Desde el Teatro Nacional Cervantes
Desde el Teatro Nacional Cervantes
“Miembro del Jurado”
La obra protagonizada por Silvina Bosco, Ernesto Claudio y Roberto Vallejos, bajo dirección de Corina Fiorillo, llega esta noche al Centro Cultural 12 de Septiembre de Santo Tomé.

El texto firmado por Roberto Perinelli es una pieza inquietante, con diálogos y vínculos cargados de ambigüedades y con polémicos interrogantes. Foto: Gentileza producción
De la redacción de El Litoral
En el marco del ciclo “Los viernes... al teatro!” que lleva adelante la Dirección de Cultura y Educación, esta noche se presentará en el Centro Cultural 12 de Septiembre de Santo Tomé la obra “Miembro del jurado”, de Roberto Perinelli. La pieza teatral es uno de los estrenos de la temporada 2013 del Teatro Nacional Cervantes y se podrá apreciar desde las 21. Bajo la dirección de Corina Fiorillo, la obra protagonizada por Silvina Bosco, Ernesto Claudio y Roberto Vallejos llegará a la vecina ciudad luego de despedirse del público en Buenos Aires a sala llena y con las mejores críticas teatrales.
Suspenso
Los protagonistas llevan adelante una trama de suspenso en un clima que por momentos está impregnado de humor y en otros es opresivo. “Miembro del jurado” es una pieza inquietante, con diálogos y vínculos cargados de ambigüedades y con polémicos interrogantes.
La pieza está realizada con música original de Ronny Keselman, coreografía y asesoramiento corporal de Mecha Fernández, vestuario y escenografía de Julieta Risso, asistencia de dirección de Vanesa Campanini y producción ejecutiva de Lucero Margulis.
Luego de su función en Santo Tomé, el espectáculo seguirá desarrollando una gira nacional que lo llevará a presentarse ante el público de numerosas localidades de todo el país.
ésta es la segunda obra que llega a la ciudad proveniente del prestigioso Teatro Nacional Cervantes, luego de “Los pájaros cantan en griego”, del dramaturgo Marco Antonio De la Parra, que se presentó con gran suceso el pasado 28 de junio.
La trama
Simón sale de la cárcel luego de cumplir diez años de la condena y se encuentra con Mejía, un desconocido que lo espera en la calle para ofrecerle un trabajo. Simón lo mide con un disimulado recelo, sobre todo porque Mejía le da apenas datos menores de la tarea ofrecida que, sin embargo, se dibuja como delictiva.
Simón rehúye en un primer momento y se declara incompetente. De todos modos no tiene demasiada elección, así que acompaña y se encierra con Mejía en un aguantadero camuflado como taller de cerrajería. Desde afuera llegan los sonidos del carnaval. La llegada de una prostituta para que Simón satisfaga postergados deseos encubre una segunda operación que cambia la historia.
Opresión y venganza
Analizando el espectáculo, el solvente crítico Alberto Catena sostuvo en Revista Cabal Digital que “estrenada en 1979, en plena dictadura militar y luego de los festejos provocados por el triunfo en el Mundial de Fútbol, para los espectadores de ese tiempo era evidente que ‘Miembro del jurado’ se trataba mucho más que de un policial muy bien trabajado por el autor por sus cuotas de suspenso y violencia. Mientras que el carnaval bullía afuera con alegría escandalosa, en el interior de una supuesta cerrajería se tejía una historia de opresión y venganza que no dejaba dudas de qué cosa estaba hablando la pieza”.
“Las piezas con casi treinta años sobre sus hombros, salvo en determinados casos y con ciertos autores excepcionales, suelen sentir el paso de los años, sobre todo si están demasiado contextualizadas por una época que puede marcar demasiado a la peripecia. ‘Miembro del jurado’ -de Roberto Perinelli- ha sorteado con limpidez ese obstáculo porque, si bien el marco temporal en el que transcurriría hoy la obra es otro, el texto permite una lectura igualmente actual. La historia que se cuenta bien podría darse en estos días”.
Las entradas tienen precios populares.