Permitite un fin de semana saludable

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Aprovechar el tiempo libre para realizar una actividad física es una buena manera de sostener un plan saludable.

Aquí, algunas estrategias para no tirar por la borda en dos días el esfuerzo de toda la semana. ¿Las claves? Respetar las comidas diarias, controlar las porciones de los alimentos y ser medido con las gratificaciones, y ponerse en movimiento.

TEXTO. LIC. JORGELINA JORDA, CENTRO DE NUTRICIÓN DR. CRISTIAN MEYER. FOTO. MAURICIO GARÍN.

 

¡Al fin llega el viernes! Hemos llegado al día de la semana más esperado. Nos esperan dos días para descansar y salir con nuestra familia y amigos. Quizás tendremos alguna fiesta, cumpleaños o saldremos a cenar a un restaurante donde la comida nos resulte muy tentadora, o tal vez nos juntemos con amigos a “comer”.

Generalmente la gente se cuida de lunes a viernes porque los sábados y domingos se suelen romper todas las reglas de la alimentación y se olvida por completo el ejercicio.

Esta práctica es muy habitual, son muchos los que aseguran que reservar el fin de semana para los excesos no significa nada, si el resto de días se continúa con la dieta habitual. Esto no es para nada cierto, ya que excederse de los hábitos normales significa un retroceso en todo lo que se ha estado haciendo a lo largo de la semana. Estos paréntesis de fin de semana pueden ser los causantes del estancamiento e imposibilidad de perder peso. Por eso hay que ser constantes y saber cómo actuar.

¿Por qué, entonces, no intentas tener un fin de semana más saludable? ¡Es posible! Te damos algunas pautas de cómo hacerlo.

Levántate un poco más temprano. Los fines de semana están para dormir, pero levantarte una hora más temprano no te cambiará demasiado. Aprovecha para realizar un buen desayuno, la comida fundamental del día, que no sólo te brindará energía para afrontar el resto de la jornada, sino que además llegarás con menos hambre a la próxima comida.

Ofrece tu casa como lugar de reunión. Resulta útil proponer el hogar como sitio de encuentro; de esta manera podemos elegir el menú y proponer nuevas ideas más saludables sin caer en la tentación de llamar el delivery y pedir comida rápida.

Sigue una alimentación balanceada. Ya sea si tienes reuniones en tu casa o sales a restaurantes a disfrutar de una cena, puedes darte el permiso para comer tu postre o plato preferido. Pero recuerda controlar las porciones y ser medido en las gratificaciones. Acompaña con bebidas sin alcohol y sin azúcar, no consumas pan y aderezos o prescinde de la entrada. Mas allá de las salidas y eventos que tengas, trata de respetar las distintas comidas pautadas, como siempre lo haces; eso te ayudará a estar más saciado, elegir conscientemente los alimentos a consumir y evitar grandes atracones.

Ayuda en las tareas del hogar. ¡Es una buena forma de quemar calorías! Sí, limpiar el living, lavar la vajilla, ordenar la habitación o arreglar el jardín son actividades que te mantendrán activo.

Juega con tus niños. Siéntete uno más entre tus pequeños y juega con ellos, por ejemplo, con una pelota al aire libre. Los niños son bastante inquietos así que, desde el momento en que le tratas de seguir el ritmo, será un buen ejercicio.

Ve al gimnasio o sal a caminar. Muchos gimnasios están abiertos los sábados. ¿No te parece un buen día para ejercitarte? Aprovecha los días lindos para salir a caminar, andar en bici o patines, y correr. Hacer ejercicio puede resultar cansador, pero a los minutos de realizada la actividad, te sientes más despejado y con mucha más energía que si hubieras dormido por horas.

Aprovecha para organizar tu semana. Piensa en todo lo necesario para afrontar la semana. No te olvides de comprar variedad de frutas y verduras, carnes, además de lácteos descremados y distintos tentempiés saludables para comer entre horas.

Puedes aprovechar el tiempo libre para cocinar las distintas verduras y fraccionar las carnes para guardar en el freezer y tenerlas disponibles en pocos minutos en los almuerzos y cenas de la semana.

Organiza actividades que no impliquen comer. Es posible reunirse y compartir buenos momentos sin tener la comida como intermediarios. Puedes salir a pasear, ir al cine, al teatro, leer un libro, o quizás salir a tomar un café y conversar con un amigo que hace mucho que no ves.

En síntesis, cuando se sigue un plan de descenso de peso, el fin de semana hay que redoblar la voluntad y para ayudarla, nada mejor que poner en juego la capacidad de anticipación, organizarse y saber elegir. No se trata de privarse de todo y llegar al domingo con la sensación de que se sufrió todo el fin de semana, pero sí tener la sensación plena de que no se tiró por la borda todo el esfuerzo realizado los días restantes.