Dos litros de agua al día, ¿para qué?

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La autora explica la importancia de consumir agua, ya que forma el 85% de la sangre, el 90% del cerebro, el 13% de la piel y casi el 70% de los músculos de nuestro organismo.

TEXT0. LIC. JORGELINA JORDA (CENTRO DE NUTRICIÓN INTEGRAL DR. CRISTIAN J. MEYER).

Muchas veces hemos escuchado que “el agua es un nutriente esencial para nuestro organismo” o que “sin agua no hay vida”, pero muchas veces no sabemos el porqué. Bueno, es cuestión de sólo imaginar que forma parte del 60% del peso corporal en los hombres y cerca del 50% en las mujeres o pensar que el agua forma el 85% de la sangre, el 90% del cerebro, el 13% de la piel y casi el 70% de los músculos, como para ya magnificar su importancia.

En condiciones normales y con un adecuado funcionamiento del riñón, una persona pierde alrededor de 1,5 litros de agua al día, distribuidos entre el agua como orina (0,500 litros), durante la respiración como vapor de agua (0,600 litros), en el sudor (0,200 litros) cantidad que se multiplica cuando la temperatura exterior aumenta, por la materia fecal (0,200 litros) y desde luego dependiendo de la actividad física que se realice, se eliminan unos mililitros más.

Por lo antes mencionado, resulta evidente la necesidad de ingerir al día unos 2 litros de agua. Aquí aparece el primer punto a tener en cuenta: cuando hablamos de agua estamos hablando de ingerir agua, no infusiones o alcohol. Mucha gente confunde este punto y los incluyen dentro de estos 2 litros diarios el agua.

¿Cuál es el problema? Todas las infusiones y el alcohol tienen un efecto diurético sobre el organismo, es decir que nos hacen perder líquidos a través de la orina. Es por eso que no nos hidratan y no sólo eso sino que además nos hacen perder mayor cantidad de sales minerales (sodio, potasio, magnesio).

Es importante destacar que, además del agua ingerida, los alimentos que uno consume diariamente (especialmente frutas y verduras) también aportan agua, al igual que nuestro propio organismo que produce agua como consecuencia del metabolismo. También hay otras bebidas que hidratan como los jugos naturales, los lácteos descremados, el agua con gas, los refrescos, aunque claramente lo hacen en menor medida.

CONSECUENCIAS DE NO BEBER AGUA

Si el cuerpo no recibe la cantidad de agua necesaria, el metabolismo no se desarrolla como debe. Puesto que el agua es protagonista de transportar nutrientes, eliminar toxinas y regular la temperatura, cuando nos privamos de ella el sistema se puede alterar:

- La digestión se hace lenta: los alimentos necesitan disolverse en una solución formada por jugos gástricos y agua.

- La orina se concentra en exceso y pueden aparecer problemas serios en los riñones.

- Estreñimiento: el agua ayuda a disolver las fibras residuales de los alimentos y es necesaria para expulsar las heces del cuerpo.

- La circulación sufre la carencia de un medio acuosos y la velocidad de la circulación es menor que la aconsejable.

- Aparecen síntomas de deshidratación como boca seca, ojeras, disminución de la orina y presión baja.

HIDRATARSE EN INVIERNO NO ES IMPOSIBLE

Es cierto que en invierno parece una hazaña llegar a consumir el agua recomendada. Sólo es cuestión de prestar atención y seguir estas claves, ya que se debe beber en cantidad suficiente para evitar la retención de líquidos y ayudar a la buena circulación de la sangre, más presionada por calefacciones y ropas ajustadas.

- Sumar seis vasos de agua al día, al margen de la cantidad que se bebe en la comida y en la cena. Podes, por ejemplo, incluir en la suma medio vaso de agua en ayunas y otro medio vaso justo después de desayunar. Ambos ayudan a despertar el organismo, luego otro vaso junto al refrigerio de la mañana y de la tarde. Más 1 en la merienda, ya sumamos 4 vasos (casi un litro de agua). Mientras que un vaso más después de almorzar y uno antes de acostarte sirven para compensar todas las horas de la noche sin beber. Al cabo de este día, habremos tomado 1,200 cc. de agua pura sin casi notarlo.

- De la misma manera que en verano es agradable comenzar la comida con un buen vaso de agua fría o una ensalada de vegetales, en invierno, el inicio perfecto es hacerlo con una sopa caliente de verduras de estación o un caldo.

- A pesar del frío, al término de una actividad física se debe proponer beber la misma cantidad de agua que en verano.

- Aunque el primer sorbo no cause el mismo placer que cuando hace calor, hay que obligarse a beber.

- Culminar la comida con las frutas de estación no sólo nos aporta todas las vitaminas y minerales sino que suman a la hidratación.

- La última clave para tener el cuerpo invernal dispuesto a hacer frente a las inclemencias del frío es ser consciente de que, con la ingesta correcta de líquidos, se ayuda a la hidratación de la piel. Estar bien hidratado no sustituye a los guantes, al gorro. Pero beber agua, sopas o infusiones y aprovechar las frutas invernales es la mejor fórmula para que los dedos, las orejas y los labios recuperen el calor y la turgencia.