Antonio Mohamed, entre la felicidad del reconocimiento y una queja...

“Algunos dicen pavadas que destruyen al futbolista”

  • Habló de por qué se fue de Colón, del llamado que recibió por parte del presidente cuando se fue Sensini y disparó: “Dicen que soy socio de Lerche en negocios y me da gracia y bronca a la vez”.
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“La ovación y el cariño de la gente en el día de la despedida del Bichi me sorprendió. Colón siempre me trató muy bien, pero ese día no lo podía creer”, dijo el Turco.

Foto: Pablo Aguirre

 

Enrique Cruz (h)

Siempre hay algo del Turco Mohamed que despierta una sonrisa. Ahora consiguió que hicieran socia de Huracán a la perra de sus hijos, que, como no podía ser de otra manera, le pusieron Antonia como nombre. Está en Santa Fe desde hacer varios días y su presencia no pasó desapercibida, menos para el hincha de Colón que sueña con un regreso al club que, seguramente, alguna vez se dará.

—Cualquier otro, en tu lugar, habría soñado con irse a dirigir a Europa después de haber sacado campeón a un club como Tijuana y de haber estado a un paso de meterlo en la final de la Libertadores. ¡Y te venís a la Argentina y a Huracán!

—Es que estoy donde quiero estar. La vida me dio ahora la posibilidad de elegir, intenté tirar un cable a tierra y volver a las raíces. Es volver a ocuparme de todo, del presupuesto, de que al club no le falte nada, de que cada uno cuide su ropa, de darle valor al lugar del que salimos. En México estaba en el paraíso.

—En lo que menos pensás es en lo económico...

—Voy a ganar un 10 por ciento de lo que ganaba en México y eso que no cuento los premios. Si no volvía a Huracán en este momento iba a ser muy injusto con el club, porque siento que el club me necesita.

—¿Es por eso que te emocionaste en la presentación?

—Porque mis hijos eran muy chiquitos cuando yo dirigía a Huracán y hoy los veo involucrados. Salen de la escuela a la 1 de la tarde y están hasta las 7 u 8 de la noche en el club. Ví abuelas con sus nietos, mucha ilusión en la gente y todo eso me emociona. El club sigue el mismo de hace seis meses atrás, cuando se estaba yendo a la B Metropolitana. Tenemos que tener mucha humildad, trabajar y respetar a los grandes rivales que habrá en la categoría.

—¿Te sigue generando cosquilleo y emoción la gente de Colón?

—El día de la despedida del Bichi fue tremendo y casi inesperado... Mirá, al lado del hotel están haciendo un edificio y hubo un día que no pudimos ir al SAT porque habían cortado la ruta, y entrenamos por ahí cerca. Volvimos al hotel temprano y justo la gente que trabajaba se iba, y fue tremendo. Se sacaban fotos, me pedían autógrafos, y eso me dio lugar para hablarle a los muchachos. Les dije que había que valorar el lugar en el que están, que hay gente que no puede hacer lo que le gusta y se sacrifica.

—Pasó el tiempo, Turco, habías armado un buen plantel aquella vez con Ledesma, Higuaín, Damián Díaz, Raldes, etcétera, y te fuiste al poquito tiempo. ¿Por qué?

—Sentí que no podía enseñarles más nada, que debí haber sacado un par de jugadores del plantel y no lo hice, que ya no les llegaba más. Pero el principio del fin fue cuando perdimos en Chile por la Libertadores, a principios de ese año. Me tendría que haber ido a mitad de ese torneo Clausura. Me sirvió de experiencia. En México, cuando tuve que sacar un par de jugadores, los saqué. Cuando uno es joven, toma decisiones con el corazón. Y no es así. Hay que poner el corazón para explicarles a los jugadores que ya no pueden quedarse.

—¿Por qué no la ejecutaste a esa decisión?

—Yo tenía la total libertad para decidir respecto de ese plantel. En ese momento estaba convencido de que tenía a los mejores, después me di cuenta que me equivoqué. En Independiente me volví a equivocar, en ese caso por no ponerme firme con los refuerzos. Jugué todo un torneo con Parra y Silvera porque no me trajeron delanteros. Me tendría que haber ido.

—El nombre Mohamed aparece siempre en cada charla con Lerche y es inevitable. ¿Cuánto de cerca estuviste de volver?

—Mucho y poco. Germán me vino a hablar cuando se fue Sensini, pero yo le había dado la palabra a Huracán. Yo estaba en México y le dije que volvía en junio pero para dirigir a Huracán. Le dejé una mínima chance, pero los dos sabíamos que iba a ser casi imposible.

—¿Por qué le cuesta tanto pelear a Colón?

—El problema es que no se forma un equipo y así es muy difícil. Colón siempre trae nombres, la gente se ilusiona y luego se decepciona.

—¿La ciudad conspira?

—¿Por qué?... Lo que veo es que acá se dicen muchas pavadas... Nosotros hicimos dos torneos de 34 puntos y a ese equipo lo tendríamos que haber reforzado mejor pero no pudimos porque era diciembre y se podían sumar dos jugadores... Pero el error garrafal fue haber dejado ir a Ferrero, que había sido el mejor jugador del torneo. Yo me lo reprocho y me tendría que haber puesto firme con Germán y decirle: ‘Si él se va, también me voy yo’. Fijáte que la Católica nos metió cinco goles en dos partidos y algunos de ellos fueron muy tontos. Me confié que podía reemplazarlo.

—Ocurre que en esta ciudad, cuando un jugador se queda un tiempo, ya lo tildan de “camarillero”...

—Se puso pesada la cancha de Colón, veo que la gente tiene poca paciencia... Por eso decía lo de las pavadas que se dicen... Cada vez que vengo a Santa Fe escucho que yo soy dueño del hotel de Colón, dueño del hotel Amarras, donde estamos parando con Huracán, dueño de Caire... Todas pavadas que destruyen la tranquilidad del futbolista y su posibilidad de arraigarse en la ciudad. El chisme barato destruye... Dicen que soy socio de Lerche en negocios y me da gracia y bronca a la vez. Camino por la peatonal y miro a todos a los ojos. Yo dirijo a los jugadores y no tengo nada que esconder, soy así como soy, no hay un solo jugador o directivo que pueda decir algo de mí y lo señalo abiertamente porque no tengo nada para esconder.

—Pero te molesta...

—Sí, hay momentos que te molesta, la gente piensa cualquier cosa, que uno hizo negocios con el club, con el presidente, y es todo lo contrario. Siempre colaboré con el club, con los chicos de inferiores... El otro día fui un rato al Casino y me dijeron que el hotel Amarras era mío y que por eso paraba Huracán ahí. Lo mismo hubiesen dicho si parábamos en el Hotel de Colón. Todos disparates que a mí no me gustan... Pero eso no tapa el gran cariño que siento por parte de la gente. Y que es mutuo.

Amistoso

Mañana a las 10

Colón y Huracán jugarán mañana un amistoso a partir de las 10 en el predio. Montoya; Caire, Carniello, Raldes y Urribarri; Graciani, Prediger, Moreno y Fabianesi y Mansilla; Curuchet o Luque y Ramírez, serían los 11 titulares de Forestello. Sin novedades en cuanto a refuerzos.

" “River cerró puertas, estrechó filas y armó un gran equipo para jugar en la B. Independiente está en problemas institucionales y no se le hará fácil”

Antonio Mohamed

(El entrenador de Huracán habló en La Primera, por Sol 91.5)