Dijo que su obligación “es oír la voz de la calle”

Rousseff ofreció dialogar a los indignados

En cadena nacional la presidenta aceptó avanzar con algunos reclamos de los manifestantes. Condenó los hechos de violencia que atribuyó a una minoría.

Rousseff ofreció dialogar a los indignados

Varias personas escuchan en un bar en Salvador de Bahía a la presidenta Dilma Roussef. Foto: EFE

 

Eduardo Davis - EFE

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EFE

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tendió hoy una mano a los “indignados” del país y se dijo dispuesta a recibirlos, al cabo de una jornada en que las protestas perdieron fuerza tras congregar este jueves a 1,2 millones de personas.

“Voy a recibir a los líderes de las manifestaciones pacíficas, de sindicatos y asociaciones populares” pues “precisamos de todas sus contribuciones, reflexiones y experiencias”, declaró Rouseeff en un mensaje en cadena nacional, en el que reiteró su “enérgica condena“ a la violencia que ha habido en algunas de las protestas.

En el mensaje, que duró diez minutos, Rousseff se refirió en forma puntual a varias de las causas del malestar, que pasan por la pésima calidad de los servicios públicos, la salud y la educación, la corrupción y el gasto público en la Copa Confederaciones, que comenzó el pasado sábado en Brasil, y en el Mundial de fútbol de 2014.

Reiteró el carácter “democrático” de las protestas, aunque volvió a condenar en forma enérgica el vandalismo que hubo en muchas de las manifestaciones, que atribuyó a una “minoría” que “ni el Gobierno ni la sociedad pueden aceptar” y que “no puede manchar” el “verdadero deseo de cambio” expresado en las calles.

Sobre el aumento de tarifas de transporte público, que puso al descubierto el malestar social, recordó que las manifestaciones lograron que el alza fuera derogada y dijo que discutirá con los “indignados”, con autoridades del Parlamento, del Poder Judicial, con gobernadores y alcaldes, la elaboración de un “plan nacional de movilidad urbana”.

Con relación a la salud, insistió en que su Gobierno se apresta a “traer de inmediato a millares de médicos del exterior para ampliar la atención”, lo cual es rechazado por los colegios profesionales del país.

También dijo que insistirá ante el Congreso en la aprobación de una propuesta que plantea que el 100 por ciento de las regalías que generen las riquezas petroleras atesoradas en aguas profundas del Atlántico se destinen a la educación.

Rousseff reafirmó su decisión de que la corrupción sea combatida con el mayor rigor y también se pronunció en favor de una reforma política que “permita a los ciudadanos fiscalizar mejor a todos sus gobernantes”.

No obstante, rechazó la condena que las manifestaciones han hecho a todas las formas de política tradicional y a los partidos.

Aunque admitió que la política debe ser “oxigenada”, advirtió de que “ningún país puede prescindir de partidos ni del voto popular”.

Rousseff afirmó que es “la presidenta de todos, los que se manifiestan y los que no”, e indicó que el “mensaje de cambio” que “viene de las calles es directo” y está dirigido a cada uno de los responsables de la conducción del país.

El pronunciamiento de la mandataria siguió a un anuncio hecho por el movimiento Pase Libre de Sao Paulo, que inició las protestas en contra del alza del transporte y que hoy decidió poner fin a las manifestaciones.

Los líderes de Pase Libre explicaron que el “primer objetivo”, que era la derogación del aumento, fue “alcanzado”.

Pero también dijeron que detectaron que en las marchas se han “infiltrado” grupos ajenos a sus intenciones.

“Consideramos que grupos conservadores se infiltraron en los actos para defender propuestas que no nos representan”, dijo Rafael Siqueira, portavoz de Pase Libre, quien explicó que surgieron grupos que defienden la penalización del aborto o la reducción de la edad de responsabilidad penal, a las que el movimiento se opone.

Aún así, hoy todavía resistían algunos pequeños focos de protesta en varias ciudades, entre las que se contaban Río de Janeiro y Sao Paulo.

En Río de Janeiro, la protesta llegó a las puertas de la casa del gobernador de ese estado, Sergio Cabral, en el barrio carioca de Ipanema.

Cientos de personas se concentraron en forma pacífica frente al edificio y entonaron cánticos contra Cabral, vigilados de cerca por decenas de agentes de la Policía Militar, pero sin que ocurrieran incidentes.


Análisis

Facebook y los movimientos estudiantiles, líderes de las protestas

José Manuel Blanco

EFE

  • Por primera vez en su historia, Brasil, un país de escasas manifestaciones, protagoniza unas protestas masivas organizadas de forma espontánea a través de Facebook, la “red social rey” de un país que consume con voracidad este tipo de productos, ahora con un amplio cariz político.

La última vez que se vivía una situación social semejante fue en 1992, cuando la indignación ante la situación económica y política del país llevó a miles de personas a salir a la calle para pedir la dimisión del presidente de la época, Fernando Collor de Mello, envuelto en un escándalo de corrupción.

Entonces no había redes sociales e internet apenas se conocía, y las manifestaciones estaban encabezadas por cabezas visibles, algunas de las cuales comandarían años después el destino del país, como el Partido de los Trabajadores del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y de la actual mandataria, Dilma Rousseff.

Ahora, más de veinte años después y en medio de la celebración de la Copa Confederaciones, centenas de miles de brasileños salen a las calles con algunas reivindicaciones parecidas a las de entonces, como acabar con la corrupción y mejoras en salud y educación, a la que se ha añadido como novedad el rechazo a los gastos astronómicos en los eventos deportivos.

Sin embargo, carecen de un líder definido, de un portavoz o una organización, y lo que lo que los une a todos son las redes sociales, en particular Facebook.

Eso plantea dificultades a la propia Policía. “No hay un ningún liderazgo, una coordinación. No sabemos nunca lo que van a hacer, cuál es la pauta”, dijo el coronel Marcelo Pignatari, responsable por el comando de la avenida Paulista durante una protesta el pasado jueves.Por ello, la Policía ha comenzado a monitorear las redes sociales, admitió.

Los eventos se multiplican por Facebook con las más variadas intenciones, desde las protestas que buscan mejorar la sociedad hasta propuestas para pedir restaurar el Pazo Imperial, un edificio colonial en el centro de Río de Janeiro.

Según datos difundidos esta semana por el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Sociedad de la Información, en Brasil hay 80,9 millones de usuarios de internet y 139,8 millones de usuarios de teléfono móvil, en un país con más de 190 millones de habitantes.

En la manifestación de este jueves en Río de Janeiro, la estudiante de Filosofía Naomi Baranek, de 19 años, explicaba a Efe que ella se enteró de la marcha por Facebook, aunque también había movimientos estudiantiles dentro de las universidades públicas que daban esta información.

Las universidades son “un punto de encuentro para deliberar” los temas de interés en “este frente de lucha”, cuenta a Efe Rian Rodrigues, un estudiante de Educación Física de 25 años que forma parte del Foro de Luchas contra el Aumento del Pasaje.

Se trata de un movimiento de Río de Janeiro que nació para evitar las subidas del precio de los billetes del transporte público, pero que ahora se sienta a discutir otros temas.

Rodrigues reconoce que “falta liderazgo, dirección” en las protestas y que este debería surgir “de los partidos de izquierda“ del país, a la vez que critica el papel de los grandes medios de comunicación de Brasil y la derecha política ante las manifestaciones.

Al mismo tiempo, los participantes en las protestas han abucheado a militantes que han llevado banderas de partidos de izquierda a las marchas y el jueves quemaron una del PT en Sao Paulo, en un intento de mantener el movimiento apartidario.

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Lo importante

Atención papal

“La Santa Sede sigue con atención lo que está sucediendo en Brasil”, dijo hoy Ciro Benedettini, subdirector de la sala de prensa del Vaticano, ante la situación de protestas que vive ese país. Benedettini hizo esta afirmación en respuesta a la pregunta de un periodista sobre las manifestaciones en Brasil. El papa Francisco tiene previsto asistir el próximo julio a Brasil para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Ayer, el presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB), el cardenal Raymundo Damasceno Assis, afirmó que los preparativos de la visita del papa Francisco a Brasil, prevista para julio durante la Jornada Mundial de la Juventud, no serán alterados por las protestas.