Rosario
Rosario
Un comisario le vendió una propiedad a un narco que era buscado
Corresponsalía Rosario
Los allanamientos que se realizaron ayer en Rosario en el marco de la causa por asociación ilícita contra la banda de Los Monos, que sigue adelante el juez de instrucción Nº 4 Juan Carlos Vienna, desembocaron en varias sorpresas. Dos de las viviendas allanadas, que pertenecen al núcleo duro de esta banda narcocriminal, habían sido propiedad de policías de Rosario. La casa ubicada en la localidad de Funes fue vendida a Ramón Machuca por el comisario Darío Basualdo, actual titular de la seccional 6a. de Rosario.
Este inmueble, que está ubicado en la calle Olmos 439, en Funes, fue allanado por una orden del juez Vienna, que está al frente de la causa 913 que se inició a partir del asesinato de Martín El Fantasma Paz en septiembre pasado. El caso está caratulado como asociación ilícita.
El operativo que se realizó no registró detenidos porque no había moradores en el lugar, aunque sí secuestraron elementos que confirman que la casa pertenece a uno de los sindicados como uno de los líderes de Los Monos. La casa estaba deshabitada pero se encontraba en proceso de reformas, según señalaron las fuentes. Machuca le había agregado algunos artículos de confort, como un yacuzzi, porcelanato, un balcón terraza de 40 metros cuadrados, piso flotante y de una pileta de natación.
Ese terreno en el que se construyó la vivienda perteneció, según él mismo admitió hoy a la mañana, al comisario Basualdo. Esta nueva pista sobre la posible vinculación de policías con este grupo narcocriminal se produce un día después de que dos jefes de la URII quedaran detenidos por tener relación con Los Monos. Hoy estaba previsto que el magistrado le tomara declaración al jefe de Inteligencia de la división Zona Sur de la ex Drogas Peligrosas Cristian Floiger y al subcomisario Guillermo Cardini, ex subjefe de la sección Sustracción de Automotores, quien también aparece en las escuchas del expediente, que sumó 3.000 fojas. A partir de esta causa, ya quedaron cinco uniformados de la Policía santafesina en prisión. Dos de ellos, Juan Maciel y Gustavo Pereyra, se desempeñaban en la Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad.
Sin conocimiento
El titular de la seccional 6a. de policía, Darío Basualdo, quien aparece mencionado en una causa judicial vendiéndole un inmueble a uno de los jefes de la Banda de los Monos, negó tener vínculos con ese grupo, y afirmó que al momento de vender la propiedad, desconocía que el comprador era Ramón Machuca, quien está actualmente prófugo.
“Yo no le vendí una casa, le vendí un terreno de 10 por 30, que tenía únicamente los tapiales. En ese momento, hace aproximadamente un año, no conocía a Machuca, no sabía quién era”, sostuvo el policía en declaraciones a una radio de Rosario. El comisario ensayó una defensa de lo que definió como una operación comercial normal y legal, y aseguró que hasta hace un mes atrás, cuando la investigación de Vienna tomó un gran impulso, no tenía idea de la historia de Ramón Machuca.
“Ramón Machuca era una persona desconocida para mí en ese momento. Los conocía al Pájaro (Claudio Cantero, asesinado el 26 de mayo pasado) y al Guille Cantero (preso desde la semana pasada). Cumplí funciones en la Alcaidía y ellos estuvieron detenidos por la causa de Walter Cáceres. Hace un mes que se supo que Machuca era hermano de crianza de los Canteros. Antes no se sabía nada al respecto. A Machuca nunca lo tuve detenido, nunca tuve información de él”.
“La gente normal cuando quiere vender algo, lo ofrece. Después aparece alguien con el dinero y se lo vende. No le pide antecedentes penales”, agregó.
El dato
La casa de Los Monos
Los efectivos de la División Judicial de la URII allanaron también otra vivienda, ubicada en Kanthuta al 1700, la cual estaba habitada por un matrimonio que alquila el inmueble a la madre de los Cantero, Celeste Contrera, detenida con custodia domiciliaria. Según señala Rosario 12, de la documentación que obtuvieron los investigadores se desprende la prueba que el inmueble fue recibido de manos de un policía de la Brigada de Investigaciones de Rosario, que recibió otra casa de mayor valor. El efectivo estaba siendo investigado por su accionar, y así sumó pruebas en su contra.