Alumnos del Colegio San Antonio de Padua

Construyeron un “banco ecológico” con pilas encapsuladas en botellas

En el barrio, recolectaron baterías viejas y las pusieron en botellas de plástico llenas de aserrín, para neutralizar las emisiones tóxicas. Así, crearon las patas de un banco de plaza. Reutilizar y cuidar el ambiente, la premisa.

Luciano Andreychuk

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¿Cómo reutilizar lo que se desechó y que, encima, contamina el medio ambiente? Ésa es una de las preguntas actuales que desvelan a los ambientalistas. Y otra vez la escuela, como semillero de ideas ingeniosas, demuestra que puede dar respuestas a estos interrogantes. Un grupo de 9 alumnos del 3er. año de la Escuela Media Nº 3135 San Antonio de Padua decidieron hacer algo por el medio ambiente: se les ocurrió reutilizar pilas, encapsularlas para neutralizar el efecto contaminante y usarlas para construir algo.

Primero emprendieron una colecta de pilas eléctricas usadas -comunes y alcalinas- en la propia escuela ubicada en J. J. Paso al 3300, en el barrio y en la parroquia. Luego, con las pilas reunidas, las encapsularon en botellas de plástico llenas de aserrín, ya que este desperdicio de la madera absorbe los metales pesados que emanan de las pilas y neutraliza su efecto contaminante. Después, armaron los moldes cilíndricos de las patas de un banco de plaza estándar; colocaron las botellas adentro del molde y luego rellenaron con hormigón, gracias a la ayuda de un albañil.

Así, lograron darle forma a un “banco ecológico”, reutilizando elementos desechados perjudiciales para el medio ambiente, y además encontraron una forma de ahorrar una buena cantidad de cemento. Todo en una escuela media común, sin talleres técnicos ni espacios físicos suficientes. Todo a fuerza de voluntad, esfuerzo y ganas. Los chicos presentaron el trabajo -que aún está en proceso, pues falta hacer la base del banco, con el mismo método- en una feria de ciencias en Humboldt. Y fueron reconocidos.

Idea

“La idea surgió el año pasado a partir de una propuesta que nos hizo la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF). Fuimos a participar de un concurso donde la premisa era trabajar una problemática ambiental. Elegimos tocar el tema de las pilas, nos pareció muy potable porque aquí no se hace nada con ellas: sólo se las desecha en la basura”, contaron a El Litoral Casiano Calderón, Antonella Bonacina, Agustín De Filippi, Belén Vázquez, Juan Manuel Falcón, Florencia Barbosa, Valentina Guevara, Ana Paula Borré y Mauricio Molina, los alumnos del proyecto.

Primero, los chicos investigaron en textos de ciencia cómo encapsular las pilas. Después las recolectaron en el barrio; consiguieron botellas de polietileno descartables (las de sodas y gaseosas); de una carpintería obtuvieron aserrín y finalmente pusieron todo (aserrín y pilas) adentro de los recipientes plásticos.

“Las pilas liberan óxido de magnesio, cadmio y mercurio, metales pesados que contaminan. Esas sustancias van siendo absorbidas por el aserrín. En las botellas queda todo encapsulado y sin perjuicio para el medio ambiente durante 400 años”, explicó Silvia Láquiz, profesora del área de Ciencias Naturales que coordinó el proyecto.

Una vez listas las botellas, se hizo un molde cilíndrico para las patas de un banco de plaza previamente diseñado (ver imagen). Se colocaron las botellas en el molde y se rellenó con hormigón. Se dejó secar, y voilá: quedaron listas las patas del banco. “Con este método de encapsulamiento, las pilas dejan de ser tóxicas y se convierten en un material para construir cosas”, contaron los chicos.

“Al trabajo lo presentamos en Humboldt, durante dos jornadas, hace unos días. Fue una experiencia muy enriquecedora porque nuestros alumnos compartieron experiencias con adolescentes de otras escuelas de la región. Y recibieron el reconocimiento de sus pares. Aquí no tenemos espacio físico, ni talleres ni equipamiento; pero pudimos concretar el proyecto. Todo fue hecho a pulmón”, resaltó Mirian Stivala, directora.

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Parte del equipo de alumnos junto con las docentes que coordinaron el proyecto. Foto: Guillermo Di Salvatore

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Así se ve

el banco ecológico que fue presentado en Humboldt.

Foto: Gentileza M. Stivala.

El dato

Proyección

  • “Iniciativas como ésta representan pequeños pasos contra la contaminación. Es clave que los propios chicos tomen conciencia ambiental”, coincidieron Stivala y Láquiz. El proyecto se presentará en las municipalidades de Santa Fe y Santo Tomé. Y se expondrá en la Expoambiental que realizará la UCSF.