Novedosa experiencia en asociativismo y economía social

Un banco solidario para abonar el sueño del emprendimiento propio

  • Financiarán con microcréditos de hasta 6 mil pesos a emprendedores locales para que puedan darle fuerza a una actividad laboral por cuenta propia. Hoy, terminaron un taller de capacitación 15 grupos de microemprendimientos.
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Apostar a crecer. Los emprendedores culminaron hoy el taller de capacitación y contaron sus experiencias.

Foto: GUILLERMO DI SALVATORE

 

Luciano Andreychuk

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Un primer empujón, un estímulo para poder darle fuerza a un emprendimiento por cuenta propia. Ése es el espíritu del Banco Solidario para Emprendedores, una iniciativa gestada en forma conjunta entre el gobierno provincial, la Municipalidad y la Universidad Nacional del Litoral (UNL), el cual financiará con microcréditos de hasta 6 mil pesos a emprendedores locales. El dinero podrá usarse para comprar máquinas, materia prima o adecuar espacios de producción.

Todo comenzó en mayo cuando abrió sus puertas el Centro de Emprendedores de la Economía Social (en Pedro Vittori 4250), espacio nacido para la capacitación, el asesoramiento y el financiamiento de pequeños productores. Luego, mediante la firma de un convenio, el municipio recibió un aporte inicial de 100 mil pesos otorgados por la provincia para realizar la puesta en funcionamiento de la entidad financiera.

Hoy, 15 emprendedores que calificaron para aspirar a un microcrédito culminaron el taller inicial de formación de emprendedores, requisito necesario para acceder a los préstamos. Y presentaron sus iniciativas laborales dentro de los rubros panificación, jardinería, conservas y artesanías -entre otros-. Aquí, algunas experiencias que reflejan el sacrificio de empezar de cero y con todo en contra, y el asociativismo como salida.

Dos Marías que tejen

María Laura y María tejen. Tejen por amor al metódico e intrincado arte del tejido, pero también como una forma de subsistencia. “Arrancamos de cero, sin nada. Hoy estamos bien, tenemos pedidos en el barrio. Este taller nos sirvió de mucho, sobre todo para aprender cómo comercializar exitosamente nuestro trabajo, cómo hacer que se conozca. Y para darle valor a lo que hacemos”, contaron las dos Marías casi al unísono.

“Se entiende que hablamos de la importancia de la asociatividad, es un trabajo asociativo”, resaltó unos de los capacitadores, mate en mano y al lado de una estufa que no podía con tanto frío en el salón del Centro de Emprendedores. Luego le dio la palabra a Andrea, que tiene un microemprendimiento gastronómico de productos de pollo elaborados.

La reina del pollo

“Yo proceso todo lo que se le puede sacar a un pollo y lo convierto en comida. Desde los menudos hasta las alitas. Por lo general se cree que del pollo se come la pechuga y la pata muslo nada más. Pero yo, con toda la carne que puedo extraer del pollo, hago rellenos, albóndigas, de todo”, dijo la joven, y pidió disculpas por hablar hasta por los codos.

Andrea se cansó de buscar trabajo. Y un día decidió arrancar de cero, con un cartel “publicitario” de cartón en la puerta de su casa, con la crianza de cuatro hijos sobre sus espaldas y el apoyo incondicional de su marido. Hoy ya es famosa por sus exquisitas milanesas de pollo en Los Troncos. Ahora toma pedidos individuales y para ferias. Quiere avanzar más, por eso le vendría bien el microcrédito.

Sus especialidades son la pata muslo rellena y las alitas. Deshuesar una alita le lleva casi media hora. “Es todo un trabajo, pero le pongo mucha garra y amor a lo que hago”, dice la joven. El curso le sirvió para aprender a comercializar, porque ya tenía montada la publicidad del boca a boca en su barrio. Y, entre otras cosas, para agarrarle la vuelta a Internet como vehículo de difusión de sus elaboraciones.

Un gringo morocho

El que estaba peleado con las nuevas tecnologías era Claudio. “Tenía la computadora en mi casa con una maceta arriba, era decorativa”, dice y se ríe. Lleva adelante la Rotisería El Gringo, y bromea más: “Seguro se preguntarán por qué me dicen gringo, ya que de gringo no tengo nada”, dice el morocho, y despierta una carcajada generalizada. A Claudio le dicen gringo porque nació y se crió en Esperanza. Y pudo agarrarle la vuelta a Internet, y hoy tiene hasta una página en Facebook donde promociona sus productos.

Hoy, con su empresita, tiene pedidos para fiestas y eventos del barrio. Necesita crecer, y por eso aspira al microcrédito. “El curso me ayudó para capacitarme en estrategias de publicidad, de comercialización. Y para darme cuenta de que mi trabajo vale. Para convencerme de que se puede”, se entusiasma.

La artesana

Verónica se dedica a la artesanía. Hace e inventa con tallado de madera, horneado de cerámica, mosaiquismo y hasta producción de cactus como adornos. “Es mi pasión. Voy a las ferias de artesanos desde hace un tiempo. Pero con este curso para emprendedores aprendí a ver otros nichos de venta”, cuenta.

Asegura que la capacitación le levantó la autoestima. “Ahora le doy un valor real a lo que hago. Soy consciente de que a cada artesanía la hago con amor y cariño, y eso el potencial comprador tiene que notarlo. Espero poder crecer más”, concluye.

Los emprendedores coincidieron en que el taller les sirvió, sobre todo, para aprender cómo comercializar su trabajo, y darle valor a los productos que elaboran.

Requisitos

Los microcréditos a los que podrán acceder los emprendedores serán por un monto máximo de 6 mil pesos para la compra de herramientas, materias primas o adecuación de espacios de producción. Tendrán un recargo de un 5 % sobre el monto solicitado y podrán ser devueltos hasta en 18 cuotas.

Los emprendedores que quieran acceder a estas ayudas económicas deberán estar inscriptos en el Registro de Emprendedores Productores Locales, aprobar el Taller Inicial de Formación de Emprendedores y presentar un proyecto de desarrollo del emprendimiento. La diversidad de rubros es muy amplia y abarca productos como artesanías, alimentos, muebles, textiles y diseño, entre otros.

La instancia de capacitación se dicta en el Centro de Emprendedores y tiene una duración de 9 encuentros, en los que se brindan conocimientos sobre comercialización, administración, identidad visual, planificación y valor del trabajo.

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Para interesados

Los interesados en deben completar el formulario que se puede descargar en www.santafeciudad.gov.ar y presentarlo en el Centro de Emprendedores de la Economía Social.