ‘No peinen de peluquería’”.

EQUIPO

“La verdad es que tengo un equipo muy bueno de coloristas y de brushinistas. Entre ellos están mi hermano y mi sobrina. Todos tratamos de ir para adelante. Sin este grupo, yo no podría hacer nada”.

BUENA ENERGÍA

“Hay una parte de la peluquería que es humana. Mucha gente llega con sus distintos problemas, a veces son cosas muy feas, y yo tengo que estar bien plantada, con buena energía para recibirla porque viene a pasar un momento agradable. Un gran estilista francés decía que para ser buen peluquero se necesitan buenas piernas y espaldas, buena tijera y buen carácter; si reunís todo eso podés ir para adelante. Otro maestro decía que los peluqueros tenemos que tener bien las manos y la energía porque tocamos al ser humano y no podemos brindarle algo feo o desagradable”.

FUTURO

“Me parece mentira que lleve 50 años de profesión. Les digo a mis clientas, el día que me tiemblen las manos o ya no tenga ganas, dejo las tijeras. Espero que lo que venga sea bueno porque yo tengo ganas de hacer muchas cosas”.

así soy yo