al mArgen de la crónica

La borra de café predice un futuro “más verde”

Tomar una taza de café humeante y aromático va a ser a partir de ahora no sólo un placer para quien la degusta, sino también una acción beneficiosa para el medio ambiente, gracias al reciclado de la borra.

La Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (Aamf) ha puesto en marcha un programa de recolección y aprovechamiento de la borra de café con la adhesión de nueve de sus asociados, grandes cadenas de cafeterías.

Desde la puesta en marcha de la iniciativa, hace diez meses, se han logrado recolectar 19.000 kilos de borra que antes se desechaban junto al resto de los residuos.

Para producir una taza de café se utilizan entre ocho y diez gramos de granos molidos que, una vez hecha la infusión, son simplemente un desecho. Gracias a esta iniciativa, esa borra destinada a ser basura se convierte en humus en un proceso con varios eslabones.

Los empleados de las cafeterías depositan la borra en bolsas producidas por La Usina, una organización no gubernamental que emplea a personas con alguna discapacidad. Las bolsas son recogidas por Andreani, que se ha sumado a la iniciativa con el aporte de su logística y que semanalmente envía los desechos recolectados a Cosechando Vida, una organización que produce humus en un campo en la localidad bonaerense de Cañuelas.

Hasta allí llega gratuitamente la borra para mezclarse con otra materia orgánica en un compost que, gracias a la intervención de las lombrices rojas californianas, termina por convertirse en humus de alto valor.

Más allá de este proyecto a escala empresarial, cualquiera puede en su hogar producir compost en forma artesanal a partir de borra de café y otros desechos orgánicos.