Se mantiene la crisis

El gobierno de transición egipcio toma posesión entre el rechazo de islamistas

  • El nuevo Ejecutivo egipcio, de corte liberal y tecnócrata, tomó posesión con el desafío de guiar la etapa transitoria, pese al rechazo de la mayoría de los islamistas, que mantienen su apoyo al depuesto presidente Mohamed Mursi.

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El nuevo gobierno ignora, por el momento, las fuertes críticas de los islamistas.

Foto: Agencia EFE

 

EFE

Horas después de que los disturbios se volvieran a apoderar de El Cairo dejando siete muertos y 261 heridos, los ministros juraron ayer sus cargos ante el presidente interino, Adli Mansur. En tanto los Hermanos Musulmanes rechazaron rotundamente el nuevo gobierno de transición, encabezado por el economista Hazem el Beblaui, y lo calificaron de “golpista e ilegítimo”.

Este gabinete, uno de los pasos del proceso de transición iniciado después de que las Fuerzas Armadas egipcias depusieran el pasado día 3 a Mursi, se compone de una treintena de miembros, entre ellos tres mujeres.

En el ejecutivo sale reforzado el jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fatah al Sisi, que mantiene la cartera de Defensa y logra el puesto de primer viceprimer ministro.

Los titulares de Cooperación Internacional, el economista y jurista Ziad Bahedin, y de Enseñanza Superior, el catedrático de Derecho Hosam Isa, fueron también nombrados viceprimer ministro.

Al igual que Al Sisi, otros ministros del anterior gabinete continúan en sus puestos, como el de Interior, Mohamed Ibrahim; el de Turismo, Hizham Zazu; y el de Antigüedades, Mohamed Ibrahim.

Los retos

Uno de los mayores desafíos del gobierno será, además de recuperar la estabilidad política, superar la grave crisis económica, labor para la que fue elegido ministro de Finanzas Ahmed Galal, que trabajó durante casi dos décadas como investigador para el Banco Mundial.

El ex embajador egipcio en Washington, Nabil Fahmy, encabeza la cartera de Exteriores, y el ex presidente del Consejo de Estado Mohamed al Mahdi, la de Justicia Transitoria y de Reconciliación Nacional.

En esta etapa de transición, las mujeres han vuelto a quedar relegadas. El nuevo ejecutivo tan solo cuenta con tres mujeres en las carteras de Sanidad, Medio Ambiente e Información, esta última ocupada por la conocida periodista Doria Sharaf el Din.

La Presidencia egipcia aseguró horas antes del acto de investidura que no se ha excluido a ningún sector de la sociedad ni a los islamistas del Gobierno y que habían propuesto carteras ministeriales al Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, y al salafista Al Nur.

Sin embargo, Al Nur denunció que el ejecutivo no es neutral porque sus miembros pertenecen solo a una corriente, en alusión a la liberal.

Este grupo ultraconservador, que en un principio apoyó el golpe de Estado pero posteriormente fue muy crítico con algunas decisiones adoptadas, advirtió contra arrebatar a Egipto su “identidad islámica”.

Por su parte, el portavoz del PLJ, Ahmed Subaya, dijo a Efe que su grupo no reconoce “ni el golpe de Estado ni el gobierno” surgido del mismo.

“Es un gobierno golpista y (la toma de posesión) es un movimiento nulo”, afirmó Subaya.

Del mismo modo, el vicepresidente del PLJ, Esam al Arian, señaló que “un gobierno que no se base en el pueblo y surja de elecciones parlamentarias, es un gobierno de gestión de negocios”.

El acto de investidura tuvo lugar después de que siete personas murieran y 261 resultaran heridas en los disturbios de anoche durante las protestas de partidarios de Mursi en El Cairo.

En esos sucesos, las fuerzas de seguridad egipcias detuvieron a 401 personas.

Los enfrentamientos entre partidarios de Mursi y fuerzas de seguridad y vecinos tuvieron lugar en la céntrica plaza Ramsés y en la de Al Nahda, cerca de la Universidad de El Cairo.

Según la Policía, tras la oración del anochecer, una marcha de seguidores de Mursi salió de la plaza de Rabea al Adauiya, donde se concentran la mayoría de estos manifestantes, hacia la zona de Ramsés.

Tras construir barricadas encima del puente 6 de Octubre, una de las principales arterias de la ciudad, para cerrarlo al tráfico, los manifestantes se dirigieron hacia una cercana comisaría de policía, que atacaron con piedras y cócteles molotov.

Por su parte, el portavoz del hospital de campaña de Rabea al Adauiya, Hisham Ibrahim, denunció en declaraciones a Efe que la policía usó además de gases lacrimógenos, pistolas de perdigones e incluso armas de fuego.

Pese a la formación del nuevo Gobierno, los islamistas mantienen su presión y han convocado para mañana nuevas manifestaciones para exigir que Mursi sea restituido.