Cuatro santafesinos fueron parte del éxito de Metegol

Cuatro santafesinos fueron parte del éxito de Metegol
 

Dentro del equipo de 350 personas dirigidas por Juan José Campanella trabajaron cuatro jóvenes santafesinos: Javier Beltramino, Milton Gerbaudo, Guillermo Kelly y Gastón Sbodio. Cada uno cumplió una función específica en la producción de una película que está haciendo historia en el cine nacional. Aquí las historias de estos talentos locales que laburaron junto a un grande.

TEXTOS. AGUSTINA MAI ([email protected]). FOTOS. ARCHIVO EL LITORAL E IGNACIO ANDRÉS AMARILLO.

El cine es magia, invención, creación. Y cuando se trata de animación digital, esa magia no conoce límites. “En este género cinematográfico uno tiene posibilidades infinitas. Uno puede crear el universo que quiera”, asegura Javier Beltramino, un joven santafesino que es productor asociado del director Juan José Campanella, en la película Metegol.

- ¿Cómo entraste en la película?

- En aquellos años en los que intentaba sin éxito trabajar en cine, yo trabajaba en Hewlett Packard (HP). Desde allí empujé mucho el “Proyecto Metegol” y convencí a la casa matriz (en Houston, Estados Unidos) para que cambiaran su posición respecto al proyecto. HP e INTEL comprendieron que esta película era una gran oportunidad para demostrar a Latinoamérica que, con las mismas máquinas que utilizan en Dreamworks (que tiene una histórica alianza con HP), se puede “crear la misma magia”. La democratización tecnológica no tiene que ver con que un chico pueda comprar cada vez más barata una máquina más potente para jugar a videojuegos. La verdadera democratización tecnológica es que ese chico sepa que con ese equipo puede crear. Campanella me terminó llamando para entrar a Metegol porque precisaba a alguien con “ese empuje”, según me comentó.

UN MUNDO DE DIBUJITOS

Gastón Sbodio es otro santafesino que hace una década se instaló en Buenos Aires para estudiar lo que siempre le apasionó: animación digital. Cuando se enteró del proyecto Metegol, mandó su material de trabajo insistentemente, hasta que fue convocado para formar parte de este monstruoso equipo, en el que trabajaron 350 personas durante tres años.

“Mi trabajo fue el ‘set up’ de personajes, que es tomar una pieza rígida, tal como nos la entregaba el modelador, y dotarla de articulaciones, expresiones, capacidad de movimiento y ablandes para que se mueva como una persona, un animal o lo que fuere. También hice un poco de animación de personaje”, contó Gastón. De esta experiencia, el joven destacó el aprendizaje, la posibilidad de ver el producto final en cartelera y la gente con la que compartió el trabajo.

Antes de Metegol, Milton Gerbaudo ya había trabajado con Campanella en la productora “100 Bares”. Se incorporó a la película en el departamento de “Composición de escena”. “Mi trabajo -un poco técnico- consistió en preparar cada plano con los elementos que lo componen: personajes animados, elementos de los decorados, cámara, etc. y hacer un chequeo previo de que todo eso funcionaba bien para pasar a la siguiente etapa, que es la de iluminación. Después pasé al departamento de “Crowds”, donde nos ocupamos de preparar y distribuir personajes extras en todas las escenas y los planos de la película que necesitaban multitudes”, detalló.

Además del logro profesional que significa participar en una película de este nivel, lo mejor del trabajo fue “el grupo humano y el buen ambiente laboral; además, la tremenda calidad de profesionales con los que uno puede compartir la experiencia y aprender muchísimo de cada uno”, remarcó. En tanto, el aspecto técnico y la premura fueron los aspectos más complicados: “Lo más difícil fue haber tenido que trabajar con tantos personajes en escena y manejar tanto volumen de información en el tiempo en que teníamos que conseguirlo, resolviendo todo lo que podía fallar”.

DESAFÍOS

Guillermo Kelly trabajaba en un estudio de publicidad cuando un antiguo compañero de trabajo lo llamó para contarle que había entrado a una película de Campanella y que estaban buscando gente.

“Al principio tuve dudas porque tenía que dejar un trabajo estable y no sabía qué clase de película se estaba armando. Pero luego de la entrevista pude ver la calidad a la que se apuntaba y la cantidad de artistas talentosos que se estaban sumando. Ahí me convencí”, señaló.

Su laburo como artista digital se concentró en dos áreas: “Shading sets and props” y “Lighting”. “En castellano, ‘shading’ es la creación de materiales y texturas; y ‘sets and props’ son todos los objetos que no sean personajes, o sea, casas, autos, montañas, naves, globos, etc.. Es decir que le di color y texturas a varios objetos y terrenos de la película. Por ejemplo si había metales o vidrios tenía que tratar de imitarlos con su brillo, suciedad, pulido, etc.. ‘Lighting’ es iluminación: ahí yo recibía todos los objetos y personajes en una escena ‘a oscuras’ y creé muchas luces, en distintos ángulos, para que todo se pueda ver”, detalló.

Entre los aspectos positivos señaló aprender cosas nuevas día a día y los compañeros de trabajo. “Se formó un grupo enorme y heterogéneo, con gente de todo el mundo. Aprendíamos unos de otros y todos nos convertimos en mejores artistas”.

Entre las dificultades, comentó la adaptación a una estructura de trabajo tan grande, en la que se realiza “una pequeña parte que, encadenada a las demás, es importantísima”. “Hubo momentos difíciles y de desacuerdo con la producción ejecutiva, que hacían tambalear el proyecto, pero por suerte pudimos continuar. También la exigencia de ser más cuidadoso y prolijo, algo que no se acostumbra en publicidad u otras producciones más pequeñas en Argentina”, agregó.

TRABAJAR CON UN GRANDE

Orgullo y emoción son las sensaciones que aparecen en boca de los entrevistados a la hora de definir qué significó trabajar con el reconocido director. “Fue un orgullo haber podido ser parte en éste y otros proyectos de Campanella, a quien ya admiraba mucho como director, antes de haber surgido esa posibilidad”, contó Milton.

Para Guillermo Kelly, Campanella siempre fue garantía de una buena calidad. “Él venía de ganar un Premio Oscar y muchos sponsors internacionales; no podía permitir que saliera un producto mediocre. Eso nos aseguraba que todo el esfuerzo que realizábamos día a día no iba a caer en saco roto”.

Por su parte, Javier explicó lo que significó formar parte un proyecto, que va a marcar un antes y un después en el cine nacional. “Lo mejor fue ser parte de un proyecto que, definitivamente, será una bisagra en la industria de la animación. No sólo es la primera película de animación producida en Latinoamérica bajo los estándares de calidad internacional. También es la primera en lograrlo sin dinero de Hollywood”.

Finalmente, Milton también habló de la novedad que marca esta película en la animación en el país. “Metegol es la tercera película de animación en la que trabajé pero es la que más expectativas nos generó a todos por el enorme desafío que representaba, por lo satisfechos que estamos con el resultado que se consiguió y por el deseo de que marque un nuevo rumbo, mucho más exitoso, para el cine de animación en el país”, concluyó.

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LA PELI

Estrenada el 18 de julio pasado, Metegol ya superó 1,3 millones de espectadores. El film en 3D está inspirado en el cuento “Memorias de un wing derecho”, de Roberto Fontanarrosa. Eduardo Sacheri, que trabajó con el director en el guión de “El secreto de sus ojos”, estuvo a cargo de la adaptación junto a Juan José Campanella, Gastón Gorali y Axel Kuschevatzky, también productores del film. Campanella produjo la película con su empresa “100 Bares”, en sociedad con Catmandú y la española Antena 3 Films.

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Parte del equipo de animación trabajando en la película, en Buenos Aires.

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ENTRAR AL MUNDO DEL CINE

¿Es difícil para alguien del interior insertarse en el mundo laboral de Buenos Aires? “Creo que trabajar en este rubro en Buenos Aires no es ni más ni menos difícil para alguien del interior que para alguien de Buenos Aires. Lo más importante es poder demostrar un buen portfolio de trabajos, tener un buen ‘reel’ y demostrar la capacidad de resolver lo que se necesita según el proyecto. Lo más difícil, pero a la vez útil, es armar ese ‘reel’, independientemente de donde uno sea. Yo vine a estudiar cine a Buenos Aires hace 17 años y luego me quedé a trabajar, en parte, porque creo que hay más oportunidades para desarrollarme en mi profesión en esta ciudad que en el resto del país”, expresó Milton Gerbaudo.

Para Gastón Sbodio, Internet y la tecnología posibilitaron “igualar la brecha que había entre el interior y Buenos Aires” y está convencido de que “esa diferencia se va a seguir achicando cada vez más”.

En tanto, Javier Beltramino aseguró que lo difícil es justamente empezar y llegar a vivir del cine. “Para alguien sin contactos, sin dinero, sin nada, definitivamente es muy difícil comenzar a trabajar en esto. A mí me llevó 10 años, desde que me fui de Santa Fe a los 21 años”.

Finalmente, Guillermo Kelly dio un pantallazo sobre la animación en el país, un medio de expresión reciente. “El mundo de la animación 3D en Argentina tendrá unos diez años de desarrollo en las sombras. Digo en las sombras porque si uno quiere aprender 3D con un docente sólo hay un par de institutos privados y caros, que no son masivos. Entonces, quien quiera aprender bien, sea del interior o de Buenos Aires, debe ser autodidacta, como muchos de los que participamos en la peli. Internet nos proporcionó todas las herramientas de aprendizaje y materiales, foros, capacitación online, tutoriales... hay muchísima información gratuita disponible para aprender mucho de lo que hicimos en la peli. Hacen falta carreras gratuitas donde los chicos puedan aprender sobre 3D, ya que talento en Argentina no falta para nada; faltan las herramientas”.

QUIÉNES SON

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Milton Gerbaudo. Nació en Santa Fe el 05/09/76.

Es diseñador de Imagen y Sonido de la UBA. Trabajó en la productora 100 Bares como compositor, diseñador de motion graphics, animador 3D y VFX para “El show de Alejandro Molina”, “El hombre de tu vida” y el videoclip la Vuelta al Mundo de Calle 13. En cine participó en “Boogie el aceitoso” y “El Arca”.

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Javier Beltramino . Nació el 14/09/80 en Santa Fe.

Estudió diferentes carreras hasta que se decidió por el cine. “Desde niño supe que mi pasión era el cine, pero me costó dar el salto. Pasé por cuatro carreras hasta que dije ‘basta’, me tomé un colectivo a Buenos Aires, alquilé una pensión y allí comencé de nuevo... o desde donde me había quedado cuando era niño”, contó.

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Guillermo Kelly. Nació el 27/08/77 en Santa Fe.

Estudió diseño gráfico, bellas artes, cine, image campus y es realizador 3D. Trabajó en varios estudios de producción 3D, Gizmo studio, Pink, entre otros. “Elegí esto porque es una mezcla de arte y tecnología, las dos cosas que más me gustan”, dijo.

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Gastón Sbodio. Nació en Santa Fe el 27/11/80.

Estudió realización en cine de animación y diseño en multimedios. Trabajó animando las “Cucarachas” de CQC y participó en las películas “Gaturro” y “Booguie el Aceitoso”. La razón por la que elegí mi trabajo es la búsqueda de un espacio de creatividad y expresión constante”, contó.