al mArgen de la crónica

El arte de la derrota

La historia de la capitulación militar es el tema de un libro de Holger Afflerbach que analiza en su libro “El arte de la derrota”, su evolución desde la Antigüedad hasta nuestros días.

En la Antigüedad, el código de honor del soldado sólo le permitía la victoria o luchar hasta la muerte. “O vuelves con el escudo o encima del escudo, pero nunca sin el escudo”, le decían las madres griegas a sus hijos antes de la batalla.

Además por una cuestión práctica, caer prisionero implicaba o bien convertirse en esclavo o bien ser masacrado por el enemigo, por lo que los soldados no pensaban en rendirse durante la batalla. Durante la Edad Media, se dio el primer giro en la historia de la capitulación, que comienza a verse como algo aceptable, siempre y cuando se hubiese luchado en la batalla para obtener la victoria.

El giro radical sólo se daría en los comienzos de la modernidad, cuando la lucha hasta el hundimiento comienza a ser incluso ridiculizada. Además, muchas veces se les exigió a los líderes militares que hubiesen seguido luchando en situaciones desesperadas, fueran llamados a responder ante los tribunales.

En la marina, sin embargo, Afflebach constata una tendencia a mantener el ideal de la muerte heroica y a rechazar la capitulación. En el siglo XIX, la guerra empezó a ser objeto del Derecho, con reglas claras para la capitulación. Simultáneamente, los ejércitos dejaron de ser profesionales y pasaron a ser de reclutas, con lo que la guerra pasó a ser cosa de toda la sociedad.

Eso hizo que renaciera la idea del honor del soldado, en medio de un código en el que la capitulación sólo se justificaba en casos extremos. En ese contexto, se dio durante la II Guerra Mundial lo que se llamó la “guerra total”.

Curiosamente, el tratadista que había acuñado el concepto de “guerra total”, Carl von Clausewitz, consideraba imposible que se produjera en la realidad, puesto que en la guerra se buscaban metas políticas y, cuando éstas no son alcanzables, es irracional seguir luchando.